Este nuevo artículo tiene como objetivo
dejar claramente establecido el ánimo de la empresa española Isolux
Corsán, de desviar, mentir y ocultar detalles del incidente y el
incidente mismo, valiéndose para ello de un comunicado que lo obliga a
reconocer oficialmente (recién ahora) la existencia del hecho grave que
denunciamos, luego incurre en imprecisiones y omisiones de fechas y
hechos, que nosotros vamos a contrarrestar no ya con nuestra opinión,
sino tomando como base toda la documentación oficial que poseemos, las
declaraciones de los damnificados, información obtenida de correos
electrónicos y Actas e informes cursados entre los actores de este
gravísimo accidente.En la foto: el equipo que produjo el accidente. (Por
Rubén Lasagno)
Tratando a nuestra investigación del martes 2 de octubre, sobre un
accidente con radiación de Iridio-129 en la termousina de Río Turbio
ocurrida el 27 de agosto del 2015, como “
absolutamente falsa y maliciosa”, Isolux Corsán emitió un comunicado que replicaron los medios afines de la provincia, cuyo contenido,
no
solo confirma nuestro informe, sino que, al tratar de negar el
ocultamiento que Isolux hizo del incidente, nos obliga a responder con
hechos concretos, documentos, fechas exactas y situaciones reales y
comprobables, todos y cada uno de los detalles de la denuncia que
hicimos, analizando las falacias de las que se vale la empresa española,
tratando de salvar sus ropas, negando que haya ocultado el hecho,
argumento que detruiremos tras responder a cada implicación que hacen en
un texto falso y que tiene como objetivo confundir a la opinión
pública.
Desde OPI hablamos e informamos a través de documentos, declaraciones
y hechos comprobables como las Actas, los informes de la ARN, de las
empresas y las fechas en que se produjeron cada uno de los eventos,
Isolux no aporta nada más que la palabra de su gerente Juan Carlos De
Goycochea, quien pretende hacer una cuestión de fe su relato, por cuanto
no aporta ni una sola prueba concreta de todo lo que dice y señala.
Isolux Corsán en su comunicado dice:
1º)
“El 27 de agosto de 2015, a las 4am, los operarios Navarro y
Gómez, empleados de la empresa Akurends, compañía validada y
autorizada por la Autoridad Reguladora Nuclear para operar y
subcontratista de Fainser SA, empresa subcontratista de Isolux Corsan,
se encontraban efectuando radiografías en soldaduras a fin de determinar
que no existan fisuras que comprometan el normal funcionamiento de la
caldera.
En ese momento ocurrió un incidente por descuido y falta de
medidas preventivas que NO fue reportado por los trabajadores ni a la
empresa que los había contratado, Akurends, ni a su contratista Fainser,
ni obviamente, a Isolux Corsan”.
Analicemos: En su dos primeros párrafos Isolux
no hace más que blanquear el accidente,
tratando de filtrar “naturalmente” lo ocurrido. Algo así como decir
“Si, sucedió un accidente, pero no fue por culpa nuestra, sino por la
gente que operaba la máquina de una subcontratista”.
Como primera medida y tomando el título con el cual Isolux despacha el comunicado, digamos que
arranca mintiendo a través de una gran y evidente contradicción, porque aluden a que la información de OPI es “
absolutamente falsa”, cuando en los primeros renglones la propia empresa
reconoce que se produjo el incidente.
¿Dónde está la falsedad de nuestra investigación, entonces?
Falso (RAE):
que es contrario a la verdad por error o malicia /Que solo aparenta ser real o no es lo que parece.
Atendiendo a la definición de “falso”,
si hay alguien que ha actuado con error o malicia es Isolux,
que además de haber ocultado (una forma de mentir) el incidente, ahora
dice que mentimos cuando relatamos lo ocurrido, pero en el comunicado
cuenta lo mismo que nosotros expusimos, solo que en nuestro caso con más
detalles y sin evadir a uno de los principales responsables del
ocultamiento de la verdad, Isolux.
El verdadero argumento falso y tendencioso es el que promueve Isolux
en esta suerte de “desmentida” que intenta sin éxito. En principio
porque
Isolux jamás dijo, en casi seis meses, que el accidente hubiera ocurrido
y segundo porque no hay ninguna pericia oficial que haya determinado si
fue producto de una impericia en el manejo del equipo, si hubo una
falla en el equipamiento o cuál fue el verdadero origen del incidente.
“Se presume”, “se calcula”, “se estima; “podría ser…”, todas
inexactitudes que ni Isolux ni la ARN ni las empresas contratistas
involucradas, han podido determinar,
porque todos los
procedimientos preventivos fallaron, no se siguieron los protocolos de
seguridad o se hicieron tarde o mal y se anuló la comunicación hacia a
dentro y hacia fuera, incurriendo en un error más grave aún, porque no
haber puesto en conocimiento del incidente al personal de la planta, ni
haber tomado los recaudos necesarios, hizo que la ignorancia de la gente
que circuló por tanto tiempo alrededor de los contenedores con el
producto irradiante, pueda haber afectado a un número incalculable de
trabajadores.
En el texto del documento denominado “
EXPERIENCIA
REGULATORIA ARGENTINA EN GAMMAGRAFÍA INDUSTRIAL EN MATERIA DE
RADIOPROTECCIÓN – Ermacora, M.G – Autoridad Regulatoria Nuclear, se
hace un resumen de los procedimientos que se deben realizar en caso de
accidentes de este tipo, los pormenores de la peligrosidad que implican,
la forma en que deben ser tratado los elementos radioactivos y
fundamentalmente
alude a la necesidad de que se informe clara y completamente a los
trabajadores y a la opinión pública, para evitar que ante la ignorancia
de que existe una alerta de este tipo, cualquiera pueda estar expuesto a
sus consecuencias sin saberlo.
A raíz de ello en el último párrafo del texto conclusivo dice:
Se sugiere, sin embargo, prestar especial atención a los puntos destacados relacionados con la difusión de información, la capacitación continua y el reentrenamiento, de modo de contribuir a una mayor conciencia de una Cultura de Seguridad.
Isolux hizo todo lo contratio: ocultó, escondió, silenció y ordenó no dar a conocer lo sucedido
y en próxima nota vamos a dar detalles de porqué lo hizo, cuáles fueron
los motivos, qué interés político y económico existió para la toma de
esa decisión y de dónde y por qué canales provino esa orden.
2º) “
De hecho, estas mismas personas continuaron
trabajando hasta el 7 de septiembre sin notificar el incidente hasta
que posteriormente entraron en franco”.
Aceptando que Isolux no supiera del incidente el día 27 de agosto de
2015, porque efectivamente, el Sr Navarro, como lo vamos a demostrar, no
reportó el mismo inmediatamente por los motivos que vamos a trascribir a
continuación, de acuerdo a los documentos a los que accedió OPI;
podemos afirmar por las comunicaciones escritas en nuestro poder,
que el día 9 de septiembre, ya estaban en conocimiento del grave hecho, la ARN, la empresa santafecina Akurends
cuyo propietario, Cristian Acuña, se encontraba en la obra de la
Termousina y quien logró tramitar los pasajes de Navarro y Gómez para
que viajaran a Buenos Aires. También estaban en conocimiento
la empresa Sarandí,
otra ejecutora de estos trabajos que junto con la santafecina Akurends,
estaban contratados bajo la órbita de la empresa Fainser SA, encargada
de brindar el servicio a Isolux.
¿Alguien puede pensar que si toda esta cadena de empresas y personas
que trabajan para y dentro de Isolux Corsán, el día 9 de septiembre, se
enteraron junto a la ARN y la ART, del accidente ocurrido,
que
la empresa española Isolux, principal contratante de sus servicios y
responsable absoluta de la seguridad en el predio de la Termousina,
podría estar en desconocimiento de lo que había ocurrido?
La respuesta, claro está es:
imposible; sin embargo,
aún pretendiendo que Isolux tiene grandes incompetentes en su gerencia y
en el área de seguridad industrial, que no tuvieron la mínima
curiosidad por saber qué había ocurrido, la empresa constructora
demuestra no haber cumplido la función de contralor ni cuidar los
estándares de seguridad dentro de los límites de la obra, ya que, a
ninguna autoridad empresaria que mantenga un férreo control en trabajos
tan específicos y peligrosos como estos, donde está implicada la
manipulación de material radioactivo, puede ignorar las medidas que
expresan los protocolos establecidos para el material nuclear y de alta
sensibilidad.
Concluyendo: suponiendo que por inobservancia del problema a causa de incompetencia propia,
Isolux no haya detectado el problema el 27 de agosto, es más que obvio que el 9 de septiembre, cuando Navarro hace la comunicación a la ART, a la ARN y al Sr Acuña,
Isolux,
no pudo estar al margen porque, de acuerdo a nuestros registros, tanto
el organismo nacional (ARN) como la contratista (Fainser SA y Acuña de
Akurends, se lo comunicaron. Isolux lo niega.
También es falso que, como dice el “comunicado”, luego del incidente tanto Navarro como Gómez “
entraran de franco”, ya que ambos
habían llegado a Río Turbio, desde sus respectivas provincias, el día 25 de agosto de 2015
(dos días antes de su accidente) y así lo relata Navarro en la hoja
donde reporta ante la autoridad nacional de regulación, la “
Cronología del accidente radiológico en Río Turbio – Provincia de Santa Cruz”, que tenemos en nuestro poder donde al principio expresa:
“24/08 – Viaje a Río Turbio: salí de mi provincia el día
24/08/2015. Llegada a Río Gallegos, el día 25 (ese mismo día en el
aeropuerto de Río Gallegos, conozco a quien sería mi ayudante, el Sr
Gómez, tercer ayudante yá en esta obra)”, escribe Navarro y prosigue:
“27/08: Entrada al trabajo (Central Termoeléctrica) a las 0:30
AM, aproximadamente. La organización del trabajo requiere ingreso a
planta a 1:00hs. Las tareas de gammagrafía comienzan aproximadamente a
las 04:00hs, debido a que el área de tareas debe estar libre de personal
y así se trabaja en condiciones seguras.”
De acuerdo al régimen de franco que tiene el personal en esta especialidad, no es cierto que Navarro y Gómez
fueran a volver a sus provincias 6 días después de haber tenido el incidente.
El régimen normal en estos casos es de 30 días en obra y otro tanto en
su destino de origen. Navarro el día 7 de septiembre intenta comunicarse
con la ARN; lo hace con la ART y lo consigue un día después con el ente
nuclear, porque sabiendo que algo irregular había pasado, presumiendo
que podría ser un hecho grave y acusando síntomas no usuales en sus
manos, reporta el incidente y pide ayuda; a partir de allí se activa
todo un mecanismo de seguridad y asistencia a los irradiados,
que destruye totalmente el argumento de Isolux de que la empresa se haya podido mantener al margen de lo que estaba ocurriendo.
3º) “
Días después, Navarro y Gómez dan aviso a
su ART producto de que sentían malestares. Los médicos intervinientes
constatan la exposición a la radiación y comunican el hecho a las
autoridades pertinentes; motivo por el cual el 14 de octubre a las 16hs.
se presentaron a la obra dos inspectoras de la Autoridad Reguladora
Nuclear (ARN), la Ing. Irene Pagni y la Lic. Maria Alonso Giménez”.
“
Es en este momento que Isolux Corsan toma conocimiento cabal del hecho, por lo que no existe posibilidad alguna de ocultamiento”, recordaron desde la empresa.
Analicemos: Isolux reproduce datos que delata el
ocultamiento que hizo de la verdad por tanto tiempo. Dice que los
operarios “días después” dan aviso a la ART, pero no dice qué día (como
si no lo supiera) y luego habla de “los médicos intervinientes” quienes
constatan que están irradiados y lo comunican a “las autoridades
pertinentes” (¿?).
Una duda ¿Dentro de esas “autoridades pertinentes”,
no está la empresa Isolux Corsán?
Es decir, que los médicos intervinientes de la ART y de la ARN pudieron
desconocer al principal ejecutor de la obra (Isolux) donde se produjo
un incidente de graves proporciones, al punto de ignorarlo y ni siquiera
preguntarle cómo, cuándo, en qué situación y por qué sucedió el
gravísimo suceso?.
Pero Isolux no para allí
y hace un salto temporal magnífico y
se ubica en el día 14 de octubre de 2015, a las 16:00hs, para explicar
que “recién ese día” se entera de lo ocurrido, cuando (por
sorpresa) recibe a funcionarios de la ARN. En otras palabras: Isolux
alega que entre el 27 de agosto y el 14 de octubre,
o sea durante 48 días, ignoró lo que estaba pasando y reconoce, como nosotros lo informamos, que de acuerdo al
Acta Nº 14586 de la ARN del 14 de agosto,
se presentan los funcionarios de la Autoridad Reguladora Nuclear (ARN),
Ing. Irene Pagni y la Lic. Maria Alonso Giménez, quienes, como también
detallamos en nuestra nota del día martes pasado, encontraron los
equipos de gammagrafía en deficientes condiciones de seguridad, mal
asegurados y sin ningún tipo de protección (cosa que Isolux se cuida de
no aclarar en su comunicado).
Pero Isolux miente. La prueba que tenemos del conocimiento previo del
accidente que poseía la empresa, surge de una inspección previa que
hizo la ARN el
día 17 de septiembre de 2015, (solo 10
días después de que Navarro y Gómez pusieran en conocimiento del
episodio a las autoridades) oportunidad en que se labró el
ACTA Nº 14569,
cuyo incumplimiento posterior de los artículo 4 y 8, por parte de la
empresa Akurend, hizo que la ARN le comunicara el día 21 de octubre por
Expte ARN Nº 59, a su titular, Cristian Acuña, q
ue se habían
visto obligados a realizar una nueva inspección en el depósito
transitorio de la Central termoeléctrica de Río Turbio, esta vez el día
14 de octubre.
Por otra parte, los tiempos que se detallan en los instrumentos
legales y las acciones que realizaron los afectados, sometiéndose a
análisis y revisaciones, por parte de la ART y ARN, encajan como las
piezas de un rompecabezas en los términos que la propia Isolux
establece,
tratando de ponerse al margen del conocimiento de tan grave incidente ocurrido en sus instalaciones.
4º) – “
De acuerdo al protocolo de seguridad que
dispone Isolux Corsan para la ejecución de radiografías, las mismas se
realizan de noche con el vallado y señalización pertinentes y los
elementos de protección para los operarios exigidos por la autoridad de
contralor, indicando la actividad que se está realizando” dice el comunicado
“Asimismo, en este lugar de trabajo sólo pueden ingresar el
operador radiológico autorizado por la ARN y su ayudante, siendo las
únicas personas con permiso para operar la máquina de rayos”. “Es
importante remarcar que solo puede operar la maquina el radiólogo
autorizado por la ARN”.
Analicemos: Este texto incluido aquí por Isolux
no tiene ningún fin práctico ni aclaratorio de nada. Solamente es explicativo de cómo se lleva a cabo el trabajo, lo cual está largamente expresado
en el documento que OPI pone a disposición de sus lectores,
para que se pueda entender que lo expresado en esta parte por Isolux,
es relleno puro, actúa como elemento de distracción del eje principal
del objeto que nos importa,
que es saber si Isolux Corsán sabía o no del incidente y si lo ocultó.
Pero hubiera sido bueno, que en vez de este párrafo, o a continuación
del mismo, Isolux hubiera detallado lo que pasaba en aquel momento en
que los trabajadores de gammagrafía,
estaban presionados para que el trabajo se terminara lo antes posible.
En una parte de su declaración ante la ARN, el Sr Navarro describe la
parte técnica de la labor que realizaron esa madrugada, cómo operaron
junto a Gómez el equipo y en un párrafo de su relato dice: “
…y así
se comenzamos lo que a la postre sería el accidente que describe como
“la reconstrucción del hecho”, realizado a los dos o tres días
siguientes, debido a la necesidad de terminar la tarea y aprovechando
que nos vuelven a mandar a la misma zona (se trabaja con mucha presión)” (SIC).
Más adelante Navarro agrega “
Seguimos trabajando a diario en las
mismas condiciones. Nunca tuve la certeza de la irradiación, pero ante
semejante duda y la gran posibilidad de que el accidente, realmente
hubiera ocurrido y después de cavilar durante todo ese tiempo (sabía que
después de denunciar el hecho, las probabilidades de perder esa obra,
eran grandes y así fue)…” y Navarro explica a continuación que la
primera consulta la hace con un amigo de confianza que le aconseja un
análisis urgente y describe “…le envío la reconstrucción de lo que hasta
el momento era solo una presunción de accidente y se desprende de
dicho cálculo, basado en el tiempo y la distancia, aportados por mí, que
las mismas resultan elevadas y me aconseja que el resultado definitivo y
más aproximado, serían sin duda, los análisis de sangre y lectura del
film dosimétrico, que portábamos al momento de la irradiación y ante
semejante posibilidad, no dudé más y declaré el incidente ante la
Autoridad Regulatoria”, resume claramente Navarro, como el momento en que se decide a dar a conocer lo que había ocurrido.
En base a esto, Isolux sostiene en su comunicado que “
desconocía lo que había ocurrido porque los autores del incidente no lo había reportado”.
Es la verdad del vaso medio lleno, porque si bien Navarro no blanqueó
la situación entre el 27 de agosto y el 7 de septiembre, después de
informarlo a la ARN el hecho toma otra exposición y el propio operario
en su cronología escrita día por día para la ARN, detalla el derrotero
médico que hizo, las veces que viajó a Buenos Aires, los estudios que le
hicieron y repitieron, tanto a él como a Gómez y entre el 9 de
septiembre hasta el 19 de octubre, ambos operarios y especialmente
Navarro, viaja varias veces a Bs As, pasa por el Instituto del Quemado,
le hacen estudios en el Instituto del Diagnóstico a cargo de la ART, es
tratado en el Centro Atómico de Ezeiza y la ARN, cumpliendo, como
mínimo un periplo
que le demandó 39 días en los que virtualmente desapareció de su tarea en isolux Corsán, a lo que entonces resta preguntarse
¿No
le llamó la atención a las autoridades de Isolux que dos de los
principales operarios de gammagrafía no concurrieran por más de un mes a
trabajar? ¿A nadie de seguridad se le ocurrió preguntar por
qué no asistían a sus tareas? ¿El gerente de operaciones de Isolux no
pensó en preguntarle a la firma Akurends por los operarios Navarro y
Gómez y el por qué habían dejado los equipos prácticamente “tirados” en
contendedores sin ningún resguardo ni seguridad?
Está clara la mentira de Isolux al respecto
y acá se desnuda otra de sus falsedades en los argumentos del comunicado: Isolux se ve en la necesidad de mentir al señalar en el texto: “
De
hecho, estas mismas personas continuaron trabajando hasta el 7 de
septiembre sin notificar el incidente hasta que posteriormente entraron
en franco”, porque de esa manera
la empresa justifica lo
que nos preguntamos en el párrafo anterior: si lo operarios “estaban de
franco”, Isolux puede decir que la ausencia de Navarro y Gomez por 39
días no le llamó la atención a nadie dado que se encontraban en uso de
sus días de descanso. Falso. Como lo analizamos en el punto 3
de este informe, ellos habían llegado el 25 de agosto, iniciaron tareas
el día 27 cuando se produce el accidente y lo denuncian el día miércoles
9 de septiembre,
es decir 13 días después de haberse reintegrado al trabajo
(aún le faltaban 17 días de trabajo antes de irse de franco
autorizado), con lo cual, no cuadra el argumento de Isolux quien
pretende decir que no le llamó la atención la ausencia de los operarios,
cuando en esos días, los mismos se encontraban realizándose estudios
médicos, informando a las autoridades de regulación y volando varias
veces a Buenos Aires, para someterse a todo tipo de análisis.
5º) – “
Con relación a la disposición de los
equipos utilizados, los mismos fueron puestos en un bunker. La propia
ARN, mediante el Acta Nº14586 de fecha del 14/10/15, constata que los
equipos utilizados hasta la salida de franco del personal el 7 de
septiembre, no contenían fuga alguna. Se procede a precintarlos para
que no puedan volver a ser usados y se verifica que el área de transito
de la obra alrededor del bunker no existe riesgo de radiación alguna”, dice Isolux en su comunicado.
Analicemos: como todo la explicación que encara
Isolux en esta nota de descargo, oculta media verdad, porque si bien los
inspectores dan fe que el índice de radiación en los alrededores es
“normal”, esas mediciones – recordemos – están tomadas el 14 de octubre,
es decir 38 días después de que Navarro y Gómez dejaran de operar los equipos,
quienes según Isolux “se fueron de franco”, pero la realidad es que
comenzaron a buscar atención médica, nadie tiene en cuenta (ex profeso) l
os días previos en los que sí el Iridio pudo haber contaminado los alrededores de los cajones.
Teniendo en cuenta que el elemento radioactivo va decayendo en su
intensidad, pues los tiempos de irradiación son relativamente cortos
(entre uno y dos meses), días después del incidente las pastillas de
Iridio-129 fueron guardadas dentro de las máquinas, en los contendores
con un nivel de emisión de entre un 60 y un 70%. Medido 38 días después,
es posible que los estándares de emisión hubieran decaído, pero Isolux nada dice (y la ARN tampoco lo explica)
qué
pasó con el entorno de los contenedores en todo ese tiempo hasta el día
de la inspección, cuánta gente que ignoraba el peligro pasó por allí y
por qué Isolux no informó al personal.
Y acá encontramos el segundo motivo por el cual a Isolux le conviene
decir que se enteró de lo que había pasado, recién el 14 de octubre
cuando llegaron los de la ARN; de esa manera
trata de sacarse de
encima la responsabilidad por no haber comunicado a los trabajadores de
los peligros a los cuales se enfrentaban. Si esta excusa no prosperara, Isolux tendría que dar cuenta de por qué no cumplió con el protocolo de seguridad vigente.
6º) –
“Con fecha 21/10/15 y previa intimación de Isolux Corsan Akurend procede a retirar el equipo de la obra”, alude Isolux en su descargo. Es falso.
Analicemos: De acuerdo a nuestros registros,
testimonios y textos de mail intercambiados entre la empresa y los
actores, no es precisamente Isolux quien “intima” a Akurend, para que
retire sus equipos, sino que es la empresa santafecina a través de su
propietario Acuña, quien llega hasta la Termousina para proceder al
retiro de los equipos, a pedido de la ARN,
e Isolux Corsán le niega el ingreso a la planta.
Esta negativa se extiende por 3 días y recién el día 20 de octubre
(gran diferencia con el relato, no es que el día 21 Isolux intima) Acuña
puede ingresar a la planta a retirar el equipo de Gammagrafía
industrial, por una intermediación que hizo el sindicato de la
construcción ante las autoridades de la empresa española. El 21 Akunred
recibe una intimación (Nº 5998) de la ARN para enviar el equipo y el
propio Acuña el 22 de octubre le comunica a la ARN denunciando que los
elementos involucrados (fuente de irradiación) fueron reubicados y
forzados los candados, de manera que los 3 equipos que fueron motivos de
sanción, fueron movidos sin su permiso. Usando otros candados
habilitaron otro cajón, de manera que Acuña tiene las llaves de los
equipos de Agüero (AGRO TEN), y no tiene las llaves de su propio equipo
sino que la UTERT (Isolux Corsán).
7º) Por último, Juan Carlos de Goycoechea, presidente de Isolux Corsan Argentina dijo que “
es
una falsedad que nuestra compañía haya ocultado el incidente y que no
haya actuado conforme a los protocolos de seguridad. En ese sentido
recordó que “la ARN ha suspendido oportunamente la licencia de Akurends
como contratista y del Sr. Navarro como operador de rayos”, finaliza el comunicado.
Analicemos:
Es totalmente falso que Isolux
no haya ocultado el incidente y mucho menos que haya actuado dentro de
los protocolos de seguridad. En base a los datos aportados,
vamos a jugar con los tiempos para establecer si Isolux pudo o no,
conocer a tiempo (y por cuanto tiempo) si se había producido un
accidente.
a. Dándole la posibilidad de
que Isolux no haya conocido el incidente hasta el día 14 de octubre
(ya explicamos lo improbable de esta opción), la falta de información
al personal a partir de ese día y la falta de información pública sobre
el accidente ocurrido, implica que entre el 14 de octubre de 2015 al 3
de febrero de 2016, día en el que Isolux sale a reconocer el accidente,
solo después que OPI publicó el informe,
la empresa española ocultó el hecho durante 101 días.
b. Si como suponemos nosotros, Isolux tuvo conocimiento al menos
desde el día 7 o 9 de septiembre, cuando los operarios dejan de asistir a
sus tareas porque comienzan con sus análisis y se informa del problema a
empresas y autoridades de regulación,
isolux mantuvo oculta la información a su personal y a la opinión pública por 148 días, es decir, hasta ayer 3 de febrero de 2016, en que oficialmente y tras un comunicado,
salió a reconocer lo que denunciamos en nuestra nota del martes. Llamativamente, aún cuando ratifica lo que OPI dijo, en el mismo texto dice que la información publicada por esta Agencia
es falsa (¿?).
Con respecto a la falta de cumplimiento a los protocolos de
seguridad, basta leer la comunicación que la ARN le hace al Sr Cristian
Acuña
de cómo sus inspectores encontraron máquinas y
contendedores, para darse cuenta que Isolux no tomó ninguna medida de
resguardo para su personal.
En la nota
Nº 5998 de la ARN a Akurends, del 21 de
octubre de 2015, donde le dice en las condiciones que verificaron las
máquinas de gammagrafía, señala “…
se pudo verificar que el equipo de
su propiedad, se encontraba en uno de los cajones, junto con otros dos
equipos proyectores pertenecientes a la empresa del señor Ramón Ernesto
Agüero”, el protocolo indica que cada equipo debe estar guardado individualmente en cada cajón, con las protecciones del caso.
La comunicación de la AGN, luego detalla “
El otro cajón se
encontraba vacío. Cabe aclarar, además, que luego de revisado los
cajones, se veerificó que el cajón con los tres proyectores de
gammagrafía, se encontraba abierto, ya que faltaban los candados
posteriores del cajón”.
Y concluye: “
Por lo anteriormente expuesto, se concluye que el
material radioactivo a su cargo, se almacenaba en condiciones
inapropiada, en virtud de la falta de medidas de seguridad física, al
dejar al equipo de grammagrafía con su fuente de poder, almacenado en un
cajón sin candados”.
Conclusión:
Quien lea esta nota de OPI, podrá evaluar quién miente, si nosotros que dimos a conocer un hecho gravísimo,
ocultado por Isolux por casi seis meses
y que terminó reconociendo ayer en su comunicado, luego de nuestra
denuncia, o la empresa española que trata de maquillar su
irresponsabilidad, solo para cubrirse de los efectos que le traerá su
negligente actuación ante un hecho de una magnitud increíble, ya que, de
acuerdo a los datos que poseemos,
no se tiene registro de un
accidente tan grave en argentina, con la operación de un equipo de
similares condiciones en otras empresas del país.
Extraoficialmente, OPI está en conocimiento que al menos el sindicato
de la UOCRA y también otros trabajadores del complejo Termoeléctrico de
Río Turbio,
a partir de nuestro informe y ante la posibilidad
de que el elemento irradiante pueda haber estado en contacto con
personal que trabaja en la planta, en las próximas horas/días, a Isolux
le cursarían un pedido para que se haga cargo de una revisión médica
completa de todo el personal de la planta, a fines de
establecer si alguien ha sido afectado o irradiado, sin darse cuenta de
que se estaba exponiendo, precisamente porque Isolux faltó a la regla
básica de la prevención, que es el aislamiento del equipo (con un área
de prohibición para transitar de entre 20 y 30 metros alrededor del
núcleo) y lo aún más grave, no haberle comunicado a los trabajadores,
del peligro que existía.
La gran Lorenzino: me quiero ir
Otra de las informaciones que maneja nuestra Agencia, es la posibilidad
de que isolux Corsán abandone la obra de la Termousina,
pero en este caso, además que por las consecuencias legales que
pudiera acarrearle el caso de contaminación radiológica que denunciamos,
por cuestiones de índole financieras y económicas, que OPI informará en estos días,
razón por lo cual estamos realizando un informe detallado,
pormenorizado y absolutamente documentado con cifras, números de cuentas
bancarias y transferencias, con todos los fondos recibidos por la
empresa, de manos del Ministerio de Planificación, los pagos, las
deudas, los últimos pedidos de certificaciones, las negativas del
gobierno a enviarle más fondos, el desfinanciamiento que enfrenta y la
fabulosa deuda que tiene con los proveedores y los trabajadores.
(Agencia OPI Santa Cruz)
NOTICIA RELACIONADA
http://opisantacruz.com.ar/home/2016/02/03/gravisimo-accidente-por-irradiacion-de-iridio-192-en-la-termousina-de-rio-turbio-nunca-fue-reportado/33554