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sábado, 8 de octubre de 2016

Báez ingresó (con la complicidad de la gerencia) 31 millones de pesos en efectivo en el Banco Nación entre enero y febrero de 2016


Báez ingresó (con la complicidad de la gerencia) 31 millones de pesos en efectivo en el Banco Nación entre enero y febrero de 2016

Austral Construcciones SA a pesar de estar inhabilitadas y sus cuentas sin autorización para operar, movió casi 31 millones de pesos entre el 14 de enero y el 26 de febrero de 2016. La plata ingresó en efectivo a la sucursal Río Gallegos y era acarreada por el Contador Bustos y empleados de Báez, mientras éste se encontraba detenido. La complicidad del sector bancario fue fundamental para concretar esta maniobra y la misma se hizo con autorización y conocimiento pleno del Gerente Zonal, Marcelo Mazú, de estrecha vinculación con Báez y sus negocios. (Segundo informe)

Continuando con el ingreso de fondos al Banco Nación, sucursal Río Gallegos, que entraron al edificio de la institución en bolsos y cajas, tarea ordenada por Lázaro Báez y concretada por el contador Claudio Bustos y empleados de su empresa, OPI va a detallar a continuación, las fechas y los montos que fueron ingresados por un total de $ 30.952.425,00 pesos, destinados a cubrir los saldos impagos de salarios y aguinaldos de personal de Austral Construcciones, que antes del mes de noviembre de 2015 ya se encontraban protestando en las rutas por falta de pago de al menos dos quincenas.
El dinero “físico” ingresó al BNA sucursal Río Gallegos en los siguientes días y por los siguientes montos:
14/01/2016 $ 4.670.273,00
15/01/2016 $ 5.757.836,00
19/01/2016 $ 3.042.071,00
20/01/2016 $ 2.465.857,00
21/01/2016 $ 3.805.974,00
22/01/2016 $ 3.838.905,00
25/01/2016 $ 537.823,00
26/01/2016 $ 615.292,00
02/02/2016 $ 147.898,00
22/02/2016 $ 929.915,00
24/02/2016 $ 3.140.581,00
26/02/2016 $ 2.000.000,00
Total $ 30.952.425,00

Tal como se resaltó en el primer informe, esta cantidad de fondos en efectivos, su movimiento interno y la acreditación correspondiente no se pudo hacer sin la complicidad expresa de las autoridades del banco local, pero también con el pleno conocimiento, conformidad y autorización de la autoridad zonal, en este caso, el Gerente Marcelo Mazú, quien en el sumario interno instruido, negó haber tenido conocimiento o aprobado dicha maniobra, como señalamos en el informe Nº 1.

Las fuentes señalaron claramente a OPI que ante tamaña cantidad de dinero y más aún, en virtud de lo irregular en que se encontraban las cuentas de la empresa Austral Construcciones SA, ningún movimiento de esta envergadura y características, se puede hacer sin la debida y expresa autorización de la autoridad bancaria local y regional.
Asimismo, OPI accedió a los mails donde el gerente Davena, por esos días, le solicitaba a la empresa Austral Construcciones SA que envíen la declaración suscriptas por Báez que amparara y justificara la procedencia de los fondos.

El resultado del sumario interno en la institución bancaria y el encubrimiento político que existe dentro del BNA en relación al Gerente Zonal Marcelo Mazú, ha producido un malestar evidente y la realización de reclamos, más aún después de dos cesantías en los niveles medios (Gerente y Subtesorero) porque entienden desde el sector de personal Jerárquico que no se está llegando a fondo en la delimitación de responsabilidades.

Hombre de confianza
Marcelo Mazú hizo una carrera meteórica dentro del BNA durante el kirchnerismo, iniciándose como cajero, tesorero durante varios años y nombrado luego Gerente de la sucursal Río Turbio, terreno político de gran influencia de su hermano Matías ex intendente y hoy diputado provincial. A no pocos les ha llamado la atención que en general la carrera bancaria se transita, al igual que los ascensos, siempre con traslados, excepto en casos como éste donde Mazú pasó de auxiliar a cajero, de ahí a tesorero y de allí a la Gerencia en la misma sucursal. 

De este lugar en la cuenca saltó directamente como Gerente de la Sucursal Río Gallegos del BNA, donde afianzó su alianza con Lázaro Báez y luego, ascendió a la Gerencia Zonal, como instrumento necesario para convalidar todos los actos que luego fueron revelados a lo largo de estos años con el movimiento de fondos, los cientos de cheques sin fondos de Austral que aparecieron en el BNA, los sobregiros y beneficios estrictamente vinculados a la conexión política con el kirchnerismo.

Cuando hubo que “aggiornar” el sistema para que ciertas decisiones no quedaran en manos de extraños, a través de una Resolución, se barrió con la Gerencia Zonal del BNA en Comodoro Rivadavia y fue puesto allí, precisamente Mazú, quien mantenía aceitadísimo el engranaje del poder, los contactos políticos (dentro y fuera del banco) con el apoyo inestimable de su hermano Matías, por cuyo pedido promovió a un amigo de Río Turbio (Rolando Davena), hasta ese momento subgerente de esa sucursal, a la gerencia de Río Gallegos, cuando Marcelo Mazú ocupó la zonal de donde tenía más influencia y decisión.
El Diputado de La Cámpora José Matías Bezi - Foto: OPI Santa Cruz/Francisco Muñoz

A pesar de lo inusual de ascender dos categorías en la misma sucursal, Davena quedó de Gerente y se trajo a su lado como Subgerente a Juan Pross, otro empleado de ascendencia bancarias express, que de cajero en Puerto Deseado, pasó a Gerente en Río Turbio y a los 6 meses de nombrado fue puesto en el cargo en esta capital, a pedido de su amigo Davena y gestionado por Marcelo Mazú desde la zonal, logrando de esta manera, construir un andamiaje de gente conocida que se tejió gracias a los raros influjos de la política, logrando en poco tiempo que el Banco Nación funcionara como una Unidad Básica de lujo de la Cámpora, donde era habitual la vista del diputado Matías Bezi y Daniel Lier, empleado del BNA quien estuvo de licencia política para ser secretario del gobernador Daniel Peralta, luego volvió al banco unos meses y posteriormente fue nombrado Director del RENATREA (Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios).

De acuerdo a las acciones de cada uno que pudimos reconstruir, por declaraciones de empleados a quienes les era habitual ver a estas personas transitando por la gerencia de la sucursal local del banco, Lier era quien manejaba junto a Bezi, los ingresos al BNA y la administradora de la AFIP en ese momento, Virginia García, era habitué de la oficina del Gerente Zonal, Marcelo Mazú.

Comenzó la carrera de posta en Santa Cruz: Virginia García toma el lugar de Pablo González - Foto: OPI Santa Cruz/Francisco Muñoz

Quienes pudieron leer documentación de acceso restringido, aseguran que Daniel Lier, dentro del banco estaba encargado de gestionar y llevar el control de las cuentas de Cristina Fernández (depósitos, plazos fijos, cuentas corrientes) y absolutamente toda la operatoria de las cuentas de la ex presidenta, era consensuado con Marcelo Mazú, llegando a definir a la Gerencia zonal como una “U B de La Cámpora” y hay gente que actualmente trabaja en la sucursal que aseguran haber sido perseguidos solo por no compartir la ideología política de los nombrados.

Manos libres
Un ex empleado adscripto en algún momento a la zonal, cuando aún estaba en Comodoro Rivadavia, indicó que los créditos otorgados a Austral Construcciones, como los excesos en los descubiertos y los sobregiros por fuera de las normas del propio banco, las manejaba y decidía Mazú, quien tenía línea directa con el presidente de la Institución; trasladaban Directorio y los empleados de “Grandes Empresas” para Río Gallegos y se firmaban o se cerraban los negocios en Gerencia zonal de esta ciudad, recuerdan. Personal jerárquico del banco admitió que Mazú autorizaba las bonificaciones de los intereses que debían abonar por el atraso en los pagos de las cuotas y tal como lo relatan los contadores de Austral “después tenían que devolver gentilezas”.

Uno de los argumentos más sólidos que no admiten el desconocimiento por parte de Mazú de los depósitos que transcribimos al inicio de este informe, es que el mismo liquidaba anticipadamente sus plazos fijos personales para cubrir los excesos de descubierto de la empresa de Báez.

Un ex contador de Austral Construcciones, le confió a OPI que Marcelo Mazú en persona se apersonaba en las oficinas de la calle Gregores y se reunía con el contador Claudio Bustos, Abel Vargas, Lázaro Báez y sus hijos Martín y Leandro, cuestión que no fue un hecho fortuito o casual, sino era una costumbre regular y permanente, lo cual da por descartado la afinidad que existía entre estas personas y los intereses que los unían, al punto que cuando Mazú y los Directores del Banco llegaban a Río Gallegos, eran invitados por Báez a su famosa chacra, que luego a través de las “bodegas” y “cavas de vino”, fue conocida nacional e internacionalmente.

Otro indicio de la estrecha relación de los Báez con la gerencia del BNA, estaba dada por la concurrencia asidua de empleados de la sucursal del BNA a El calafate, donde pasaban largos fines de semanas, con especiales atenciones en el Hotel Alto Calafate.

Todo esto apunta a convalidar la estrecha vinculación que ha existido todos estos años entre las autoridades del Banco Nación y el poder político y cómplices de ese poder como Lázaro que había montado su empresa como pantalla de una acción premeditada para desviar fondos y en medio de ese fárrago de corrupción, utilizaron como plataforma y canal para mover esos fondos, el Banco de la Nación Argentina, tanto al sucursal Río Gallegos, como la Gerencia zonal. (Agencia OPI Santa Cruz)

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