Powered By Blogger

Visitas

sábado, 2 de junio de 2012

CON REPOSO, LA JUSTICIA SIGUE EN TERAPIA.(POR ERNESTO SANZ)


Sanz
Ante un resfrío, gripe o dolor de cabeza, muchas veces el médico nos recomienda hacer reposo y ver que pasa. Esta vez, y cuando el paciente es la justicia, apostar a reposo puede ser perjudicial para la salud.
La Justicia argentina pasa por uno de sus peores momentos desde el regreso de la democracia. No se si el peor, tal vez tan malo pero menos fastuoso y espectacular que la justicia del menemismo, pero tan sumisa como aquella y efectiva en la protección de los funcionarios y amigos del poder.
Hay dos ejemplos tan burdos como fieles de esta justicia acorralada por el poder. Los dos parten del mismo punto de inicio, la investigación en torno al caso Ciccone.
La primera, los cambios ideas y venidas en una causa que inició Rafecas como Juez y Rívolo como fiscal y ahora está bajo la investigación de Lijo y Di Lello. Que cambien el juez y el fiscal de una causa que por primera vez en mucho tiempo compromete a altos funcionarios públicos en actividad, y que quienes sean removidos sean agentes judiciales que habían dado curso a la investigación, llama la atención y preocupa.
La segunda, es la propuesta de Daniel Reposo como procurador general de la Nación. Su postulación, vale la pena recordar, tiene la finalidad de ocupar el espacio que dejó libre la dimisión de Esteban Righi tras haber sido señalado por Boudou en una conferencia de prensa posterior al allanamiento de una propiedad a su nombre.
La propuesta de Reposo debió cumplir con diversas instancias legalmente establecidas. El candidato elaboró una carpeta de antecedentes y en el Ministerio de Justicia se abrió un registro de adhesiones e impugnaciones a su candidatura.
Desde un principio, la candidatura de Reposo recibió objeciones. Simplemente porque no reúne a prima facie los antecedentes que deben respaldar a un aspirante a procurador general de la Nación. Desde el vamos, la candidatura era endeble.
Hace semanas, apareció un ingrediente más en esa candidatura. Los diputados Manuel Garrido y Graciela Ocaña, revelaron que el currículum que presentó Reposo indicaba antecedentes falsos. Puntualmente, consignaba que había participado como expositor de una conferencia junto con Ban Ki Moon, secretario general de la ONU, situación que fue salvada posteriormente por Reposo indicando que fue “un error de tipeo”.
A partir de allí se puso la lupa en otros puntos que señalaba Reposo como antecedentes académicos. Muchos de ellos debilitan aun más una propuesta que nació cuestionada.
El procurador general, de acuerdo con la Constitución Nacional, integra el Ministerio Público, que a su vez debe promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de los intereses generales de la sociedad. Habrá diversos perfiles de procuradores, pero es evidente que deben reunir condiciones de idoneidad, honestidad y transparencia.
Sin dudas, mucho del rumbo de nuestra justicia se juega en la designación del próximo procurador de la nación. La designación de Reposo sería en este sentido un paso atrás. El candidato no sólo no es idóneo, sino que debiera explicar con más solvencia y seriedad sus errores de tipeo. La honestidad y transparencia de un funcionario público son condiciones innegociables. En el caso de la justicia argentina actual, además son fundamentales si queremos que recupere confianza y prestigio.
Desde la reforma de la Corte Suprema, allá por 2003- 2004, el oficialismo ha acorralado y condicionado paulatina y sostenidamente a la independencia de la justicia. La designación de Reposo sería lamentablemente un paso más, no ya en el condicionamiento, sino en la subyugación del tercer poder de la república.

No hay comentarios:

Publicar un comentario