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viernes, 15 de agosto de 2014

“Tan importante es el comer como el descomer” Vídeo y entrevista a SANTIAGO SANTIVERI, 101 años







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No es una persona muy conocida, pero debería serlo porque su mensaje es realmente inspirador y positivo. Santiago Santiveri Margarit, presidente honorífico de la empresa Santiveri, ha fallecido recientemente con 101 años y ha sido uno de los grandes divulgadores en España de la alimentación sana, el vegetarianismo, el contacto con la Naturaleza y el mundo de la dietética.
Su padre fue quien abrió la la primera tienda naturista de España en la calle Call de Barcelona en el año 1885!!! y su hijo, licenciado en Farmacia, continuó con el proyecto familiar que sigue 2 siglos después.
El testimonio de Santiago Santiveri es un ejemplo de salud y vitalidad a cualquier edad y de la importancia de cuidarse con buenos hábitos de vida: ejercicio, entorno saludble y dieta limpia. Viajero incansable y amante de la naturaleza, se mantuvo activo hasta los últimos días de su vida, acudiendo a la empresa cada día conduciendo su propio coche. Su última aparición pública fue el pasado mes de mayo en la feria Biocultura de Barcelona donde protagonizó este mini documental titulado “Los secretos de una larga vida“.
Este es un resumen y abajo una reciente entrevista:







  • “Tengo 101 años y me siento todavía jóven y lo más importante para mi, el conservar la mente clara y el corazón que palpite”
  • Vivo la vida, no estoy acongojado ni retraido, vivo normalmente y siento como puede sentir un hombre de 25 años”
  • “Os aconsejo: CUIDAROS, sobre todo, no fumar, no beber, no tomar tóxicos porque el cuidarse es la base principal de todo. Cuidarse es hacer todo lo necesario para ser feliz: trabajar y producir algo beneficioso para otras personas”
  • Hay que comer pero HAY QUE DESCOMER, aunque sea feo hablar del váter hay que hacerlo. Hay que tirar de la cadena por lo menos 1 vez al día, si no complicaciones de todo el organismo. Y se refleja en la lengua, cuando la tiene usted con una capa blanca es que no va bien de vientre. Los productos integrales son importantes (…) Para comparar nuestro organismo con una ciudad, ¿qué pasaría si se taponaran las cloacas y todo se quedaría dentro de la ciudad con todos los deshechos dentro?
  • “La ducha fría es imprescindible, después un poco de gimnasia física y a seguir”
  • “Tomo “Vigor total” desde hace muchos años y es la base de mi estado de salud. Después un plato de fruta del tiempo y la manzana que no falte nunca
  • “Soy más feliz con un plato de ensalada o verdura que con un bistec. Mi organismo es vegetariano
  • “La cena debe ser muy suave”
  • “Las grasas animales son muy perjudiciales para el organismo”
  • “Me encuentro bien y hago todo para seguir encontrándome bien: cuidarse y dejarse cuidar
  • “Soy farmaceútico y no sé el sabor que tiene la aspirina porque no he tenido nunca dolor de cabeza gracias a la alimentación sin tóxicos”
  • “No me gusta que llamen viejo, soy menos jóven que otros
  • “Amo la vida, siento la Vida, siento el sexo”
  • “No me asusta tener 101 años. No sé cuanto viviré. Arriba tienen la palabra”
Entrevista de Josan Ruiz en la revista CuerpoMente nº 265

“¡Cuídese y ayude a otros a cuidarse!”

Santiago Santiveri me recibe en la fábrica de la empresa que su padre fundó en 1885, pionera en acercar al gran público los alimentos dietéticos. Todavía acude a ella a menudo conduciendo su automóvil. Charla con lucidez sobre todo tipo de temas, y a sus 101 años sigue sin sentirse viejo.
¿Su padre conoció a Kneipp?
—Sí, y se curó gracias a él. Tenía principio de tuberculosis. Lo habían desahuciado, pero no se resignaba, así que fue a Bad WSrishofen, en Baviera. Se hizo amigo de Kneipp, pasó allí seis meses, aprendiendo de él, recuperándose con dieta vegetariana y baños a pelo en el Danubio, de noche, en invierno. De vuelta visitó a sus médicos para que vieran que estaba curado o, como a él le gustaba decir, naturado: curado por la naturaleza, sin medicinas.
Usted sin embargo estudió farmacia.
—Pero nunca ejercí de farmacéutico, ni sé cómo sabe la aspirina. Nunca me ha dolido la cabeza. El motivo es que mi padre empezó a importar plantas y productos dietéticos de Alemania y a fabricar otros aquí. Al principio los vendía en su camisería de la calle del Call. Para eso le exigían tener un farmacéutico.
¿El primer éxito de Santiveri?
—La malta. Se tostaba de forma artesanal en la primera fábrica de la empresa, en Casa Antúnez. Vivíamos allí para que mi hermano, que tenía mal de Pott, pudiera tomar sus baños de mar.
¿Les afectó mucho la Guerra Civil?
—Sí. Nos expropiaron la fábrica, los coches, el camión… Mi padre murió. Pero como expropiados, pudimos participar en un sorteo y nos tocó un camión que iba con carbón de encina. Me pasé diez años haciendo de transportista: día y noche. Así pasamos la posguera
¿Su infancia fue vegetariana?
—Nací vegetariano y en casa siempre recurrimos a la medicina naturista.
¿A qué atribuye su buena salud?
—A comer y a descomer bien. Tan importante es tomar alimentos que no sobrecarguen el sistema digestivo como eliminarlos al menos una vez al día
¿Cómo es un día de su vida hoy?
—Me levanto, me ducho con agua templada y acabo con fría para provocar la reacción del cuerpo. Luego, un poco de gimnasia. Lo primero que tomo es un vaso con el jugo de un limón, agua y dos cucharadas de «Vigor Total», suplemento ideado por el naturópata Gayelord Hauser, que atendía a actores de Hollywood. Tiene germen de trigo, levadura de cerveza, polen, lecitina y algas. A eso le sigue fruta del tiempo y leche con malta. Soy feliz con una buena ensalada o un plato de verdura.
¿Y qué más le hace feliz?
Viajar y caminar en plena naturaleza. Me encanta andar por un sendero: todo lo que te rodea rebosa vida. No es como ir en coche por una autopista

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 FUENTE: http://www.lacocinaalternativa.com/

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