La iniciativa sería a cambio de relanzar el intercambio comercial, que ya alcanza los U$S 1200 millones. Silencio en Cancillería.
El gobierno de la presidenta Cristina Kirchner estaría dispuesto a suspender de hecho la investigación de los dos ataques terroristas
que sufrió este país en 1992 y 1994, en los que fueron destruidas las
sedes de la embajada de Israel y de la AMIA en Buenos Aires, según
revela un documento hasta hora secreto, recientemente entregado por el ministro de Relaciones Exteriores de la República Islámica de Irán, Alí Akbar Salehi, al presidente Majmud Ajmadineyad.
Para la diplomacia de Irán, las investigaciones argentinas habrían quedado cerradas. El canciller iraní le asegura en su informe al presidente Ajmadineyad que “la Argentina ya no está más interesada en resolver aquellos dos atentados, pero que en cambio prefiere mejorar sus relaciones económicas con Irán”.
El informe secreto, al que ha accedido PERFIL porque
ha comenzado a ser analizado en las cancillerías de varios países, fue
redactado luego de la reunión que el canciller argentino, Héctor Timerman, mantuvo con su contraparte de Siria, Walid al-Mohalem, y con el propio presidente Bashar al-Assad el 23 y 24 de enero último en la ciudad siria de Alepo.
Sugestivamente, Timerman se apartó de la delegación argentina que
encabezó Cristina Kirchner en Kuwait, Qatar y Turquía, para conversar
con el dictador sirio en una ciudad convenientemente ubicada a 400
kilómetros de la capital, Damasco. El cable de la agencia oficial de
noticias siria dijo en ese momento que Timerman y Al-Assad abordaron el
proceso de paz en Medio Oriente “paralizado a causa de las políticas
israelíes y el fracaso que ha demostrado la
administración estadounidense en presionar a Israel para que cumpla con
la legalidad internacional”.
Conversaciones ocultas. La verdadera naturaleza de este encuentro no habría sido informada por Timerman a la comunidad judía argentina. Al
Assad visitó oficialmente Buenos Aires en julio de 2010 y fue recibido
calurosamente por la Presidenta, que en ningún momento reconoció
que Siria es un régimen dictatorial de partido único, cuyo líder ocupa
el cargo hace diez años como sucesor sanguíneo de su padre, Hafez
al-Assad, y que ahora enfrenta varias protestas que son
sangrientamente reprimidas. En la visita de Timerman, firmó además
un acuerdo de intercambio entre la agencia Télam y la agencia oficial
siria SANA. Irán mantiene desde hace largos años una influencia política
y militar dominante y muy ostensible sobre Siria.
Resulta evidente que en el encuentro en Alepo podría haber servido para que Timerman diese la luz verde argentina de reconciliación con Irán
por medio de los sirios. Siria, incluso, les advirtió a los argentinos
que el canciller iraní Salehi estaría en ese país en ese mismo momento,
algo que la cancillería argentina no objetó. Funcionarios argentinos e
iraníes poco conocidos han estado conversando de manera discreta, según
pudo saber PERFIL, en septiembre de 2010 y febrero de 2011.
Renunciamiento. Según las conclusiones de la
inteligencia iraní, que hace suyas la cancillería de Teherán, el
gobierno argentino habría renunciado a llevar ante la justicia al
actual ministro de Defensa, Ahmad Vahidi, y otros funcionarios iraníes
sospechados de complicidad en esos episodios terroristas.
La cancillería iraní considera que si estos temas son dejados de
lado, ambos países pueden encarar una nueva etapa que permita
superar dos décadas de frialdad total, lo que permitiría a Irán
recuperar terreno en el desarrollo de unos vínculos que se han venido de
todos modos fortaleciendo en los últimos años.
El informe secreto se hizo luego de la reunión de Timerman con funcionarios sirios
El informe secreto iraní, filtrado al exterior por medios opositores
al régimen de Teherán, subraya el interés del régimen fundamentalista
en la situación del ministro de defensa, Vahidi, un personaje clave en
el esquema de poder, ya que era el comandante de la llamada Fuerza Quds
de los Guardias Revolucionarios cuando la embajada israelí en la calle
Arroyo de Buenos Aires fue demolida con un coche bomba en marzo de 1992. Siguió ostentando esa posición militar clave en julio de 1994,
cuando el turno le tocó a la AMIA.
cuando el turno le tocó a la AMIA.
Las propias investigaciones que se hicieron en la
Argentina detectaron años después que Vahidi fue uno de los principales
organizadores de estos ataques, de los que el gobierno iraní ha tratado
de despegarlo hace ya años, pero sin éxito. En sus recomendaciones
a Ajmadineyad, el canciller Salehi propone que lo autoricen a su
contraparte argentina para solicitarle que revoque las órdenes de
arresto que el Gobierno ha solicitado a Interpol contra Vahidi y otras
figuras prominentes del régimen.
El informe que ha trascendido sostiene que para la inteligencia iraní
ya es un hecho que, incluso si una tercera parte demandara
secretamente la extradición de Vahedi, la Argentina lo rechazaría.
El ministro de Defensa incriminado ya puede viajar al exterior sin
problemas, porque el asunto de los ataques contra la Argentina ha
quedado muy olvidado a nivel mundial y a nadie le interesa mucho, ni
siquiera a Interpol.
El blanqueo de Vahidi es un asunto delicado que sólo puede prosperar
si la cuestión permanece en la oscuridad o se mantiene en silencio,
dicen fuentes familiarizadas con estos sombríos espacios de
marginalidad internacional.
En Teherán, lejos de toda ingenuidad, saben que el gobierno argentino
jamás admitirá este retroceso en público y menos aún que ha cambiado de
posición. Cuando Vahidi fue nombrado ministro en agosto de 2009, es
cierto que el gobierno de Cristina Kirchner criticó abiertamente tal
designación y por ende no sería astuto que ahora admita públicamente un
giro de 180 grados. Pero en su propuesta a Ajmadineyad, el canciller
iraní sostiene que su país tiene una oportunidad para explotar el
hecho de que la opinión pública ya ni se acuerda de esos ataques de hace
casi 20 años y que la coyuntura es ideal para relanzar un nuevo ciclo
de amistad entre ambos gobiernos.
El gobierno iraní sostiene que aunque el comercio entre ambos países
estuvo paralizado hasta hace pocos años, el último balance hecho en
Teherán revelaría negocios anuales por un valor aproximado a los 1.200
millones de dólares. Se podría inferir que las expectativas de unos y
otros sea la de multiplicar semejante intercambio comercial.
En su ahora filtrado documento secreto a Ajmadineyad, el canciller
Salehi elogia la estrategia –originalmente concebida por el llamado
“Líder Supremo”, Alí Jamemei, y luego adoptada por el gobierno iraní– de
no ceder a las acusaciones argentinas. Dice Salehi que fue un acierto
no cooperar con la Justicia argentina durante esas investigaciones, que
siempre terminaron abortadas.
Un poco de historia. Los seguidores del tema dicen
recordar que luego de la sorprendente sentencia exculpatoria de
la conexión local emitida por el Tribunal Oral Federal Número 3, el
entonces canciller Rafael Bielsa habría admitido en privado la
existencia de una política de acercamiento de la Casa Rosada con Irán.
E, inclusive, habría dado a entender que había un
intermediario trabajando secretamente para lograr el
reconocimiento argentino al estado palestino, lo que finalmente anunció
el actual canciller Timerman.
El documento iraní elogia la estrategia de nunca haber cooperado con la Justicia argentina
Todo parecería revelar una clara diferencia entre la postura pública de los Kirchner
y su proclamado acercamiento a Israel y a la comunidad judía argentina,
y las claras muestras de acercamiento a Irán, Siria y –en cierto modo–
Libia, con cuyos regímenes el kirchnerismo tiende a sentirse
más cercano.
En el acto del 17 de marzo, en recordación del 19º aniversario del
atentado contra la embajada de Israel, los asistentes vieron a Timerman
del brazo con Sergio Burstein, a quien invitó oficialmente a que
participe de su próxima gira a Israel. Burstein no sólo no es
formalmente dirigente de la comunidad judía, sino que sus vínculos con
los Kirchner no son un misterio para nadie.
Pero ahora el delicado problema que confrontaría la Casa Rosada es
que Timerman está en vísperas de un viaje a Israel y Cristina
Kirchner siempre se ha preocupado por mostrar una imagen pública de
simpatía y comprensión para con la comunidad judía argentina.
FUENTE:
http://www.perfil.com/politica/El-Gobierno-negocia-un-pacto-secreto-con-Iran-para-olvidar-los-atentados-20110326-0004.html
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