Profecía
sobre Argentina (1890)
“Veo bandas rapaces, movidas de codicia, la
más vil de las pasiones, enseñorearse del país, dilapidar sus finanzas,
pervertir su administración, chupar su substancia, pavonearse insolentemente en
las cínicas ostentaciones del Fausto, comprarlo y venderlo todo, hasta
comprarse y venderse unos a otros a la luz del día. Veo más. Veo un pueblo
indolente y dormido que abdica sus derechos, olvida sus tradiciones, sus
deberes, y su porvenir, lo que debe a la honra de sus progenitores y al bien de
la prosperidad, a su estirpe, a su familia, a sí mismos y a Dios, y se
atropella en las Bolsas, pulula en los teatros, bulle en los paseos, en los
regocijos y en los juegos, pero ha olvidado la senda del bien, y va a todas
partes, menos donde van a los pueblos animosos, cuyas instituciones amenazan
desmoronarse carcomidas por la corrupción y los vicios. La concupiscencia
arriba y la concupiscencia abajo. ¡Eso es la decadencia! ¡Eso es la muerte!”
José
Manuel Estrada (Discurso del 13-4-1890)
No le ha errado ni en lo más mínimo, solo le faltó ponerle nombres
propios a los hacedores de nuestra decadencia ganada y adueñada de nuestra nación.
Nada que festejar, salvo ser cómplices y participes necesarios de
nuestra propia inmoralidad, cobardía, cinismo, inconducta cívica y
desprecio por el bien común y el interés general. Dios y la patria nos lo
demanden!!
25 de mayo de 2015.-
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