“Alma de Loca”
“Ríe siempre, milonguera, bullanguera, casquivana
para qué quieres amargar tu vida
pensando en cosas que no pueden ser.
Corre un velo a tu pasado, sé milonga, sé mundana,
para que así los hombres no descubran
tus amarguras, tus tristezas de mujer”
Jacinto Font
Con el mismo pragmatismo con que años ha presentara el proyecto de ley
de la asignación pseudo-universal por hijo, robando la iniciativa a la
Coalición Cívica, la Presidente elevó el llamado mínimo no imponible del
impuesto al salario más de lo que había propuesto la oposición,
encabezada por Massa y Camión
Moyano; ahora bien, si era tan fácil hacerlo, ¿por qué no lo había
concretado antes de las PASO? La respuesta me parece obvia, sobre todo
porque confirma mi viejo aserto acerca de la mala información que
Icazuriaga y Milani, los discutidos e ignorados jefes de la Secretaría
de Informaciones y del Ejército, le suministraron dos veces: el
Intendente de Tigre no se presentaría, y las primarias afirmarían la
preponderancia del Frente
para la Victoria.
Con la misma chapucería el Gobierno actuó en la relación con LAN
Argentina. Voces del entorno presidencial daban cuenta de la previa
certeza de una reacción adversa de la Justicia ante la pretensión de los
jóvenes ladrones de La Cámpora de obtener, con esas inicuas presiones,
el monopolio de los vuelos de cabotaje para su “quintita” propia,
Aerolíneas Argentinas; entonces, ¿para qué lo hicieron? Es cierto que
una
política muy parecida le sirvió a don Néstor (q.e.p.d.) para robarle el
25% de YPF a Repsol, que puso a nombre de los Ezkenazi, pero eran otros
tiempos, más aptos para la corrupción y la locura.
Hay que recordar que esas acciones del fallecido son las causantes de la
fenomenal crisis energética que asola nuestro país, que responde por la
imparable inflación y que se convertirá, sin dudas, en el peor problema
que deberá enfrentar el sucesor de doña Cristina, quienquiera que sea,
porque, además, éste no contará con las indispensables divisas
requeridas para el pago de las importaciones. Esa crisis, sólo ahora
reconocida por el enigmático Galuccio, es la que ha obligado al Gobierno
a cometer una nueva chapuza, la firma del contrato con Chevron.
No se trata de una crítica a la incorporación del capital extranjero,
que aplaudo por indispensable, sino en la forma en que se hizo y el
secretismo que rodea sus estipulaciones. El inusitado plazo de
concesión, la exclusión del “cepo cambiario” –sólo porque no ha sido
generalizada- y, sobre todo, la destrucción de los restos del
federalismo, la invocación de la calidad de empresa privada para YPF
para evitar el dictado de una
ley, y todo ello por un monto que no representa ni siquiera el 15% de
las necesidades anuales de una exploración y explotación prolija de Vaca
Muerta, son aspectos que tenderán a desalentar, aún más si cabe, a
otras empresas que podrían tener interés en participar del yacimiento.
El señor Galuccio y doña Cristina deberían recordar que, a la hora de
los bifes
, “Roma no paga traidores”.
La tercera chapucería de la semana fue concretada al anunciar el envío
del proyecto de ley para reabrir el canje de la deuda, enumerada en el
discurso presidencial como la segunda medida –la primera, créase o no,
fue que rezaría a Dios para que la Corte Suprema norteamericana la
entendiera- que había decidido adoptar. Nuevamente, la pregunta es: ¿por
qué no lo hizo antes que la Cámara de Apelaciones le pegara un sopapo
tan fuerte a
la Argentina? Además, y como prueba de la forma en que se maneja hoy la
economía, tuvo que recular en chancletas con la propuesta de cambiar el
domicilio de pago, ya que hubiera sido considerado como un desprecio –de
todos modos, ya anunciado- a la futura decisión del Tribunal.
La viuda de Kirchner ha enviado a Lancha
Scioli a ponerse la campaña del FpV al hombro, en todo el país; para
fortalecerla, recurre a estos manotazos de ahogado y a esconder a los
más conocidos e impresentables de su entorno. Sin embargo, me parece que
no tendrá éxito. Ayer fueron difundidas nuevas encuestas –Zuleta
Puceiro, le da 6 puntos de ventaja a Massa, pero siempre comete
“errores” de medición; Poliarquía que, anunció paridad en las PASO,
ahora le da 10;
y González, que fue uno de los pocos en anunciar con precisión el
derrumbe oficialista, la lleva a 13 puntos de diferencia- que impulsan a
cada vez más peronistas y exitistas hacia el campamento de Tigre. El
futuro del kirchnerismo está muy cercano, como demostrara el inefable
Carlos Kunkel, uno de los escondidos por doña Cristina, cuando negó
haber pertenecido a la banda de delincuentes que ésta encabeza.
Argentina, como muchos otros, es un país en el que la mayor parte de su
población se siente integrante de la clase media; sólo aparecen
excluidos de este autoconvencimiento los más pobres y marginados, y los
que sólo subsisten por los planes sociales. El divorcio que el segundo
período de doña Cristina produjo con esa enorme franja, en razón de la
eclosión del desbarajuste económico gestado por la familia imperial
desde que
accediera al sillón de Rivadavia, ya no tiene vuelta atrás; esta vez, la
señora Presidente lo sabe, porque tonta no es, pero intentará conservar
su poder hasta el último día, aún a costa del futuro –cero reservas y
una crisis energética impar- para evitar que los fantasmas judiciales
comiencen a perseguirla antes de tiempo. Debería darse por enterada que
ningún acuerdo de indemnidad que pretenda obtener resultará
posible, ya que esa misma clase media le pasará una inevitable factura.
Para creer esta afirmación –por cierto, algo pocas veces en el
peronismo- resulta menester observar qué sucedió con los funcionarios de
Menem, salvo con María Julia Alsogaray, que pueden circular
tranquilamente por la calle y comer donde se les antoja, y estos
sátrapas que, aún en el poder, son abucheados en público cada vez que
asoman la nariz fuera del helicóptero o de los autos oficiales. El odio
que han generado, a fuerza de
humillar y mentir a sus conciudadanos durante diez años, se verá
acrecentado cuando los argentinos descubramos que, una vez más, el tren
pasó por América Latina y aquí, además de perderlo, sólo ha servido para
enriquecer a los integrantes de la asociación ilícita integrada por
quienes nos gobiernan y sus empresarios amigos.
Pero, para evitar ser sólo uno más de los que disparan “balas de tinta”
contra el Gobierno y cumplir mi antigua promesa, le ruego haga click en este enlace (http://tinyurl.com/bx9t7mt
), que lo llevará a una propuesta concreta que formulé para mejorar
tanto la universidad pública y hacer que ésta recupere el nivel de
excelencia perdido hace años, como para permitir a la Argentina contar
con la cantidad adecuada de profesionales en las ciencias duras que
necesitará para su desarrollo y su participación efectiva en el mundo
globalizado del siglo XXI.
Ayer, un amigo me dijo: “si pierden en octubre, pobres de nosotros; si empatan, pobres de nosotros; y si ganan, pobres de nosotros”
. Como descarto completamente las dos últimas probabilidades, coincidió
así con mis más negros pronósticos acerca de la forma en que la señora
Presidente, más allá de los mohines y buenos modales que utilizará hasta
las legislativas, encarará sus dos últimos años en la Casa Rosada y
planificará su pesada herencia; no olvidemos que cierto monseñor, muy
cercano a SS Francisco cuando éste era
Arzobispo, calificó a doña Cristina como “maligna”.
Tal vez, resultaría útil acercarle la estrofa del tango que da título a
esta nota y, sobre todo, a la estrofa que le sirve de epígrafe. Digo
esto recordando que no hay nada más transitorio que la gloria del mundo (sic transit gloria mundi),
cosa que debe haber percibido, con enorme desasosiego, después de
conocer el resultado de las PASO e imaginar qué le espera en octubre.
Bs.As., 1 Sep 13
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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