CARTAS DEL LECTOR

PRETENSIÓN ELECTORAL 

En el transcurso de la vida, cuando nos desenvolvemos con la frente alta y en el marco del respeto, la tolerancia, la humildad, cuando se comparte con los demás y se descubre la alegría de ser útil al departamento que nos cobija, que nos da, no sólo el domicilio o residencia, sino también la posibilidad de cumplir un último mandato electoral como funcionario. Todo tiene un límite y el mismo se dio cuando el propio electorado del departamento tomó la reciente resolución inapelable y rotunda de rescindirle y darle por terminado los pobres, cuestionados y polémicos servicios.

Por todo ello, resulta por demás oportuno y responsable ubicarse en la pretensión electoral encuadrada en las propias posibilidades, pero sin fracturar a la U.C.R. y por ende al FCyS, aprovechándose del Partido descabezado que permite todo, hasta la auto candidatura inconcebible y con maniobras espurias en la Legislatura, por ejemplo; y sin embargo “exige y presiona una y mil veces en cada elección al mismo Partido que desprestigia permanentemente a los efectos de figurar en el voto como candidato, esta vez, como nacional, nada menos.

Señor Director, leyendo las noticias de los hechos que acontecen en la política lugareña, me viene a la memoria una graciosa fábula donde intervienen un astuto zorro y un cuervo, la que resumo de esta manera: “Un cuervo robó un trozo de queso y se asentó en un árbol para comer.
Un zorro, muerto de hambre, lo miraba desde abajo del árbol y mientras se relamía por el queso, pensaba cómo podía hacer para que el cuervo soltara el queso y él saciara su apetito.

El zorro tuvo la feliz idea de alabar al cuervo para que éste festejara sus alabanzas y en un descuido largara el queso del pico.

Así fue que el cuervo se sintió muy halagado y quiso responder al zorro, en ese instante, al abrir el pico, el queso cayó al suelo y el zorro muy burlón y agradecido corrió a recogerlo y comérselo”! Esta breve fábula la traigo a colación sólo para cotejar las actitudes de algún político, donde para él todo vale en campaña, y hoy derrama miel y vaselina por todos los poros de su endeble cuerpo (de riña) fingiendo, chantajeando y alabando a diestra y siniestra para lograr su pretendido objetivo, buscando los fines sin importarle los medios. Claudica una y otra vez estrepitosamente, pero sigue en su afán de treparen busca de la cima y de un ilusionado fuero. ¡Cuidado!, el elector cautivo y de vergonzosa connivencia no hará el papel del cuervo por más zorro que se precie el auto candidato; pues el zorro usa su astucia en beneficio propio y en desmedro de los demás.

Agradecido por la publicación de la presente, saludo a Usted cordial y respetuosamente.

Hugo Oscar Fuenzalida