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viernes, 29 de marzo de 2013

Nuestro objetivo es conseguir seguridad, no desearle la muerte a un malviviente

ME PARECIO IMPORTANTE COMPARTIR ESTO: 

Leí con detenimiento cada comentario que expusieron por el delincuente muerto. No pretendo que todos estén de acuerdo conmigo, pero necesito compartir mi opinión, prefiero no callarme. Y primero que nada, quiero dejar BIEN en claro que no estoy en contra de que lo hayan matado. El accionar, a mi entender, estuvo bien. Lo que me preocupa es lo que hemos llegado a pensar, y a decir, con respecto a esto. Me pone la piel de gallina (y no miento) darme cuenta que nos estamos dejando llevar por los poderosos que nos manejan. 
Recordemos que en este país hay muchas formas de morir. Recordemos que en este país la delincuencia no viene solo del lado del "negro cabeza" que te aprieta para sacarte algo y matarte si se le da la gana. 
Esto viene de arriba. Esto viene de la gente que le importa un pito la vida nuestra y la del chorro/asesino. Estamos metidos en la misma bolsa, sólo que unos elijen el buen camino y otros el malo.
A veces me pregunto, ¿No es más asesino el que tiene el poder de cambiar las cosas pero no actúa? ¿No es igual, o más delincuente el juez que deja en libertad al tipo que mañana te puede matar? ¿No es igual o más asesino, el que no hace cumplir la ley, teniéndola frente a sus narices, o PEOR, cambiándola a favor de los que delinquen?
Ese juez, fiscal, diputado, senador, intendente, gobernador, hasta presidente, por qué no, es el que permite que ésta situación sea posible. Creo, sólo me parece, que en eso estamos todos de acuerdo. Nada de esto pasaría si a ellos les importara nuestro bienestar y nuestra seguridad. NADA de esto pasaría. Y con NADA no me refiero sólo a que los delincuentes vayan presos; sino que ni siquiera debería existir tal. 
Escribo y siento como si estuviera planteando una utopía, porque me duele con todo el corazón saber que estamos con suerte, a décadas de que eso ocurra. Estamos tan acostumbrados a vivir MAL, que parece que lo que pedimos es un lujo y no un derecho. Que nos parece NORMAL tener que abrir un grupo y crear una marcha y dedicar tiempo de nuestras vidas para pedir algo tan simple como lo es la seguridad.

Esto nos va a terminar consumiendo. Y lo único que se logra festejando la muerte del tipo, y sobretodo, pidiendo por la muerte del resto de los malvivientes, que por desgracia abundan, es empeorar la situación. Es caer, no ascender. ¿Cómo podemos pedir seguridad si no nos cuidamos a nosotros mismos? Les pido POR FAVOR, intenten dejar la furia y la impotencia y la bronca de lado, y pensemos con la cabeza por un momento. La solución no es matarlos a todos, sería una masacre. Además de que sería prácticamente imposible, es algo totalmente cruel desearle la muerte a alguien. Por más que sea un reverendo hijo de re mil puta mal parido que no le importe quitarte la vida a vos. Sé que no somos capaces de matarlos, por lo menos la mayoría, pero tan solo con desearles la muerte te das cuenta que acá hay algo que funciona mal. 
Los chorros que nos matan son una extensión de los tipos que nos gobiernan. Con el criterio de "matar asesinos", yo pondría en la lista a los corruptos que mandan arriba más que al chorro que sale a afanar y a matar. Porque lo peor, es que el ignorante que te mata se lleva tu vida, $50, un celular y una moto; pero el gobierno de turno gracias a él se lleva una bolsa de millones, y otra bolsa con las vidas de todos los que prácticamente mandó a matar. Porque dejarlos libres y no educar, es sinónimo de mandarnos a matar.
Por último, doy gracias a Dios por no haber perdido a ningún ser querido por esta razón, sin embargo estuve muy cerca. Y me han robado más de una vez, me han hecho sentir vulnerable, débil. Me han dejado desnuda en el medio de la calle, me han manoseado. Me han amenazado. Me han hecho querer ir a buscarlos y partirles un fierro en la cabeza. Y me hacen sentir presa de mi propia vida. Vivo con miedo, cuando salgo de mi casa mi cabeza parece la de una lechuza, si pudiera girarla 360° lo haría. Si pudiera salir armada, lo haría. Tengo ataques de pánico, hay días en los que no puedo salir de casa ni siquiera a pleno rayo del Sol, porque tengo miedo.
Escucho una moto y me tiemblan las piernas y se me afloja el cuerpo entero. Cada vez que salgo me es imposible no pensar "dentro de diez minutos podría estar muerta". Y lloro de la impotencia por no poder ser dueña de mi propia vida. Por no tener el valor de ir a comprarme una latita de gaseosa al kiosco de la esquina por miedo a que me peguen un tiro en el camino. Pero en mi interior sé que no estoy enojada con el tipo que es capaz de matarme. Estoy enojada con el que creó a ese ser horrible. Estoy indignada con el que permitió que esa persona se convirtiera en alguien así.

Para violentos están ellos, no paguemos con la misma moneda ni dejemos influenciarnos por su manera de actuar. Sabemos muy bien cuál es la nuestra, así estuvimos viviendo desde que nacimos. 
Nuestro objetivo es conseguir seguridad, no desearle la muerte a un malviviente.

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