Austral Construcciones SA a pesar de
estar inhabilitadas y sus cuentas sin autorización para operar, movió
casi 31 millones de pesos entre el 14 de enero y el 26 de febrero de
2016. La plata ingresó en efectivo a la sucursal Río Gallegos y era
acarreada por el Contador Bustos y empleados de Báez, mientras éste se
encontraba detenido. La complicidad del sector bancario fue fundamental
para concretar esta maniobra y la misma se hizo con autorización y
conocimiento pleno del Gerente Zonal, Marcelo Mazú, de estrecha
vinculación con Báez y sus negocios. (Segundo informe)
Continuando con el ingreso de fondos al Banco Nación, sucursal Río
Gallegos, que entraron al edificio de la institución en bolsos y cajas,
tarea ordenada por Lázaro Báez y concretada por el contador Claudio
Bustos y empleados de su empresa, OPI va a detallar a continuación, las
fechas y los montos que fueron ingresados por un total de $
30.952.425,00 pesos, destinados a cubrir los saldos impagos de salarios y
aguinaldos de personal de Austral Construcciones, que antes del mes de
noviembre de 2015 ya se encontraban protestando en las rutas por falta
de pago de al menos dos quincenas.
El dinero “físico” ingresó al BNA sucursal Río Gallegos en los siguientes días y por los siguientes montos:
14/01/2016 $ 4.670.273,00
15/01/2016 $ 5.757.836,00
19/01/2016 $ 3.042.071,00
20/01/2016 $ 2.465.857,00
21/01/2016 $ 3.805.974,00
22/01/2016 $ 3.838.905,00
25/01/2016 $ 537.823,00
26/01/2016 $ 615.292,00
02/02/2016 $ 147.898,00
22/02/2016 $ 929.915,00
24/02/2016 $ 3.140.581,00
26/02/2016 $ 2.000.000,00
15/01/2016 $ 5.757.836,00
19/01/2016 $ 3.042.071,00
20/01/2016 $ 2.465.857,00
21/01/2016 $ 3.805.974,00
22/01/2016 $ 3.838.905,00
25/01/2016 $ 537.823,00
26/01/2016 $ 615.292,00
02/02/2016 $ 147.898,00
22/02/2016 $ 929.915,00
24/02/2016 $ 3.140.581,00
26/02/2016 $ 2.000.000,00
Total $ 30.952.425,00
Tal como se resaltó en el primer informe,
esta cantidad de fondos en efectivos, su movimiento interno y la
acreditación correspondiente no se pudo hacer sin la complicidad expresa
de las autoridades del banco local, pero también con el pleno
conocimiento, conformidad y autorización de la autoridad zonal, en este
caso, el Gerente Marcelo Mazú, quien en el sumario
interno instruido, negó haber tenido conocimiento o aprobado dicha
maniobra, como señalamos en el informe Nº 1.
Las fuentes señalaron claramente a OPI que ante tamaña cantidad de
dinero y más aún, en virtud de lo irregular en que se encontraban las
cuentas de la empresa Austral Construcciones SA, ningún
movimiento de esta envergadura y características, se puede hacer sin la
debida y expresa autorización de la autoridad bancaria local y
regional.
Asimismo, OPI accedió a los mails donde el gerente Davena, por esos
días, le solicitaba a la empresa Austral Construcciones SA que envíen la
declaración suscriptas por Báez que amparara y justificara la procedencia de los fondos.
El resultado del sumario interno en la institución bancaria y el
encubrimiento político que existe dentro del BNA en relación al Gerente
Zonal Marcelo Mazú, ha producido un malestar evidente y la realización
de reclamos, más aún después de dos cesantías en los niveles medios
(Gerente y Subtesorero) porque entienden desde el sector de personal
Jerárquico que no se está llegando a fondo en la delimitación de
responsabilidades.
Hombre de confianza
Marcelo Mazú hizo una carrera meteórica dentro del
BNA durante el kirchnerismo, iniciándose como cajero, tesorero durante
varios años y nombrado luego Gerente de la sucursal Río Turbio, terreno
político de gran influencia de su hermano Matías ex intendente y hoy
diputado provincial. A no pocos les ha llamado la atención que en
general la carrera bancaria se transita, al igual que los ascensos,
siempre con traslados, excepto en casos como éste donde Mazú pasó de
auxiliar a cajero, de ahí a tesorero y de allí a la Gerencia en la misma
sucursal.
De este lugar en la cuenca saltó directamente como Gerente de la
Sucursal Río Gallegos del BNA, donde afianzó su alianza con Lázaro Báez y
luego, ascendió a la Gerencia Zonal, como instrumento necesario para
convalidar todos los actos que luego fueron revelados a lo largo de
estos años con el movimiento de fondos, los cientos de cheques sin
fondos de Austral que aparecieron en el BNA, los sobregiros y beneficios
estrictamente vinculados a la conexión política con el kirchnerismo.
Cuando hubo que “aggiornar” el sistema para que ciertas decisiones no
quedaran en manos de extraños, a través de una Resolución, se barrió
con la Gerencia Zonal del BNA en Comodoro Rivadavia y fue puesto allí,
precisamente Mazú, quien mantenía aceitadísimo el engranaje del poder,
los contactos políticos (dentro y fuera del banco) con el apoyo
inestimable de su hermano Matías, por cuyo pedido promovió a un amigo de
Río Turbio (Rolando Davena), hasta ese momento subgerente de esa
sucursal, a la gerencia de Río Gallegos, cuando Marcelo Mazú ocupó la
zonal de donde tenía más influencia y decisión.
A pesar de lo inusual de ascender dos categorías en la misma
sucursal, Davena quedó de Gerente y se trajo a su lado como Subgerente a
Juan Pross, otro empleado de ascendencia bancarias express, que de
cajero en Puerto Deseado, pasó a Gerente en Río Turbio y a los 6 meses
de nombrado fue puesto en el cargo en esta capital, a pedido de su amigo
Davena y gestionado por Marcelo Mazú desde la zonal, logrando de esta
manera, construir un andamiaje de gente conocida que se tejió gracias a
los raros influjos de la política, logrando en poco tiempo que el Banco
Nación funcionara como una Unidad Básica de lujo de la Cámpora, donde
era habitual la vista del diputado Matías Bezi y Daniel Lier,
empleado del BNA quien estuvo de licencia política para ser secretario
del gobernador Daniel Peralta, luego volvió al banco unos meses y
posteriormente fue nombrado Director del RENATREA (Registro Nacional de
Trabajadores y Empleadores Agrarios).
De acuerdo a las acciones de cada uno que pudimos reconstruir, por
declaraciones de empleados a quienes les era habitual ver a estas
personas transitando por la gerencia de la sucursal local del banco,
Lier era quien manejaba junto a Bezi, los ingresos al BNA y la
administradora de la AFIP en ese momento, Virginia García, era habitué de la oficina del Gerente Zonal, Marcelo Mazú.
Quienes pudieron leer documentación de acceso restringido, aseguran
que Daniel Lier, dentro del banco estaba encargado de gestionar y llevar
el control de las cuentas de Cristina Fernández (depósitos, plazos
fijos, cuentas corrientes) y absolutamente toda la operatoria de las
cuentas de la ex presidenta, era consensuado con Marcelo Mazú, llegando a
definir a la Gerencia zonal como una “U B de La Cámpora” y hay gente
que actualmente trabaja en la sucursal que aseguran haber sido
perseguidos solo por no compartir la ideología política de los
nombrados.
Manos libres
Un ex empleado adscripto en algún momento a la zonal, cuando aún
estaba en Comodoro Rivadavia, indicó que los créditos otorgados a
Austral Construcciones, como los excesos en los descubiertos y los
sobregiros por fuera de las normas del propio banco, las manejaba y
decidía Mazú, quien tenía línea directa con el presidente de la
Institución; trasladaban Directorio y los empleados de “Grandes
Empresas” para Río Gallegos y se firmaban o se cerraban los negocios en
Gerencia zonal de esta ciudad, recuerdan. Personal jerárquico del banco
admitió que Mazú autorizaba las bonificaciones de los intereses que
debían abonar por el atraso en los pagos de las cuotas y tal como lo
relatan los contadores de Austral “después tenían que devolver
gentilezas”.
Uno de los argumentos más sólidos que no admiten el desconocimiento
por parte de Mazú de los depósitos que transcribimos al inicio de este
informe, es que el mismo liquidaba anticipadamente sus plazos fijos
personales para cubrir los excesos de descubierto de la empresa de Báez.
Un ex contador de Austral Construcciones, le confió a OPI que Marcelo
Mazú en persona se apersonaba en las oficinas de la calle Gregores y se
reunía con el contador Claudio Bustos, Abel Vargas, Lázaro Báez y sus
hijos Martín y Leandro, cuestión que no fue un hecho fortuito o casual,
sino era una costumbre regular y permanente, lo cual da por descartado
la afinidad que existía entre estas personas y los intereses que los
unían, al punto que cuando Mazú y los Directores del Banco llegaban a
Río Gallegos, eran invitados por Báez a su famosa chacra, que luego a
través de las “bodegas” y “cavas de vino”, fue conocida nacional e
internacionalmente.
Otro indicio de la estrecha relación de los Báez con la gerencia del
BNA, estaba dada por la concurrencia asidua de empleados de la sucursal
del BNA a El calafate, donde pasaban largos fines de semanas, con
especiales atenciones en el Hotel Alto Calafate.
Todo esto apunta a convalidar la estrecha vinculación que ha existido
todos estos años entre las autoridades del Banco Nación y el poder
político y cómplices de ese poder como Lázaro que había montado su
empresa como pantalla de una acción premeditada para desviar fondos y en
medio de ese fárrago de corrupción, utilizaron como plataforma y canal
para mover esos fondos, el Banco de la Nación Argentina, tanto al
sucursal Río Gallegos, como la Gerencia zonal. (Agencia OPI Santa Cruz)
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