Otra investigación podría demostrar maniobras de facturación
Otro medio periodístico (OPI Santa Cruz) realizó una investigación complementaria a la publicada por el matutino La Nación. Los resultados abren la sospecha de estar ante una simulación de facturación, hecho grave, castigado por el Código Penal.
La investigación de OPI se centró en las empresas de Lázaro Báez en Río Gallegos que, supuestamente, ocuparían las plazas en los hoteles señalados en la investigación de La Nación.
La Estación SA, que tiene a su cargo la estación de servicio ESSO de Roca y Córdoba en Río Gallegos ha tenido acuerdos para reservar 90 habitaciones por mes en el Alto Calafate y solo tiene 20 empleados verificados en la AFIP. OPI preguntó a un empleado de playa si viajaba muy seguido a El Calafate y dijo “no, ni conozco Calafate”. Cuando le mencionamos el artículo, se encogió de hombros y apuntó “ni idea, pero de acá nadie viaja a ningún hotel de lujo, que yo sepa”.
Don Francisco SA, otra estación de servicios que controla el Grupo, es la YPF ubicada en San Martín y Buenos Aires, cuyo nombre no fue modificado cuando “el Grupo” se hizo de sus acciones, que también tiene reservada 90 habitaciones mensuales en el hotel de la familia Kirchner y solo posee 23 empleados. Utilizamos la misma operatoria y consultamos a los empleados comunes de la firma que negaron viajar a El Calafate “No sé de dónde sacaron eso ni tampoco sé para qué tendríamos que ir a Calafate”, argumentó uno de ellos.
En el caso de Kank y Costilla, ya con 79 empleados, Báez autorizó que se reservaran 235 habitaciones por mes, en un claro ejemplo de cómo “el grupo” cuida a los trabajadores de la construcción y los aloja en primerísimos aposentos en la villa turística, algo extraño a la realidad que viven en Río Gallegos, donde el personal que trae A.C y las empresas constructoras asociadas a Lázaro, viven en propiedades del empresario, pero hacinados con hasta 12 y 15 personas en una sola casa, para bajar el costo del alquiler que la propia Austral Construcciones, les cobra.
Loscalzo y del Curto, otra empresa constructora absorbida por Báez a la cual tampoco le cambió el nombre, que sigue siendo de fantasía, ya que Loscalzo murió y del Curto le vendió “al grupo”, tiene 53 empleados, según los registros impositivos y mantiene reservada 180 habitaciones por mes.
Alucom Austral, otra empresa de Báez, que como las otras sigue guardando en apariencia el mismo nombre, pero está en manos de “el grupo”, tiene 13 empleados en planta y reserva 70 habitaciones, mensualmente.
Badial, solo con 9 empleados, mantiene un convenio con el Alto Calafate, por 180 habitaciones mensuales y tal vez la menos significativa, desde el punto de vista de la planta de empleados que tiene, sea Austral Construcciones, con 615 trabajadores y un módico alojamiento en 90 habitaciones de primer nivel en el mes, durante todos estos años.
Si a esto le sumamos que, como indica Alconada Mon, cerca del 90% de las facturas emitidas por Valle Mitre se hicieron de manera correlativa a esas mismas empresas y en particular, a Austral Construcciones; es decir que 9 de cada diez facturas de la firma que gerenció el Alto Calafate de los Kirchner -y les pagó un abono por ello- se emitió a favor de alguna empresa de Báez, el dibujo queda evidenciado y si cualquier Fiscal o Juez se hace el distraído, no es por falta de indicios que no investiga.
Como si esto fuera poco la mayoría de los convenios son “confidenciales” y se firmaron con fecha retroactiva al 1º de julio de 2010 y hasta un año después, aún cuando varios de ellos fueron fechados y/u homologados en septiembre de ese año o más adelante.
Todo irregular, todo carente de sentido, si se busca interpretar a este movimiento dentro del orden genuino de los negocios. Un circuito simulado de facturación que debiera abrir los ojos de la justicia y conmover a fiscales e incentivarlos a buscar la verdad que se esconde detrás de estas maniobras.
Fuente: Agencia OPI Santa Cruz
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