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sábado, 14 de septiembre de 2013

LA POLÍTICA Y LA GENTE: DESIDIA Y MUERTE

Por: Jorge Cura. 

Los seres humanos más pobres los más perjudicados
Los partidos opositores debemos asumir nuestra responsabilidad, sobre todo aquellos políticos con funciones rentadas, como conniventes con la negligencia, con la desidia, porque prefirieron arriesgar vidas y pertenencias antes que
La gente no reconoce, en la política, los medios para resolver sus conflictos
El desastre de la “tragedia climática” que inundó de muerte y desolación a nuestra gente en la Capital, demuestra la imprevisibilidad negligente no sólo del gobierno de turno. La oposición tenemos también ineludibles responsabilidades.
El gobierno de la ciudad de Bs. As. reclamó insistentemente, al gobierno nacional, los avales para obtener los fondos necesarios para resolver las causas de las inundaciones: canalización de los arroyos aledaños.
También alertó que las inundaciones volverían a producirse con efectos que podían ser tan o más catastróficos que lo que ya se habían vivido.
A pesar de que estos reclamos y alertas fueron públicos, los políticos y los partidos opositores callaron, no apoyaron los reclamos justos de un gobierno que prenunciaba las consecuencias sociales, muerte y desolación, que hoy vemos.
Si, hasta los vecinos del barrio Saavedra lo reclamaron públicamente, en Febrero último, sin que NADIE se diera por aludido.
Para colmos, de nuevo, los seres humanos más pobres son los más perjudicados. Donde más afectó esta tragedia fue en los barrios más pobres, donde prevalecen las necesidades cotidianas más acuciantes, donde más se necesita de TODOS.
Los partidos opositores debemos asumir nuestra responsabilidad, sobre todo aquellos políticos con funciones rentadas, como conniventes con la negligencia, con la desidia, porque prefirieron arriesgar vidas y pertenencias antes que apoyar una obra imprescindible para la seguridad de los ciudadanos, simplemente porque, quien lo reclamaba no pertenecía a su misma parcialidad política. Temieron “quedar pegados” a una ideología, a un camino que, de todas formas, tiene como fin –por lo menos en los papeles de todos los partidos– alcanzar las mimas metas, proteger la sociedad.
 Los partidos políticos son, todavía, imprescindibles mediadores entre la sociedad y el Estado. Debemos explorar, entre TODOS, los caminos para que cumplan con sus funciones.
Por mi parte, ME COMPROMETO, desde mi simple lugar de ciudadano, hacer todo lo posible para que la UCR fortalezca su rol social más allá de las ideologías y de los intereses sectoriales.

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