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miércoles, 27 de mayo de 2015

TIERRA DEL FUEGO Y EL PARO ADUANERO CHILENO

La crisis que vive Tierra del Fuego a raíz del conflicto aduanero, en palabras de una periodista

La crisis que vive Tierra del Fuego a raíz del conflicto aduanero, en palabras de una periodista
Hace una semana los trabajadores de la Aduana chilena comenzaron un paro nacional, total y por tiempo indeterminado. Para encontrar un antecedente similar debemos remontarnos hasta 1996 cuando -como en esta ocasión- los directivos y empleados jerárquicos se sumaron a los reclamos y, entonces, no hubo atención en ninguna en las fronteras del vecino país. (Por la periodista María Fernanda Rossi para OPI Santa Cruz)
Hasta aquí la cuestión parece bastante anecdótica, un conflicto de un sindicato externo, que nuclea trabajadores externos, que busca respuestas de un gobierno externo, pero -sí, dije “pero”- Tierra del Fuego, dada su particular condición geográfica, termina presa de una disputa que no le pertenece.
Bien sabido es que la conexión terrestre de la provincia más austral con el continente debe hacerse obligatoriamente vía Chile. Cruzamos la frontera en San Sebastián, recorremos rutas chilenas y tomamos (y pagamos) un ferry que nos lleva desde Bahía Azul a Primera Angostura, desde allí viajamos hacia el Paso Integración Austral y finalmente volvemos a ingresar a territorio nacional. Suena a una divertida aventura, pues no, no lo es.
No es la primera vez que quedamos presos de un conflicto exclusivo de los vecinos; para referirnos al caso más reciente podemos viajar hasta 2011 cuando cientos de fueguinos quedaron rehenes de una protesta contra el gobierno de Sebastián Piñera por el aumento de un 16,8% en las tarifas de gas, que los mantuvo durante horas sobre los ferrys, en el medio del estrecho de Magallanes.
La protesta actual ha traído complicaciones en la conexión, en la transitabilidad, en el abastecimiento de combustibles, alimentos y hasta insumos para las industrias electrónicas, que ya comenzaron a suspender personal por la falta de elementos necesarios para el normal funcionamiento de las líneas de producción.
El intendente de la ciudad de Río Grande, Gustavo Melella, envió ni bien comenzado el conflicto, una carta a la ANFACH (Asociación Nacional de Funcionarios de Aduanas de Chile), en la que solicitaba “una situación de excepción en la Isla Grande de Tierra del Fuego que permita el normal funcionamiento de la delegación fueguina, teniendo en consideración las importantes consecuencias que acarrea la medida tomada en la vida cotidiana de nuestra ciudad y del resto de las comunidades de nuestra provincia” tal pedido, cayó en saco roto y las complicaciones fueron. Son.
Hoy por la mañana un grupo de trabajadores nucleados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) tomaron la bandera del reclamo y, acompañados luego por UOM y SATSAID, se hicieron presentes en las oficinas del consulado chileno en Río Grande. La protesta fue sonora, con bombos y banderas pidieron respuestas por parte del cónsul en nuestra ciudad, quien los atendió en su oficina.
Alejandro Roger abrió las puertas del consulado y charló con los representantes de las asociaciones sindicales; la reunión fue breve y en términos cordiales, pero nada podía resolverse en esa dependencia.Mientras tanto, los celulares de los periodistas suenan incesantemente, el rumor dice que el gremio de camioneros está decidido a impedir la circulación de camiones chilenos sobre la Ruta Nacional Nº3, en un ensayo de represalia por no poder circular desde y hacia Tierra del Fuego.
La crisis que vive Tierra del Fuego a raíz del conflicto aduanero, en palabras de una periodista - Foto: Lia Amarilla
En tanto FEPOTRA (Federación Popular de Transporte), quienes levantan el estandarte del cruce por aguas argentinas, advierten sobre los perjuicios tanto a nivel social como económico que está padeciendo la provincia sumida en un enfrentamiento que no le corresponde, pero del que recibe golpes, cual bolsa de arena, de todos los flancos.
Lo llamativo es que este rincón del país está pasando por una situación que debería demandar gran atención y el eco parece haber desaparecido. A nivel nacional ni funcionarios, ni canales de noticias, ni diarios, se refieren a lo que ocurre en el sur del sur. Al final vamos a terminar creyendo cierto eso de que “es que ustedes son como otro país”. Y de este lado los habitantes de Tierra del Fuego, un poco acostumbrados, otro tanto hartos. Se habla del cruce por aguas argentinas y uno no sabe si esbozar una sonrisa, enjugarse una lágrima o hacer oídos sordos a las promesas vacías.
Reclamamos soberanía sobre nuestras Islas Malvinas, pero olvidamos que pertenecen a una provincia, compuesta también por una isla grande. Parecemos metidos en un duelo eterno entre los proyectos incumplidos y el cuento de la buena pipa. (Agencia OPI Santa Cruz)

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