Powered By Blogger

Visitas

domingo, 13 de octubre de 2013

DÓLAR A $11 Y HAY QUE IMPORTAR PETRÓLEO!!!

GRAVÍSIMO HORIZONTE

Cuando se habla de un dólar a $11... y hay que importar petróleo

La pérdida de reservas complica la gestión de la base monetaria al punto tal que el descenso del ritmo de expansión monetaria no es resultado de una prudencia del Banco Central, que sigue emitiendo para financiar el Fisco, sino de que el Banco Central no encuentra dólares disponibles para comprar (procedimiento que envía pesos al mercado porque el BCRA paga con pesos). Una economía con menos dólares, tiene mayores necesidades de importación de un insumo esencial: energía. Por un pedido de las petroleras, ya se analizan alternativas para autorizar importaciones de petróleo, algo que no sucede en forma significativa en décadas. Una situación es incompatible con la otra.

"El descenso creciente de las reservas es consecuencia, principalmente, del pago de deuda pública con reservas (fondo de desendeudamiento) y de la salida neta de divisas por las cuentas cambiarias de turismo, energía e industria de los primeros 3 trimestres. Para el último trimestre se proyecta una menor demanda de dólares para servicios de deuda pública (restan US$ 1.800 millones) e importaciones energéticas, pero ello no sería suficiente para revertir la actual pérdida de reservas."

IMAGENES DESTACADAS

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Es muy grave el rumbo de la política económica. La situación avanza hacia una crisis importante, y hoy día nada puede ya hacer la Administración Cristina para impedir, por ejemplo, una devaluación mayor del peso. En este escenario, ya se habla de un tipo de cambio de cobertura de $12, dólar paralelo podría cotizar entre $11.3 y $13.1 a fin de año y/o comienzos de 2014. Aquí 2 lecturas que explican la situación: por un lado, la escasez de dólares; por el otro, la necesidad de más importaciones (en este caso, de petróleo crudo).
 
Lectura N°1: Economía & Regiones
 
En el último mes, la emisión de base monetaria alcanzó un 26% respecto al mismo mes del año pasado, lo que implicaría una expansión en términos reales de sólo el 0.6% anual1. Hace un año atrás la base monetaria crecía a un ritmo interanual del 37% en términos nominales y al 14% en términos reales.
 
El actual descenso del ritmo de expansión monetaria no constituiría un viraje hacia una mayor prudencia monetaria. En palabras coloquiales, la base monetaria crece menos pero no por una decisión del BCRA, sino porque no hay dólares para comprar y emitir pesos a cambio.
 
Es más, en contra de la voluntad del Central, la pérdida de reservas funciona como un mecanismo no deseado de absorción monetaria, por el cual la autoridad monetaria no paga tasa de interés pero deja de ganar utilidades por diferencia de cambio o tasa.
 
La actual expansión de la base monetaria es consecuencia principalmente de la emisión para financiar al Fisco, que se ha convertido en el canal fundamental de inyección de liquidez. De hecho, puede observarse que en los últimos 30 días el BCRA tuvo que emitir un poco más de $19.000 millones para financiar al Tesoro. Dicha emisión fue compensada en parte por una venta de dólares por -$7.500 millones y una colocación de títulos de -$3.500 millones, lo cual terminó generando una expansión de base $8.000 millones. En resumen, hoy en día la base se expande por el Tesoro y se contrae en mayor medida por la pérdida de reservas y en menor proporción por la colocación de letras.
 
Considerando que las necesidades de financiamiento del sector público crecerían (por estacionalidad) en estos próximos 3 meses, habría que esperar que la expansión de base monetaria volviera a acelerarse ya que la monetización de los déficits más que compensaría la falta de emisión para comprar dólares.
 
Además, el estudio de la relación instrumentos de absorción / base monetaria pone en evidencia que en el BCRA no hay vocación de prudencia monetaria. Si hubiera vocación en pos de una mayor prudencia monetaria, el ratio Letras + pases en relación a la base monetaria debería incrementarse a lo largo del tiempo, mostrando un aumento de la relación entre lo que se absorbe y se emite de pesos. En nuestra economía sucede exactamente lo opuesto.
 
En efecto, el ratio de los instrumentos de esterilización respecto de la base monetaria se reduce sucesivamente desde casi un 40% en septiembre del año pasado a 33.6% en septiembre ’13, mostrando que el Central no tiene intenciones de hacer política monetaria contractiva para contener la inflación y/o revertir los desequilibrios latentes en el mercado monetario y cambiario.
 
En resumidas cuentas, la moderación monetaria responde a la caída (y reversión) del flujo de dólares a nuestra economía y, hasta el momento, el BCRA no ha mostrado intenciones de modificar su política para frenar el drenaje de reservas internacionales. (...)
 
A fines de septiembre 2013 las reservas internacionales ascendían a US$ 35.020 millones, acumulando una pérdida record de US$10.290 millones en los últimos 12 meses. Sin embargo, el ritmo al cual se pierden reservas se acelera, pasando de -2% (noviembre de 2012) a -23% (septiembre’13) interanual.
 
El descenso creciente de las reservas es consecuencia, principalmente, del pago de deuda pública con reservas (fondo de desendeudamiento) y de la salida neta de divisas por las cuentas cambiarias de turismo, energía e industria de los primeros 3 trimestres. Para el último trimestre se proyecta una menor demanda de dólares para servicios de deuda pública (restan US$ 1.800 millones) e importaciones energéticas, pero ello no sería suficiente para revertir la actual pérdida de reservas.
 
El uso de reservas para el pago de deuda del SPN (Sector Público Nacional) y la emisión monetaria para financiar el déficit son las variables que deterioran el balance del BCRA y retroalimentan las expectativas de devaluación. En este marco, una proporción cada vez más grande del activo del balance del BCRA se compone de títulos, letras y adelantos al SPN, en tanto que por el lado del pasivo del balance la base monetaria crece a gran velocidad. La deuda agregada del Tesoro con el BCRA totalizó unos US$ 72.888 millones (62% del activo), en tanto que las reservas cayeron a US$ 35.020 millones (30% del activo). 
 
En 2007, esta relación era inversa, 64% del activo del balance eran reservas y sólo 25% era deuda del tesoro con el banco.
 
De hecho, el ratio deuda del Tesoro / reservas más que se duplicó desde que se estableció el cepo, pasando de 0.93 (diciembre’11) a 2.08 (septiembre’13) y el tipo de cambio de cobertura, o relación entre base monetaria y reservas, subió 4.6 a $9.5 por dólar. Venimos señalando que, tras el cepo cambiario, existe una relación estrecha entre el deterioro de este ratio y los tipos de cambios paralelos debido a la lectura que hacen los agentes sobre la perdida de respaldo de la moneda o poder de fuego del BCRA. Esto último acrecienta las expectativas de devaluación. 
 
En ese marco, el dólar paralelo, que se mueve de la mano del tipo de cambio de cobertura, se depreció de $4.70 a $9.60 por dólares en el mismo período, confirmando nuestras predicciones.
 
En este escenario, si nada cambiara y el BCRA siguiera emitiendo pesos y perdiendo reservas al ritmo actual, a fin de año el tipo de cambio de cobertura podría estar alrededor de los $12.
 
Con este valor, el dólar paralelo podría cotizar entre $11.3 y $13.1 a fin de año y/o comienzos de 2014.
 
Otro hecho no menor a destacar es que el actual nivel de reservas (US$ 35.020 millones) no es total propiedad del BCRA. Por el contrario, las reservas informadas incluyen dólares que son del público y no de la autoridad monetaria, ya que incorpora los encajes (100%) obligatorios sobre las cajas de ahorro en dólares de privados en los bancos.
 
En un escenario más adverso, los depositantes podrían retirar el dinero de sus cajas de ahorro en dólares y reclamar el dinero custodiado por encaje en el Central (entorno a los US$ 8.800 millones). Por lo que en la actualidad, las reservas que son propiedad del BCRA ascenderían a tan sólo US$26.000 millones. (...)".
 
 
Lectura N°2: Pablo Fernández Blanco en el diario La Nación
    
"El temor a los eventuales títulos de los diarios, circunstancia que despierta especial aversión en el kirchnerismo, es el principal impedimento para que el Gobierno tome una decisión que, según sus cálculos, es conveniente para la Argentina en términos económicos.
 
Por un pedido de las petroleras, en el seno de la comisión de planificación y coordinación del sector, que conduce el viceministro de Economía, Axel Kicillof, y también integran los secretarios Guillermo Moreno (Comercio Interior) y Daniel Cameron (Energía), analizan alternativas para autorizar importaciones de petróleo, algo que no sucede en forma significativa en décadas. (...)
 
Para compensar la caída en la producción local de crudo liviano, las compañías quieren importar petróleo denominado Bonny Light , proveniente de Nigeria, cuyas características permitirían aumentar la producción local de naftas y gasoil. En teoría, las empresas pueden comprar crudo en el exterior sin pedir autorización. Pero en un contexto de restricciones a las importaciones y cepo cambiario, ninguna quiere correr el riesgo sin antes tener algún tipo de paraguas normativo que las avale.
 
En línea con los pedidos, la idea oficial contempla establecer un sistema de cupos para la importación que se renueven por semestre con la autorización de la comisión. Algunos funcionarios que tallan en el área energética estudian, incluso, otorgar algún tipo de beneficio fiscal para las empresas. Según sus números, el impacto fiscal sería positivo, dado que la compra de producto primario para procesar en el país permitiría reducir las importaciones de derivados. Hasta agosto, según cifras oficiales, se fueron por esa ruta 5788 millones de dólares.
 
El tema genera fricciones en la comisión. Una fuente privada al tanto de las discusiones, que pidió reserva de nombre, sostuvo que el Ministerio de Economía aceptó el pedido de las empresas, que fue rechazado por Planificación.
 
En un despacho oficial indicaron que Oil Combustibles, la petrolera de Cristóbal López, fue la primera en "pedir permiso" para comprar crudo fuera del país. El empresario cerró en 2011 la compra de parte de los negocios de Petrobras, entre ellos, la refinería de San Lorenzo, que tiene problemas para asegurarse de petróleo. El hombre cercano al kirchnerismo no fue el único que alzó la voz. El año pasado, en una reunión en la Secretaría de Energía, lo propuso Juan José Aranguren, presidente de Shell. Y este año volvió sobre el tema la estatizada YPF. Una de las alternativas que se manejó fue que la compañía trajera un barco de un millón de barriles y luego lo distribuyera entre otras refinadoras.
 
En septiembre, el presidente de YPF, Miguel Galuccio, volvió en varias ocasiones sobre el tema. En una exposición en Houston, sostuvo: "Estamos empezando a ver la falta de petróleo liviano para procesar en nuestras refinerías. Por eso es estratégico recuperar esa producción", sostuvo el ejecutivo, que empezó a tomar decisiones en la operación de la compañía para evitar mayores problemas.
 
Aunque se caracterizó por la pérdida del autoabastecimiento energético a manos de las importaciones de gas y de combustibles líquidos, la eventual compra de crudo sería un hecho inédito en la década kirchnerista. Pero si se lo mira desde un perfil técnico, en el seno de la comisión le encuentran ribetes positivos. (...)".
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario