por Javier Llorens / Argenpress
El convenio con Repsol cuya aprobación se trata en
el Congreso de la Nación, revela ser en su arquitectura financiera una obra
maestra del engaño a la opinión pública interna, para disimular el virtual allanamiento
por parte del gobierno argentino a las pretensiones de REPSOL. Pese los
gravísimos daños de diversa índole que acarreó para nuestro país la gestión de
YPF por parte de REPSOL. Que van desde las exportaciones de gas a vil precio,
para obtener una sideral ganancia en el exterior, hasta la pérdida del
autoabastecimiento petrolero, pasando por los daños ambientales y el
desmantenimiento y la obsolescencia de sus instalaciones, conforme está
expuesto en el escrito “PRONTUARIO REPSOL - El pillaje, saqueo, y vandalismo
perpetrado por REPSOL en Argentina”.
El alcance de sus cláusulas representan una
verdadera rendición incondicional y capitulación ante las pretensiones de toda
índole de REPSOL, al haber reconocido no solo la valorización de YPF que REPSOL
contabilizaba en sus balances, sino incluso su valor bursátil durante el año
previo a su expropiación. Con el inusitado agregado de consagrar la indemnidad
e irresponsabilidad absoluta por las gravísimas inconductas empresarias que
incurrió en Argentina, cualquiera sea de qué se trate, incluso las ambientales,
como si fuéramos un país de paso y depredación perteneciente al cuarto mundo.
Dicha capitulación que se ve reforzada por el
vocabulario de derecho español y no argentino que surge del texto del convenio,
que evidencia que el mismo fue redactado por los abogados españoles de REPSOL.
Quien con la clásica formula de las capitulaciones, le habría indicado al
ministro Kicillof que rubricó el mismo, “firme aquí o aténgase a las
consecuencias”. En donde los títulos públicos soberanos a entregar por parte de
Argentina, no se dan como una dación en pago de la expropiación, sino solo como
una garantía y medio de pago. Igual que el usurero que le hace firmar a su
deudor arruinado, una triple garantía de prenda, pagaré, y cheque, para
ejecutar la deuda con lo que le quede más a mano.
A los efectos de tratar de legalizar el precio
impuesto por REPSOL; y cumplir con la tasación prevista en la ley de
estatización, junto con el convenio apareció un informe de una sala Ad- Hoc del
Tribunal de Tasaciones de la Nación, que en forma ambigua convalidó ese precio.
En base a una tasación que no figura en el portal web de dicho tribunal, que
dicho sea de paso funciona, en base a un Decreto de Necesidad y Urgencia
dictado por De la Rua a fines del 2001, en plena crisis de ese año.
Cuyos miembros designados entonces, son los mismos
que lo integran hoy, al que se incorporo el dudoso aporte de un miembro
designado a instancias de la Cámara Argentina de la Construcción y directivo de
esta. Cámara que es reputada como el antro donde se arreglan las licitaciones
públicas y otras componendas, razón por la que ese tribunal y sus
procedimientos “noventistas”, muy poca confianza inspiran en una tasación de
tamaño porte.
Al respecto el abogado Alejandro Olmos Gaona, que
tuvo acceso a las escuetas 20 carillas de esa supuesta tasación, opina que
resulta inverosímil que se hayan tasado más de 126 mil bienes, ubicados en el
país y en países del exterior, en menos de un año. Cuestionando además las
irregularidades en las fechas de esos informes, que fija la tasación en abril
del 2012, por parte de un tribunal que recién se constituyó en mayo del 2013, y
emitió su informe a fines de febrero de 2014, cuando ya habían culminado las
negociaciones con REPSOL.
Por lo que evidentemente el precio convenido
precedió a la tasación, alterando su orden lógico y honesto. Con el agregado de
una suma de cuestionamientos, que llevaron a Olmos Gaona a decir que “todas las
graves irregularidades señaladas nos hacen suponer que se trata de una tasación
amañada, con el único propósito de arreglar con Repsol, beneficiándola
indebidamente, con tal de llegar a cualquier tipo de acuerdo y terminar con las
acciones litigiosas que podrían plantearse”.
La rendición incondicional y capitulación incluye
además una cláusula que atenta directamente contra la facultad soberana de
reestructurar la deuda. Postura sostenida desde el 2003 por el gobierno
kirchnerista, y ratificada recientemente por un fallo de la Corte Suprema. Que
funcionará como una pistola puesta en la sien de Argentina, y podría llegar a
ser catastrófica. Al facultarse a REPSOL a liquidar los títulos públicos
recibidos a cualquier precio, ante un evento de incumplimiento por parte de
Argentina. Quedando no obstante un saldo de deuda que será inmediatamente
ejecutado por parte de REPSOL, haciendo honor al dicho que él paga mal, paga
dos veces.
O sea que estamos ante el peor de los arreglos, dado
que Argentina se compromete a pagar lo que quiere REPSOL o su valorización
bursátil, a plazos, pero con altísimos intereses, mediante la emisión de
títulos de la deuda. Pero sin que signifique esto la cancelación de la deuda,
dado que ellos no van en pago de lo adeudado, sino solo son medios de pago que
REPSOL podrá reventar ante el menor incumplimiento por parte de Argentina, con
grave daño para esta. Cargando a la par Argentina la mochila de los daños
ambientales dejados por REPSOL, que supuestamente se iban a deducir de los
importes a pagarle, liberándola además enteramente de cualquier otra
responsabilidad por sus inconductas del pasado.
Cláusulas leoninas a las que según algunas fuentes,
se han agregado otras oprobiosas capitulaciones paralelas, como es la
convalidación que debería efectuar la AFSCA de la situación de TELEFE y sus
vinculadas, propiedad de Telefónica de España. Uno de cuyos accionistas es La
Caixa, accionista principal de REPSOL. O sea que REPSOL se irá, llevándose
puesto lo que pretendía, y dejando impunemente tierra arrasada como hacen los
conquistadores. Pero dejando en la retaguardia un gigante comunicacional que le
cuide sus espaldas.
Para disimular esta enorme defección, que se suma a
otras tantas cometidas por la dirigencia argentina en los últimos treinta años
de democracia, el ministro Kicillof proclamo la no peronista fórmula de “ni
vencederos ni vencidos”. Que en un kirchnerismo acostumbrado a hacer de
cualquier cosa un triunfal relato épico, suena lo mismo que una rendición
incondicional, disimulada con la declamación un supuesto empate.
Por su parte el grupo español encabezado por Antonio
Brufau, se cuidó muy bien por ahora de proclamarse vencedor, no sea que ello
obstaculice la aprobación del convenio por parte del Congreso. Convalidación
que exigió expresamente en búsqueda de la seguridad jurídica a las que aspiran
modernamente los conquistadores. Que se llevan la parte del león mediante un
trato absolutamente desventajoso para la contraparte, y procuran que nadie
quiera o pueda revisarlo en un futuro.
La que no le será difícil de obtener por parte de
una elite argentina política, económica, y comunicacional, que parece haber
perdido la dignidad por completo. Y por ello está a punto de repetir una
defección similar a las ocurridas en el nefasto año 2001, previas a la
catástrofe de ese año, con los superpoderes otorgados al “salvador de la
patria” Domingo Cavallo, la ley de déficit cero, la ley de intangibilidad de
los depósitos, etc.
Sin contar otros enormes renuncios anteriores, como
la ley de emergencia económica con la que se desguazó salvajemente al estado.
La ley de convertibilidad que atrapó la economía Argentina durante una década,
solo para que funcionara como seguro de cambio de los inversores extranjeros. Y
la privatización de los fondos jubilatorios, YPF, Gas del Estado, Agua y
Energía, y la megaminería, etc.
Dirigencia que parece también estar imposibilitada
de leer el sentido y las entrelineas financieras, legales, y estratégicas,
insertas en los compromisos que asume en nombre del país. Y que en todo caso
justifica sus reiteradas defecciones al respecto, por razones de necesidad y
urgencia ante la coyuntura, que ellos mismos provocan o permiten que sucedan.
Rifando así el futuro, para tratar de solucionar el día a día, con un
“decisionismo” improvisado, y carente de Norte y de reflexión estratégica.
Porque ante la urgencia de salir del atolladero, da lo mismo ir hacia el norte,
el sur, el este, o el oeste.
El futuro que está hoy en juego
Esto se hace notable en la actual situación, dado
que en realidad el convenio con REPSOL es solo un abre puertas, para poner en
explotación las enormes riquezas hidrocarburíferas no convencionales de Vaca
Muerta; que REPSOL había trabado mediante múltiples demandas contra las firmas
interesadas en ello. Acorde en un todo a las condiciones fijadas por las
multinacionales petroleras, a los efectos de llevarse la parte del león.
Cuya dimensión se puede apreciar diciendo que Vaca
Muerta equivale a 40 veces el valor de la superficie dedicada a la agricultura
en Argentina, que es el motor actual de su economía. Lo cual llevó a afirmar al
notorio economista neoliberal Ricardo Arrriazu, ex director del FMI y asesor de
la presidencia del Banco Central durante la dictadura, que en base a ella
Argentina podría convertirse en Noruega o Nigeria.
En cuya explotación conforme los lineamientos
actuales, la participación del estado será mínima, no alcanzando ni al 20 %,
dado que el resto irá sustancialmente en beneficio de los grandes inversores
extranjeros y las mega petroleras transnacionales. Ya sea a través de los
dividendos de las acciones de YPF, cuyo 49 % esta sustancialmente en manos de
fondos de inversión privados extranjeros. La participación otorgada por YPF a
otras mega petroleras en las áreas que detenta en Vaca Muerta. O a través de
las restantes áreas que estas detentan directamente, que alcanzan a dos tercios
de Vaca Muerta.
Las mega petroleras internacionales encabezadas por
el grupo Rockefeller, parecen haber hecho así una jugada maestra, con la
provocación de la pérdida del autoabastecimiento, y la paralela estatización
parcial de YPF. Para usar a esta como vehículo para lograr o facilitar dos
objetivos simultáneos. Uno es el reconocimiento de los precios internacionales
del crudo; y la triplicación del precio del gas natural, que pasó de u$s 2,5 a
7,5 el millón de BTU, a los efectos de maximizar la renta petrolera a su favor.
La cual trasladada de esa manera íntegramente a la
extracción de hidrocarburos (upstream) reporta a su vez un notable perjuicio
para YPF, que solo detenta el 30 % de las extracción, y casi el 60 % de la
refinación y comercialización de sus combustibles derivados. Convirtiéndose así
YPF en un vaso comunicante de parte de las exorbitantes ganancias de las
multinacionales petroleras, como si tratara solo del mascarón de proa de ellas.
La que además operará como su proa acorazada, enarbolando la bandera nacional,
disfrazada de nacionalismo petrolero, a los efectos de que lleve adelante como
pionera, enarbolando la bandera argentina, la batalla para difundir a lo largo
y ancho del país la técnica del fracking.
La cual ha suscitado en todo el mundo enormes
reparos, y una vehemente oposición por parte de las organizaciones
ambientalistas. Razón por la que esa batalla decisiva para la puesta en
explotación de Vaca Muerta, seguramente tendría un resultado distinto, si la
dieran por su cuenta Chevron, EXXON, o EOG. Cargando además YPF directamente
con el riesgo ambiental que ella pudiera deparar, como operadora de los
yacimientos que ha compartido con Chevron, Dow, Petronas, etc.
Esa jugada maestra se completó con el copamiento de
YPF concretado por Schlumberger, mediante la designación de su ex alto
ejecutivo, Miguel Galluccio, como presidente de YPF. Acompañado de otros ex
Schhlumberger, que pasaron a ocupar altos puestos directivos en ella. La que a
su vez, como firma líder en la técnica del fracking, se ha constituido en la
principal contratista de YPF. En la que quedarán retenidas buena parte de lo
que deberían ser ganancias operativas de YPF en Vaca Muerta.
Esta trama a su vez se ve completada, con la maraña
de sociedades satélites que está creando YPF en Estados Unidos y Argentina, al
compás de los acuerdos secretos de participación en Vaca Muerta que va firmando
con las trasnacionales petroleras. Que hacen recordar a las SPE (“sociedades de
propósito especial”) de la Enron, ex empresa de energía que tras su quiebra,
pasó a ser sinónimo de fraude planificado. Participando una de las “hijas” de
Ennron, EOG, en la explotación de Vaca Muerta.
En el año 2012 tras la estatización parcial de YPF,
se esbozó una razonable política petrolera, que debió haberse concretado
poniendo un precio tope al crudo interno, ante el sustancial aumento que
registró internacionalmente. Usando a la par a YPF como instrumento para
explotar los yacimientos operados por las compañías privadas que no aceptaran
esa tesitura, en forma parecida a lo que hizo Petrobras en Brasil. Contando con
una administración petrolera honesta y briosa a lo Mosconi, ello podía haber
reportado la recuperación del autoabastecimiento petrolero, mayores ingresos
para los estados nacional y provinciales, y precios módicos de la energía para
la industria y los hogares argentinos.
No obstante esa política en ciernes, registró un
giro de 180 grados a fines del 2012, tras el fallo a favor de los fondos
buitres emitido por el juez Griesa en Nueva York. Que impulso a la jaqueada
Presidenta Fernández de Kirchner, a concretar una espuria y subrepticia alianza
con las mega petroleras norteamericanas integrantes del grupo Rockefeller, y la
TOTAL francesa. A los efectos de tratar revertir ese fallo en los máximos
estrados de la justicia norteamericana, o encontrar una solución alternativa
que satisficiera al “relato” del gobierno. Uno de cuyos principales capítulos
es supuestamente el buen arreglo de la deuda.
La existencia del mismo se puso de inmediato en
evidencia, con el traslado integral por parte del gobierno de la renta del
petróleo a la extracción del mismo (upstream) a contrapelo de la política antes
esbozada. Y el extravío de la misión de YPF, que de instrumento de la política
petrolera nacional, pasó a ser instrumento de la política petrolera de las mega
petroleras norteamericanas y francesa. La contrapartida de ello fue el apoyo
brindado a Argentina por Estados Unidos, Francia, y otras notables instituciones
y personalidades de las finanzas, como amicus curiae ante la Corte Suprema de
Estados Unidos.
El cual registró algunos altibajos a lo largo del
2013, por la demanda de Estados Unidos de que Argentina cumpliera con el pago
de los fallos emitidos por los tribunales del CIADI y UNCITRAL. Que igual que
el arreglo con REPSOL, resultan ser de índole estratégica para las
multinacionales petroleras. Que por un lado sostienen desde siempre el
principio de que toda estatización debe ser compensada con creces, como regla
principal del negocio. Y por otro lado esperan que sus inversiones en Vaca
Muerta se vean firmemente garantizadas por los Tratados Bilaterales de
Inversiones que fijaron esos tribunales. Siendo por ende esos pagos arrancados
recientemente al gobierno, una clara y definitiva señal de sumisión y
ratificación de ellos.
Requisitos que además deben indispensablemente ser
completados, ya sea por el kirchnerismo o a más tardar por la oposición que
llegue en el 2015, con la sanción de una ley mega petrolera. Que garantice a
ellas el precio internacional de los hidrocarburos extraídos, la disposición
irrestricta de las divisas obtenidas, y una absoluta estabilidad impositiva,
como detentan actualmente las mega mineras.
La que lamentablemente nuestra degradada dirigencia,
puesta entre la espada y la pared, hundida en el fango de la corrupción, como
precio a pagar por un efímero apoyo electoral, o atrapada en el atolladero,
parece estar silentemente dispuesta a sancionarla. Optando nuevamente por las
salidas dibujadas por los poderosos factores de poder internos o externos, que
muchas veces son los mismos que previamente contribuyen a crear la dificultad,
o erigir él atolladero. Los cuales pese las jactancias del kirchnerismo, han
vuelto a subordinar la política a la economía, como en los peores tiempos de
Menem y Cavallo.
Repitiéndose así crónicamente en Argentina, como si
fuera la ley de esta, la situación de emergencia extrema de una embarcación,
que para salvarse de un naufragio que podría haberse evitado, opta por echar
por la borda sus bienes más valiosos. Con tal que el momentáneo capitán de la
nave y sus oficiales a bordo puedan salvar su pellejo o prestigio, mientras que
el resto de la tripulación a bordo de la nave la sigue pasando de mal en peor.
Por esa razón casi unánimemente la actual dirigencia
política dicen estar para “solucionarle los problemas a la gente”. Como si
estos problemas actuales no fueran provocados por la falta de visión y
dedicación a la gestión por parte de los gobernantes del pasado, que se repite
ahora nuevamente. Confundiendo así la cualidad esencial de un gobernante o
estadista que es la visión del futuro, y como llegar a ese destino. Con la
gestión de administradores de un consorcio, o directivos de una ONG, hundidos
en el ahora mismo. Siendo esta en el fondo la verdadera causa de los crónicos
problemas que Argentina enfrenta desde hace medio siglo.
Un claro ejemplo de ello, es la polémica desatada
respecto el anteproyecto del nuevo Código Penal. Que evidencia ser una intencionada
cortina de humo, similar al conflicto por la educación laica o libre, que se
suscitó a la par que el ex presidente Arturo Frondizi concretaba sus
cuestionados contratos petroleros, con las mismas mega petroleras que hoy están
en Vaca Muerta. Siendo una discusión inútil, dada a la par que los grandes
acontecimientos y el futuro de Argentina discurren por otro lado. Y no habrá
código penal que valga, si Argentina se convierte en Nigeria. Y cualquier
código resultaría aceptable, si Argentina se convierte en Noruega.-
El ignominioso acuerdo con REPSOL
El acuerdo con REPSOL pasará a la historia como otra
gran defección de Argentina, a la altura de la perpetrada con el tratado Roca -
Ruciman en la década infame del ’30. Confeccionado a la medida y necesidades
del Reino Unido, de la misma manera que este ha sido confeccionado a la medida
y necesidades de REPSOL. Siendo la única ventaja para Argentina su pago a
plazos, castigado con enormes intereses, que tuvo que convalidar REPSOL ante la
gravísima penuria de divisas que enfrenta Argentina. Tras haber dejado el
gobierno que en la última década se fugarán u$s 90 mil millones provenientes
del saldo de la balanza comercial.
Siendo esta penuria de divisas, junto la pérdida del
autoabastecimiento petrolero responsabilidad de las mismas mega petroleras, el
verdadero motivo de este precipitado y vergonzoso arreglo. En procura de
reabrir el mercado de capitales, y el ingreso de capitales, para tratar de
capear de cualquier manera y a cualquier costo, el temporal auto provocado por
el mismo gobierno. Debilidad estratégica que aprovechó a fondo REPSOL, para
incluir cláusulas y condiciones leoninas, que han transformado una transacción
por una expropiación, en una capitulación y rendición incondicional.
Lo que ocultan las inconsistencias financieras del
ministro Kicillof
En tal sentido resultó patética la exposición que
hizo el ministro de Economía Axel Kicillof en el Senado. En la cual durante una
hora, como un profesor dirigiéndose a sus alumnos del secundario, trató de
explicar a canosos y supuestamente avezados senadores, que el capital o el
precio, nada tiene que ver con el interés. Y que por eso el “precio” pagado a
REPSOL era de solo u$s 5.000 millones y nada más.
Cualquier banquero, tiburón de la City, o empresario,
sabe que lo que realmente importa no es el precio, ni el capital, ni el
interés, sino el flujo de fondos efectivo a lo largo del tiempo. Más allá de
los marbetes que se le pongan a esos ingresos o egresos. Siendo precisamente
esta confusión de capital e intereses la base de la usura moderna mediante la
tasa de interés flotante. Con la que en la práctica bajo el rubro de intereses,
se ajusta el capital ante el fenómeno de la inflación, confundiendo así en
desmedro del deudor, el capital u obligación principal, con el interés u
obligación secundaria.
No obstante esa tesitura defendida con vehemencia
por el profesor Kicillof, revela su propia inconsistencia, al proponérsele
entregar a REPSOL un total de títulos públicos (compuesto por Boden 2015, Bonar
X, Bonar 24, y Discount 33) por un monto de capital nominal de u$s 6.000
millones. Pero que en realidad representan a u$s 6.500 millones, ya que
Discount 33 tiene a la fecha intereses capitalizados equivalentes a un 40 % del
valor nominal del bono. Lo que agrega otros u$s 500 millones a la cuenta
capital (40 % sobre u$s 1.250 millones valor nominal Discount 33).
Al respecto, la valuación bursátil promedio del 51 %
de YPF durante el 1er Trimestre del 2012, o sea en los 90 días previos a la
estatización de sus acciones (plazo igual al que se toma ahora para la
valorización de los bonos a entregar a REPSOL) era de u$s 6.419 millones. O sea
una cifra semejante al capital de los títulos que se pretende entregar a
REPSOL. Y a su vez el valor libros neto contabilizado por REPSOL como resultado
de esa estatización, es de u$s 6.157 millones. Cifra bastante menor al “capital”
de los títulos que propone entregar el ministro.
Esta última suma bien puede satisfacerse, con una
menor entrega de los bonos adicionales previstos en el convenio, con el objeto
de que su valor de mercado al momento de su cierre, totalice los u$s 5.000 millones
nominales de los que habla el ministro. Para el que se han previsto precios de
referencia ruinosos en el Apéndice II del Anexo IV del convenio, que convalida
rendimientos (TIR - Tasa Interna de Retorno) de entre el 14 y el 20 % anual.
Semejantes a los intereses que convalidó el ministro Cavallo con el megacanje
del 2001, previo a la declaración de default que se produjo ese año.
El flujo de fondos de los bonos en cuestión, ante el
caso que se entregaran todos los bonos “adicionales” previstos en el convenio,
representarán pagos futuros por u$s 6.503 millones de capital, y u$s 4.763
millones de intereses, totalizando así un importe de u$s 11.265 millones. Cifra
equivalente a seis años de la Asignación Universal a la Niñez, con la que se
asiste a no menos de cinco millones de personas carenciadas. Con un desembolso
de pagos entre este año y el que viene, de u$s 1.282 millones, y un promedio de
pagos anuales hasta de año 2024, de u$s 825 millones. Que recién caen a un
promedio de u$s 244 millones desde el 2025 al 2033, como se puede ver en el
gráfico adjunto.
Una inversión negativa incluso a largo plazo, cuando
todos estemos muertos
Dichos pagos serán compensados parcialmente con la
percepción de los dividendos de YPF, que en el último año, acorde con el nivel
de años anteriores, ascendieron a u$s 1.053 millones. De los que corresponderán
al estado nacional o provinciales el 51 %, o sea u$s 538 millones anuales. Lo
cual arroja que recién a partir de dentro de 22 años, en el 2034, ellos
comenzarán a percibir dividendos netos, tal como se puede visualizar en el
gráfico anterior. Con un flujo neto negativo de fondos promedio de u$s 287
millones anuales hasta el año 2024, a partir del cual comenzará a caer hasta
llegar a cero en el 2034.
El valor presente negativo de ese flujo de fondos,
neto de dividendos percibidos de YPF, llega a un máximo negativo en el año
2024. En el que varía entre menos u$s 2.255, menos u$s 1.774, y menos u$s1.308
millones. Según se considere una tasa de descuento del % 5 anual, del 8,81 %
anual, obtenida por YPF en su última emisión de deuda internacional, o del 14,2
% anual, que es el absurdo rendimiento global del total de títulos entregados a
REPSOL. Y en el año 2034, cuando comienza los flujos positivos, el valor
presente continuará siendo negativo, entre menos u$s 1.055, u$s 1.099, y u$s
988 millones para las mismas tasas, respectivamente.
Como se puede ver en el grafico adjunto, con la tasa
de descuento del 5 % anual, el valor presente de ese flujo de fondos, recién se
hace igual a cero dentro de 25 años, en el año 2039. Y recién alcanzará un
valor positivo igual al pico negativo del año 2024, en el año 2062, o sea
dentro de 48 años. Llegando a su vez un pico máximo positivo de u$s 3.000
millones 100 años después, en el 2162. Lo cual pone en evidencia la más que
retardada maduración de esa inversión y su total inconveniencia financiera,
haciendo honor al dicho de Keynes, que en el largo plazo todos estaremos
muertos.
Con la tasa de descuento ypefiana del 8,81 %, el
valor presente recién será igual a cero en el año 2091, o sea dentro de 77
años. Y además como se puede ver en el graficó, el mismo a partir de allí
rondará indefinidamente en un valor cercano a cero. Lo cual evidencia a las
claras la rotunda inconveniencia de esa operación, en base a los parámetros
financieros reinantes. Lo cual se hace aun más notable, si para el cálculo se
adopta la absurda tasa del 14,2 % anual concedida a REPSOL. Que arroja que el
valor presente de la operación nunca será positivo, y continuará
indefinidamente siendo negativo en menos u$s 722 millones a lo largo de
centurias, revelando esto lo absurdo de la operación.
La ecuación económica virtuosa a favor de REPSOL,
que obtuvo lo que pretendía
Como contracara de ese negro panorama para Argentina,
REPSOL tiene un menú de opciones virtuosas como para convencer a sus
accionistas de lo espléndido de la operación.
- Puede decirles que vendió el 51 % del Patrimonio
Neto contable de YPF correspondiente al balance del 1er Trimestre del 2012,
previo a la estatización, que importaba u$s 2.950 millones. A cambio de títulos
que a partir de la intervención de YPF en abril del 2012, tendrán hasta su
cancelación un fabuloso rendimiento del 19 % anual. Diez veces superior a la
tasa de interés internacional, embolsando así a la larga, casi cuatro veces más
que el importe de ese Patrimonio Neto.
- O que vendió YPF al precio o capital de u$s 5.000
millones supuestamente convenido, con el pago a cuenta con títulos que a partir
de la intervención de YPF en abril de 2012, tendrán un rendimiento del 10 %
anual, si REPSOL optara por conservar los títulos hasta la total cancelación de
ellos, que cuadruplica las actuales tasas de interés internacionales.
- O que vendió YPF por u$s 6.157 millones, al valor
de su registración contable en los balances de REPSOL. Obteniendo a cambio un
pago a cuenta en títulos públicos que tendrán un rendimiento de 7,2 % anual, si
los conserva hasta su cancelación total, que triplica la tasa de interés
internacional.
- O que vendió YPF por u$s 6.419 millones, conforme
el promedio de su valorización bursátil durante el 1er Trimestre del 2012, en
los 90 días previos a su estatización. Obteniendo a cambio un pago a cuenta en
títulos públicos que tendrán un rendimiento del 6,5 % anual, si los conserva
hasta su cancelación total, que duplica largamente la tasa de interés
internacional,.
- O que vendió el 51 % de las acciones de YPF al
valor bursátil promedio que tuvo a todo lo largo del año 2011, u$s 8.425
millones. Obteniendo a cambio un pago a cuenta en títulos públicos que tendrán
un rendimiento del 3,2 % anual, si conserva los bonos hasta su cancelación
total, que supera la tasa de interés internacional que reconoce los tribunales
del CIADI y UNCITRAL.
Si REPSOL optara por mantener los títulos solo por
un tiempo, como prometió públicamente su presidente Antonio Brufau, podría
jactarse de que si liquida enteramente los títulos en el 2017, suponiendo un
precio de u$s 5.000 millones, habrá tenido desde el momento de la intervención
de YPF y desplazamiento de REPSOL, un rendimiento del 6,60 % anual, que duplica
largamente las tasas internacionales. O que vendió YPF al valor contable de u$s
6.157 que tenía en los balances de REPSOL, obteniendo además un interés del 2,2
% anual, acorde con la tasa internacional.
O que vendió el 51 % de las acciones de YPF al valor
bursátil promedio que tenían en el trimestre previo a la intervención, u$s
6.419 millones, más un módico interés del 1,4 % anual. Rendimientos que podría
mejorar sensiblemente, si liquida los títulos recién en el año 2019, pasando en
el primer caso el rendimiento a un 8,1 % anual, triplicando la tasa
internacional. En el segundo caso al 4,1 % anual, duplicándola. Y en el tercer
caso elevándola al 3,4 % anual, superándola largamente.
Como se ve y como suelen decir los personajes que se
creen poderosos, “todas las opciones están sobre la mesa” para que Brufau se
jacte respecto el acuerdo que tras largo bregar, logró arrancarle al gobierno
por la estatización parcial de YPF. Como broche de oro, después de haberla
vaciado aviesamente, para usarla como trampolín de los negocios de REPSOL en el
mundo. Que así pasó de canillita petrolero, a ser un campeón del oil,
codeándose con lo más granado de las mega petroleras mundiales, contando como
cómplices la corrupción y el panfilismo de la dirigencia argentina.
La tasación amañada para justificar el precio
demandado por REPSOL
La ley de estatización parcial de YPF preveía
conforme la ley de expropiaciones, una tasación para fijar el verdadero valor
de YPF. Al respecto, junto al proyecto de ley de aprobación del convenio, el
Ejecutivo incorporó un escueto informe del Tribunal de Tasaciones de la Nación
(TTN) emitido por una sala Ad-Hoc. Creada en mayo de 2013, un año después de la
ley de estatización de YPF, e integrada por los ingenieros Daniel Eduardo
Martín, Angel Mauro Martín, el Lic. Claudio Antonio Michalina, y el ingeniero
Alejandro Juan Piffaretti, quien además es directivo de la Cámara Argentina de
la Construcción (señalada reiteradas veces como antro donde se arreglan las
licitaciones públicas). Todos ellos reconfirmados en sus puestos con
posterioridad a la sanción de la ley de estatización de YPF.
El caso es que dicho Tribunal funciona en base al
DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) 1.487/01, con el cual en noviembre del
2001, en pleno estallido de la crisis de ese año, se modificó la ley orgánica
del Tribunal de Tasaciones (ley 21.626 del año 1977). El mismo lleva las
infaustas firmas de De la Rua, Chrystian G. Colombo y Carlos M. Bastos, ad
látere de Domigo Cavallo y representante de Enron en Argentina, que luego fue
procesado penalmente por malversación de fondos.
La modificación de la ley mediante ese autoritario
decreto, fue efectuada con el supuesto objeto de que el Tribunal ganara
eficiencia y “competitividad”. Comenzando por reducir el sustancialmente el
número de integrantes del tribunal, a los efectos de reducir su estructura
superior en un 60%. Y a su vez replantear el esquema estructural, para reducir
“la cantidad de instancias operativas actualmente vigentes, más una reducción
del presupuesto total del organismo”. Acordándole también facultades para
actuar como “mediador o participar como árbitro, a los fines de solucionar
conflictos suscitados sobre bienes muebles e inmuebles”. Dotando así de un
carácter elástico a tasaciones que deberían ser rigurosas.
En él se preveía además un asesoramiento
especializado, con miembros transitorios a propuesta de la Cámara Argentina de
la Construcción y el Instituto Argentino de Tasaciones. En ese mismo DNU se
designó a ambos Martín y a Cattaneo como integrantes permanentes del Tribunal,
que a la fecha permanecen en sus cargos, al que luego se le agrego Piffaretti.
Y así ahora, como continuidad de la denostada década de los `90, el Tribunal
emitió su informe respecto YPF, expresando ambiguamente que considera que el
valor acordado “es justo y razonable a todos los efectos del avenimiento y
solución amigable previstos en el Convenio y resulta consistente con los
principios y bases de valoración aplicados por este Tribunal.”
No obstante la supuesta tasación no figura en la
página web del TTN. Y al respecto el abogado Alejandro Olmos Gaona, hijo del
recordado Alejandro Olmos, quién tuvo acceso a la tasación, apunta su
perplejidad porque en “apenas 20 carillas se haya podido efectuar la valuación
de una empresa de la magnitud de YPF, estableciéndose valores, que no se
establece de donde surgen”. Cuestionando que en él “se insiste reiteradamente
en que “se han tasado”: inmuebles, Plantas, Plataformas Offshore, equipos
varios, Aeroplantas, Estaciones de Servicio, Planta de Lubricantes, 29.971
pozos en las áreas de producción, en su mayoría de YPF, muebles, bienes
informáticos y de comunicaciones, rodados, un avión, y otros, pero en modo
alguno se hace mención a elementos fundamentales, que resultan básicos en una
tasación de semejante magnitud.”
Agrega que solo se tuvieron en cuenta los pasivos
ambientales previsionados por REPSOL, pero no las demandas ambientales contra
ella. Que no se tuvo en cuenta la existencia de ningún pasivo oculto, pese que
existirían informes al respecto. Y que “según el detalle de lo consignado en el
anexo 1, se tasaron 126.646 bienes, entre los que se cuentan 289 terrenos y 200
propiedades existentes en todo el territorio nacional, más la totalidad de la
infraestructura de la empresa expropiada. A esto se suma la supuesta tasación
efectuada sobre 10 empresas controladas, algunas de ellas en Estados Unidos,
Brasil, Bolivia y España; 3 empresas asociadas, 8 empresas con participación
accionaria”.
Expresa asimismo que “llama poderosamente la
atención que se incluya como fecha de tasación el día 16 de abril de 2012,
cuando la ley de expropiación del 51% de las acciones, fue sancionada el 4 de
mayo del referido año, por lo cual resulta imposible que se efectuara una
tasación de bienes, cuando no se había aprobado la expropiación accionaria. Y
decimos esto, porque en la nota que acompaña la tasación, que tiene fecha 17 de
febrero de 2014, se hace referencia al pedido de tasación efectuado por la
Secretaría de Política Económica de fecha 18 de septiembre de 2012”. A lo que
cabe agregar que el Tribunal Ad-Hoc recién se constituyó el 14 de mayo de 2013,
por Resolución TTN Nº 9.
En consecuencia concluye que “conociendo el
funcionamiento del Tribunal de Tasaciones de la Nación y el personal con el que
cuenta, resulta imposible, que en poco más de un año se hayan tasado 126.646
bienes, especialmente porque los mismos no están concentrados en un lugar
físico sino diseminados en todo el país, sino que además, hay un conjunto
empresario existente en otros países, que supuestamente fue tasado en tan corto
tiempo, lo que resulta sencillamente inverosímil… Todas las graves
irregularidades señaladas nos hacen suponer que se trata de una tasación
amañada, con el único propósito de arreglar con Repsol, beneficiándola
indebidamente, con tal de llegar a cualquier tipo de acuerdo y terminar con las
acciones litigiosas que podrían plantearse”.
El bill o estatuto de indemnidad absoluta a favor de
REPSOL y sus dirigentes
La cuestión está lejos de acabar allí, dado que a
esta compra de las acciones de YPF a REPSOL a su valor libros o a su valor
bursátil, en largas cuotas pero con altísimos intereses, se le suma la
obligación absurdamente asumida por Argentina, de hacerse cargo de los pasivos
ambientales y de otro tipo, y de las demandas judiciales emprendidas o
emprenderse contra REPSOL o sus directivos. Como si el comprador de unas
acciones, también debiera hacerse cargo de las responsabilidades e inconductas
personales directas, incurridas por parte los anteriores propietarios de ellas.
La indemnidad absoluta a favor de REPSOL está
expresamente prevista y minuciosamente precisada, como para que no quede
ninguna duda de ello, en la Cláusula Sexta “Desestimientos e indemnidades”.
Como inusitada contrapartida de los desestimientos de las múltiples demandas
con que REPSOL y sus directivos jaquearon al gobierno y a YPF, por la
expropiación de las acciones de esta. Por lo que en términos prácticos, podría
titularse “Capitulación y rendición incondicional”. Por la cual al formalizarse
el convenio, REPSOL quedará sobreseída de toda culpa y cargo existente o
futuro, dejando a salvo e indemne su buen nombre y honor. Y que en todo caso
Argentina, como un Jesucristo moderno, se hará cargo de sus culpas y expiará
sus pecados. Dado que:
“(i) Ha quedado obligada a desistir del derecho y de
todas las acciones y reclamos extrajudiciales, judiciales y/o arbitrales, presentes
o futuros, contra REPSOL y/o sus PERSONAS VINCULADAS, tanto en el territorio de
la REPÚBLICA ARGENTINA como en el extranjero o en el ámbito internacional, con
fundamento en el derecho nacional o internacional, originados en, o vinculados
con, la actuación de REPSOL y/o sus PERSONAS VINCULADAS como accionistas
(controlantes o no), directores, síndicos y/o empleados de YPF y/o YPF GAS y/o
sus respectivas CONTROLADAS mientras REPSOL ejerció el control de YPF e YPF
GAS, y también desde que se hizo efectiva la intervención dispuesta por los
Decretos Nº 530/2012 y 557/2012 hasta la FECHA DE CIERRE, así como con la
gestión de dichas sociedades durante los indicados períodos; en todos los casos
con excepción de las MATERIAS EXCLUIDAS.
“(ii) Ha renunciado asimismo a promover cualquier
reclamo extrajudicial, administrativo, judicial y/o arbitral en el futuro en
cualquier fuero o jurisdicción, nacional, extranjera o internacional contra
REPSOL y/o sus PERSONAS VINCULADAS, fundado en, o vinculado con, las cuestiones
mencionadas en el Punto (i) precedente;
“(iii) Deberá mantener indemne a REPSOLy a sus
PERSONAS VINCULADAS, de las obligaciones que pudieren derivarse de las acciones
enumeradas en el ANEXO VII y de cualquier otra pretensión o actuación de
terceros, de cualquier naturaleza, relacionada con: (a) la implementación y/o
el cumplimiento por parte de YPF y/o de la REPÚBLICA ARGENTINA del Programa de
Propiedad Participada previsto en la Ley 23.696 y (b) cualquier deuda originada
en causa, título o compensación existentes al 31 de diciembre de 1990 y/o
cualquier deuda eventual o contingencia generada por hechos, actos u
operaciones de YPF y/o YPF GAS y/o sus respectivas CONTROLADAS cuyo inicio sea
anterior al 1 de enero de 1991;
“(iv) Ha quedado obligada a votar en las asambleas
de YPF y de YPF GAS en el sentido de rechazar la promoción de nuevas acciones o
reclamos contra REPSOL y/o contra sus PERSONAS VINCULADAS fundados en CAUSA
ANTERIOR a la FECHA DE CIERRE y de desistir de las acciones y reclamos ya promovidos
y del derecho invocado en ellos, salvo que se tratare de reclamos que sean
considerados MATERIAS EXCLUIDAS.
Las “materias excluidas” de esa indemnidad, se
refieren exclusivamente a las litigios referidos a la actuación de YPF y/o
REPSOL en el exterior. Y a su vez como para que quede claro el extensísimo
alcance de esas inusitadas indemnidades, y las absurdas asimetrías existentes
en ellas, en el Anexo V “Causas iniciadas por REPSOL sujetas a desistimiento”
se detallan estas. Referidas exclusivamente a las causas judiciales
interpuestas por REPSOL tras la expropiación. En las cuales Argentina se
compromete a aceptar costas por su orden, haciéndose cargo de los honorarios de
sus abogados y gastos (Clásula XIII, 2, ii).
En cambio en el Anexo VII “Juicios de terceros
pendientes contra REPSOL comprendidos en la indemnidad” y en el Anexo IX
“Medidas cautelares existentes”, se detallan causas que nada tienen que ver con
la expropiación. Al estar referidas a la participación accionaria de los ex
trabajadores de YPF, a juicios ejecutivos contra REPSOL, y las mega demandas
ambientales contra esta y otras compañías petroleras interpuesta por ASSUPA
(Asociación de Superficiarios de la Patagónica).
Aclarándose expresamente, “si en este proceso
llegara a determinarse alguna responsabilidad de REPSOL y/o de sus PERSONAS
VINCULADAS que esté cubierta por la indemnidad prevista, será de aplicación
dicha indemnidad. A su vez en el Anexo VIII “Reglas sobre indemnidades que
protegen frente a reclamos o medidas disruptivas”, con puntillosidad abogadil
se enumeran las reglas por las cuales REPSOL se pone a salvo de todo reclamo,
acción, o demanda originada en Argentina, garantizando su absoluta impunidad al
respecto.
Seguidamente como para disimular esa desmesura, y
aparentar que la división de los poderes funciona en Argentina, en la Cláusula
Sexta se deja constancia que las estipulaciones de esta cláusula “no obstarán
el ejercicio, en su caso, por parte del Ministerio Público Fiscal y del Poder
Judicial, de sus respectivas competencias en materia penal.” La que resulta ser
una cláusula meramente declarativa, ya que mal podrían prosperar ellas, si no
existió daño o este fue reparado, como dan a entender las indemnidades
otorgadas.
Además para reasegurar a estas, en el Anexo XIV
“Definiciones”, bajo los vocablos “Medidas disruptivas” se estipula
directamente la “reestructuración” del contrato, ante el caso de que alguna
autoridad argentina intente cualquier acción o embargo contra REPSOL, que
recaigan sobre los títulos públicos argentinos en su poder, o en el remanente
de acciones que detenta de YPF.
“Medidas disruptivas” significa, conjunta o
indistintamente: “(1) embargos y cualquier otra medida que impida o limite a
REPSOL el cobro de la COMPENSACIÓN y/o de los TÍTULOS PÚBLICOS en las
condiciones de emisión o su libre disponibilidad, dispuestos por, o a
requerimiento de, autoridades judiciales o administrativas de la REPÚBLICA
ARGENTINA con motivo de reclamos o actuaciones que tengan por causa la
actuación de REPSOL en la REPÚBLICA ARGENTINA como accionista de YPF y/o YPF
GAS, y/o la gestión de dichas sociedades mientras REPSOL fue accionista
controlante y/o que se refieran a reclamos alcanzados por las indemnidades o
renuncias otorgadas en el ACUERDO; y/o”
“(2) medidas dispuestas por tribunales o autoridades
de cualquier país a pedido de terceros que reclamen acreencias contra la
REPÚBLICA ARGENTINA que impidan o limiten a REPSOL el cobro de la COMPENSACIÓN
y/o de los TÍTULOS PÚBLICOS en las condiciones de emisión o su libre
disponibilidad; y/o”
“(3) cualquier otra orden, resolución, sentencia o
medida cautelar (en todos los casos, de carácter interino o definitivo)
distintas de embargos, dispuesta por o a requerimiento de, autoridades
judiciales o administrativas de la REPÚBLICA ARGENTINA, que tenga por efecto
impedir o limitar el cumplimiento del ACUERDO por parte de la REPÚBLICA
ARGENTINA y/o el pago de la COMPENSACIÓN y/o de la COMPENSACIÓN ACELERADA y/o
de los TÍTULOS PÚBLICOS en las condiciones de su emisión.”
“Se excluyen las órdenes, resoluciones, sentencias,
embargos y demás medidas cautelares dispuestas por tribunales extranjeros o
internacionales que se ejecuten en la REPUBLICA ARGENTINA a través de
tribunales argentinos y no se refieran a reclamos alcanzados por las
indemnidades o renuncias contempladas en el ACUERDO. Con anterioridad al CIERRE
el término “MEDIDAS DISRUPTIVAS” incluirá también cualquiera de las medidas
enumeradas en los ítems (1), (2) y (3) de esta definición que restrinja, limite
o grave de cualquier manera la propiedad y/o la disposición de las ACCIONES y
de las PARTICIPACIONES REMANENTES y/o de los derechos emanados de las mismas.”
La pistola puesta en la sien de Argentina
Esa definición de “medidas disruptivas” viene
acompañada con la cláusula específica XVI “Medidas disruptivas”. Donde se
establece un plazo de 90 días para que Argentina las remueva o anule. Y en caso
contrario le da derecho a exigir la “compensación acelerada” prevista en la
Cláusula XIV “Reestructuración”. Que consiste en la inmediata liquidación de
los títulos públicos en el mercado, cualesquiera sea sus precios, dado su
supuesto carácter de garantía. Y la obligación subsistente por parte de
Argentina, de pagar de inmediato el saldo remanente, si ello resultara insuficiente
para alcanzar el precio nominal establecido de u$s 5.000 millones, más los
intereses a partir de esa fecha con una tasa efectiva del 11 % anual.
La que en caso de no pago, dará lugar a la
concreción de un arbitraje según el Reglamento de Arbitraje de la Comisión de
las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (“CNUDMI” o
“UNCITRAL”). Que tendrá sede en Paris, y contará con la intervención de dos
árbitros elegidos de común acuerdo, que a su vez designaran un tercer árbitro.
O en su defecto, este será designado por el secretario general de la Corte
Permanente de Arbitraje de La Haya. O sea que todo el procedimiento se
realizara en la Unión Europea, a la que pertenece España, acorde con lo
establecido en la cláusula XIX “Ley aplicable - Jurisdicción”.
Para asegurar esta disposición, en la cláusula VIII
“Declaraciones y garantías”, se establece expresamente que el acuerdo goza de
la protección del Tratado Bilateral de Inversiones Argentina - España. Y que
dado el carácter de indemnización, los derechos de REPSOL constituyen una
“inversión” en los términos de ese tratado, pese que en realidad se trata de
una desinversión neta. Y agrega que dado su carácter de indemnización
expropiatoria, los derechos de REPSOL emergentes de la “compensación”, están
igualmente protegidos por la Constitución Nacional, no podrán ser objeto de
“reestructuración”, y deberán ser satisfechos en los términos, plazos y
condiciones pactados. Y que además en el pago de los títulos públicos o
cualquier pago que resulte exigible, Argentina no podrá oponer a REPSOL ninguna
compensación “de fuente legal o convencional, por ningún crédito, actual o
futuro, que pudiera invocar contra REPSOL”.
Estas disposiciones en torno de la
“reestructuración” del contrato, vulneran flagrantemente la potestad soberana
invocada por Argentina desde el 2003 en adelante, de reestructurar su deuda
pública. La que fue ratificada recientemente por un fallo de la Corte Suprema
de Justicia (Claren Corporation c/ E.N 517/518 CPCC exequátur s/varios") donde
no se acepta que ello pueda ser eludido mediante la intervención de un tribunal
extranjero, como el que se prevé con el arbitraje en cuestión.
De tal manera si Argentina por caso dispusiera una
reestructuración de deuda en el futuro, y pretendiera seguir pagándole a
REPSOL, vulneraría la igualdad o pari passu entre los acreedores. Que es la
cuestión crítica que hoy se está discutiendo con los fondos buitres en la Corte
Suprema de Estados Unidos, tras dos fallos adversos de la justicia de Nueva
York. Y si suspendiera los pagos a REPSOL, y esta liquidara de inmediato los
títulos, en un mercado alterado por la caída de sus cotizaciones provocada por
la suspensión de pagos, ello reportaría un gravísimo perjuicio para Argentina.
Tendría que pagar dos veces la misma deuda, si el
precio de los títulos liquidados se precipitaran a la mitad de su monto
nominal. Y varias veces una misma deuda, si ellos cayeran por debajo de la
mitad de su monto nominal, como sucedió en el 2002. Operando estas cláusulas
leoninas, como una virtual renuncia por parte de Argentina a su facultad de
reestructurar las deudas, por las complicaciones que ello le depararía en todo
sentido. Y como un oprobioso revolver puesto en la sien de ella, para obligarla
a cumplir religiosamente la ignominiosa capitulación arribada con REPSOL.
Esta cláusula intencionalmente dañina, se ve
refrendada por la estipulación que figura en Anexo XIII “Procedimiento para el
ejercicio del derecho de acompañamiento”, en la que solo se habilita a
Argentina a “acompañar” las enajenaciones de títulos públicos que efectué
REPSOL. Comprando en cada ocasión de ellas, una cantidad similar de la misma
especie, si es que queda un remanente de los títulos enajenados. Y solo le
permite ejercer una opción preferente de compra de las enajenaciones de títulos
que intente REPSOL, cuando las enajenaciones superen los u$s 4.800 millones. O
sea cuando el convenio se haya cumplido en un 96 %, conforme lo previsto en la
cláusula V “Límite de la compensación”. Recién en ese momento REPSOL aflojará
las manos con las que ciñe el cuello de Argentina.
La grave falsedad en el discurso presidencial y en
el proyecto de ley
Wiston Churchill decía que quien no conoce la
historia de su país, no puede gobernarlo. Que se podría decir del gobernante
que desconoce la parte la historia que lo tuvo como protagonista, y amolda esos
hechos a su “relato”. Poniendo así en evidencia el espíritu de engaño que
sobrevuela a lo largo del convenio con REPSOL. Al respecto, la Presidenta en su
discurso ante el Congreso, dio una curiosa e insincera versión respecto la
privatización y desnacionalización de YPF, que se concretó mediante una ley en
el año 1992.
Negó que inicialmente haya sido una
desnacionalización, expresando que la privatización tuvo por objeto regularizar
una regalías petroleras mal liquidadas a las provincias. Que así habrían optado
por matar a la gallina de los huevos de oro, para satisfacer un hambre
momentánea. Y encomió los réditos que habrían tenido las provincias petroleras
con el cobro de las regalías, y de dividendos como socias de YPF. Dando a
entender que la desnacionalización habría ocurrido mucho después, con la
aparición de REPSOL. Afirmación que fue ratificada en los fundamentos del
proyecto de ley enviado al Congreso, donde se expresa “el ciclo que clausuramos
definitivamente se inició en 1999, con la desnacionalización de la compañía hoy
recuperada”.
Pero lamentablemente la verdad de los hechos a la
luz de la documentación pública, resulta totalmente distinta. Ya que la
desnacionalización, la preveía expresamente el texto de la ley del año 1992,
por imperativo del Consenso de Washington, el FMI, el Banco Mundial, y el Plan
Brady. Y se lanzó decididamente a partir de ese año. Pero ante la enorme
resistencia que existía por parte de los legisladores para aprobarla, Menem y
Cavallo sobornaron a las provincias petroleras con el cuento de darles una
participación accionaria de hasta un 39 %, que podían adquirir con el
reconocimiento de las regalías mal liquidadas. Quedándose a su vez el Estado
nacional con una participación del 51 %.
Pero con la obligación por parte de las provincias,
de vender las acciones a la medida que lo hiciera el Estado Nacional, que
estaba autorizado a vender su parte hasta retener un mínimo de un 20 % de
ellas. Lo que representaba que se iban a vender un mínimo de un 53 % de ellas.
Y un máximo, al no tener obligación alguna las provincias de retenerlas, que
podía llegar hasta un 80 %, con lo que la desnacionalización estaba asegurada.
A su vez ese límite luego fue derogado por el menencavallismo al que
pertenecían los Kirchners, para permitir la compra hostil del 100 % de las
acciones por parte de REPSOL.
O sea que la participación de las provincias tan
encomiada por la presidenta, fue un engañifa, para que ellas convalidaran la
privatización y desnacionalización de YPF. También fue una engañifa el PPP
(Programa de Propiedad Participada) que destinaba el 10 % de las acciones a los
trabajadores de YPF, igual que sucedió con otros tantos entes privatizados.
Ideada para sobornar a los sindicalistas, para que apoyaran las privatizaciones
y desnacionalizaciones, dándoles el diezmo, ante la reticencia de acompañar esa
absurda rifa de los bienes colectivos de los argentinos.
Incluso en el caso de YPF, ese PPP no se hizo
efectivo a los dos tercios de trabajadores, que quedaron cesantes tras la
privatización. Sus acciones las dispuso REPSOL a su antojo, y por eso hasta la
fecha continúan las demandas contra YPF REPSOL. De las que el estado, conforme
el convenio arribado con REPSOL, deberá hacerse cargo. Y otro engañifa fue la
posibilidad de que los jubilados que detentaban fallos previsionales a su
favor, o bocones previsionales provenientes del pago de demandas judiciales,
los pudieran cambiar por acciones de YPF. Derecho que también se hizo extensivo
a los banqueros tenedores de esos bocones previsionales.
La participación decisiva de Kirchner en la
desnacionalización de YPF
“Untando” voluntades de gobernadores, trabajadores,
y jubilados, Menem y Cavallo lograron sacar adelante las privatizaciones y
desnacionalizaciones requeridas por el FMI, el Banco Mundial, y el Plan Brady.
Que también alcanzó nada menos que a YPF, nuestra petrolera de bandera, la que
gracias a Mosconi había sido la empresa señera en la explotación estatal del
petróleo, que seguidamente se difundió en toda la región, y por todo el mundo.
Por ello esta privatización y desnacionalización fue doblemente oprobiosa,
porque también significó arriar y entregar una doctrina genuinamente argentina.
Y ella tuvo como cómplice principal en esa faena, a
Néstor Kirchner, flamante gobernador de Santa Cruz y presidente de la OFEPHI
(Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos). Con quien
Carlos Menen, Domingo Cavallo, y José Luis Manzano arribaron a un convenio
público en agosto de 1991. En base al quid pro quo de sacar adelante la ley de
privatización y desnacionalización de YPF; a cambio del reconocimiento a Santa
Cruz de las supuestas regalías mal liquidadas. Para cuya firma los tres
primeros viajaron expresamente a Rio Gallegos, revelando esto la importancia
decisiva que tenía ese acuerdo para ellos.
En base ese antecedente, el 22 de septiembre de
1992, los gobernadores de la OFEPHI encabezados por Kirchner, se reunieron con
Manzano en el Ministerio del Interior, para apoyar decididamente la
privatización y desnacionalización de YPF. Y acto seguido, flanqueado por Menem
y Manzano, Kirchner ofreció una conferencia de prensa en la misma Casa Rosada.
Donde desafió a la oposición y a los detractores del proyecto de ley, a que
dieran quórum en el Congreso, y no se escondieran tras los cortinados. Al día
siguiente adornada con una imagen de Kirchner, Clarín publicó la noticia,
“Provincias petroleras hacen lobby por la aprobación”.
Trascartón la ley fue sancionada por el Congreso,
siendo el miembro informante a favor de ella el entonces diputado por Neuquén
Oscar Parrilli, actualmente secretario General de la Presidencia. Quien sostuvo
“no pedimos perdón por lo que estamos haciendo... Esta ley servirá para darle
oxígeno a nuestro gobierno y será un apoyo explícito a nuestro compañero
Presidente”.
No obstante el presidente Kirchner en febrero del
2007, como si se tratara de otra persona, dijo en uno de sus discursos “sabemos
el genocidio que pasó con nuestra industria petrolera, la increíble
privatización... Si YPF hubiera quedado en manos nuestras estaríamos
recaudando... entre 20 y 25 y hasta 30.000 millones de dólares por año”. Soto
vocee Parrilli reconoce ahora que se trató de un grave error estratégico,
impulsado por el penoso estado financiero con que Kirchner había recibido la
provincia de Santa Cruz, de manos del anterior gobernador Arturo Puricelli.
Quién sin embargo luego se desempeño como ministro de Defensa y de Seguridad
durante la presidencia de Fernández de Kirchner.
Lo cual revela el “decisionismo” aventurado e
irreflexivo que parece ser patrimonio de la elite dirigencial argentina, en especial
del kirchnerismo. Que no trepidan en tirar al niño junto con el agua sucia de
la bañera, para salir de un momentáneo atolladero. Como ahora pretenden hacer
con la fabulosa riqueza de Vaca Muerta, para solucionar una momentánea penuria
de divisas. Provocada por la ruinosa desadministración que el kirchnerismo hizo
de ellas, en momentos que por su abundancia “llovía café en el campo”.
El negocio de vender un 0 Km y comprarlo usado 20
años después al mismo valor
De esa manera en el año 1993, con una tasación de
YPF valorizada en u$s 6.700 millones, libre de toda deuda, mediante una oferta
de carácter mundial, se vendieron las acciones de YPF al capital privado.
Colocando un 25 % de ellas en Argentina, un 44 % en Estados Unidos, y un 31 %
en el resto del mundo. Con lo cual los grandes bancos y fondos de inversiones
de Nueva York pasaron a detentar el control de YPF, gracias a los servicios
prestados por Néstor Kirchner y Oscar Parrilli al entonces gobierno nacional.
Hoy con el convenio arribado con REPSOL, volvemos a
comprar YPF por un importe igual. Pero recargada de deudas por u$s 8.357
millones, más de a mitad de ellas a cortísimo plazo. Con un dudoso Patrimonio
Neto reducido respecto esa época en un 15 %. Con sus reservas de petróleo
disminuidas en un 60 %, y sus reservas de gas disminuidas en un 75 %. Mas el
pasivo judicial y contingente dejado por REPSOL a lo largo de su desaprensiva y
cuasi criminal gestión.
Volvemos así la situación menemcavallista de 1992,
solo que con una versión más reducida. Ya que en vez del 51 % para la Nación, y
el 39 % para las provincias, ahora es el 26 % para la Nación, y un 25 % para
las provincias. Con un convenio de sindicación de acciones, que le da a la
Nación la facultad de dirigir YPF. Y si bien antes el límite para desprenderse
de las acciones estatales de YPF, inicialmente fue hasta conservar un mínimo de
un 20 %, ahora supuestamente para bajar el límite del 51 %, se requiere una ley
del Congreso con una mayoría de dos tercios.
Lo cual es otra engañifa. Ya que de forma parecida a
lo que se está por hacer con la ley que aprueba el convenio con REPSOL, que en
su art 1) da por cumplida la tasación prevista en esa ley (art 12) pese que no
reviste las características de tal, con una ley común se puede reformar la ley
común 26.741, y derogar la exigencia de la mayoría agravada inserta en ella.
Lo que si se ha mantenido de la ley menemcavallista
de 1992, es la puesta de YPF fuera de todo control público y de la AGN. Para
que sus directivos investidos de un sigilo empresario exigido supuestamente por
normas bursátiles, puedan hacer cualquier cosa, como se verá seguidamente.
La Presidenta en su discurso dijo que el convenio
con REPSOL es un fin de ciclo, concepto que se repite en los fundamentos del
proyecto de ley. Pero es un fin de ciclo de engaños e imposturas, como se puede
apreciar en el escrito “YPF - REPSOL y los K - 1991 / 2011 Veinte años de
desadministración petrolera, con un pésimo final que se podría evitar” … Y
lamentablemente como se verá seguidamente, el comienzo de otro peor.
De ese ciclo que se cierra, la Presidenta se guardó
muy bien de mencionar el periodo correspondiente a la “argentinización” de YPF
con la aparición del grupo Eskenazi en su control, a partir del año 2008, con
el que se dio un envión final al vaciamiento de ella. Pero si reconoció que
Kirchner “tenia obsesión con YPF”. Al respecto, si ese intento de
renacionalización de YPF por parte de Kirchner fue errado pero honesto, la
Presidenta debería haber explicado, porque si se trataba de una
“argentinización”, la empresa detentora de las acciones PESA (Petersen Energía SA)
estaba radicada en España.
Y porque su controlante Petersen Energía PTY LTD,
estaba radicada en Australia, de la que además nadie sabe quienes son sus
verdaderos dueños. Y porqué parte de las acciones del grupo Eskenazi tras la
estatización de YPF, fueron a parar a manos del magnate de las telefónicas
Carlos Slim. Cuyo principal asesor, lobista, y representante en Argentina, es
Juan Manuel Abal Medina, ex representante de Perón, y padre del ex jefe de
Gabinete de nombre homónimo. Y casualmente Slim desembarcó en Argentina en
julio del 2003, un par de meses después que Kirchner asumiera la presidencia de
la Nación.
Lo hizo a través de su empresa América Movil, que
compró CTI, y se transformó en CTI Movil, y luego cambio su nombre por Claro.
Pasando a ser la mayor prestadora de teléfonos celulares en Argentina, al
detentar un tercio del mercado. Gracias a la no regulación en Argentina de la
telefonía celular, que ha sido impedida por el kirchnerismo en el Congreso a lo
largo de una década, Slim ha transformado su negocio telefónico en Argentina en
una mina de oro, mediante depredar a las clases no pudientes con los servicios
prepagos.
La Presidenta debería haber aclarado también, porque
el presidente de REPSOL Antonio Brufau, amenazaba veladamente con dar a conocer
las intimidades referidas a la incorporación del grupo Eskenazi como accionista
de YPF. Sino se llegaba a un acuerdo satisfactorio, como el que ahora parece
haber logrado. Y si la interesada búsqueda mutua de ese arreglo, fue el motivo
por el cual recién un año después de la sanción de la ley de estatización de
YPF, se constituyó el Tribunal de Tasaciones Ad-Hoc, que debería haber
comenzado su labor inmediatamente después.
Que a su vez tardó casi otro año en supuestamente
efectuar la tasación que exigía la ley de expropiación, y lo hizo recién
después de haberse arribado a un acuerdo sobre el precio con REPSOL. Habiéndose
así comprado un coche viejo, con pésimo uso y mantenimiento, veinte años
después de haberlo vendido cero Km, y haber escuchado la opinión del tasador
recién tras concretar la compra.
El precio de oportunidad que no es tal
En el fondo, tal como lo manifestó la Presidenta en
su discurso ante el Congreso, y se expone en los fundamentos del proyecto de
ley, el precio a pagar a REPSOL y la tasación que debió efectuarse a esos
efectos, son pamplinas carentes de importancia, ya que se trataría de un precio
de oportunidad. Al tratarse Vaca Muerta de la segunda reserva de gas no
convencional del mundo, y la cuarta reserva de petróleo no convencional. Al
respecto la Presidenta expresó:
“La Agencia de Información Energética de los Estados
Unidos -EIA- estableció que la Argentina es la cuarta reserva mundial de
recursos de petróleo shale detrás de Rusia, Estados Unidos y China, con 27 mil
millones de barriles, y la segunda reserva mundial de gases no convencionales
detrás de China, con 145 mil millones de barriles equivalentes. Estos recursos
representan -escuchen bien las cifras- 123 años de consumo en petróleo y o 410
años en gas. Y el 41 por ciento se concentra en el yacimiento de Vaca Muerta. …
“Y se logró un acuerdo por 5.000 millones de
dólares. Vuelvo a repetir: es la segunda reserva de gas shale del mundo y la
cuarta reserva de petróleo shale del mundo. Hoy estamos ante una posibilidad
única: tener soberanía y autonomía energética; volver a ser competitivos en
materia del precio del gas en el mediano plazo. No va a ser ahora. Las cosas no
son de un día para el otro. Pero hemos resuelto, hemos resuelto... Algunos
decían: "¡Huy! Las cosas que les van a dejar a los que vengan". Ojalá
yo tuviera que pagar hoy el petróleo y que me hubieran dejado la segunda
reserva del mundo...
Si fuera así, cabria preguntarse para qué y para
quién es la oportunidad. Para qué es sencillo de responder. Para el gobierno,
que desesperado por el agujero cambiario que le hizo la fuga de divisas por u$s
90 mil millones que no supo impedir a tiempo, y la des administración petrolera
que concretó; trata de alentar el ingreso de capitales de cualquier forma y a
cualquier costo, y solucionar el desabastecimiento petrolero de cualquier
manera.
Y por su parte REPSOL había trabado el ingreso de
divisas destinadas a la explotación de Vaca Muerta, mediante múltiples litigios
en el exterior, impidiendo así su explotación. Que amenazaban la seguridad
jurídica de esas inversiones, razón por la que era imperioso un arreglo con
ella, para destrabarlas. El otro para qué más subrepticio, y el para quién, se
verá seguidamente exponiendo el entramado de la cuestión.
Se cierra un ciclo y comienza otro peor
La historia petrolera de Argentina en los últimos 50
años, desde la presidencia de Frondizi, hace honor a la canción de Silvio
Rodríguez que dice, “sueño con serpientes, la mato y aparece una mayor, con
mucho más infierno en digestión”. Pero en esta ocasión la serpiente no va a
masticar la paloma que menciona Silvio en su canción, sino una Vaca Muerta.
Las penas son de nosotros, la Vaca Muerta casi toda
extranjera
La legendaria canción de Atahualpa Yupanqui que
lamenta que “las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas”, podría
aplicarse a la fabulosa riqueza hidrocarburífera neuquina de Vaca Muerta - Los
Molles, y otras parecidas que existen en otras provincias del país, de las que
se jacta la presidencia.
Vaca Muerta - Los Molles son dos formaciones rocosas
superpuestas de miles de kilómetros cúbicos, con hidrocarburos no
convencionales atrapados en su interior, cuya riqueza diversas fuentes han
estimado en 12 billones de dólares. Lo que equivale a 35 veces el actual PBI
argentino en dólares. O 40 veces el valor venal de las 30 millones de hectáreas
dedicadas al cultivo de granos en Argentina, que son el principal motor de su
economía actual, y generan exportaciones por u$s 35 mil millones. Más
información al respecto se puede encontrar en el escrito confeccionado en
coautoría con Mario Cafiero, “¡El pueblo quiere saber de qué se trata! Los
siderales montos en juego que se esconden en Vaca Muerta”.
YPF detentaba por su cuenta solo el 12,7 % de la
superficie de Vaca Muerta, y otro 23,5 % en consorcio con otros productores. A
ello se le debe sumar la flamante adquisición de APACHE, que detentaba un 6 %
propio, y un 2,2 % coparticipado con otros productores. Y restar la venta
simultánea de un 3,4 % que hizo de parte de esa adquisición a Pluspetrol. A su vez
la superficie exclusivamente propia, YPF las está coparticipando en 50 % con
otros productores, como Chevron, Dow, Petronas, etc. Con lo cual, conforme esa
política, la superficie neta propiedad de YPF en Vaca Muerta acabaría siendo de
solo un 35 %.
De tal manera la propiedad indirecta del estado
nacional en Vaca Muerta, a través de su participación accionaria en YPF, sería
solo un 9,1 %. Y la de los estados provinciales de un 8,8 %, totalizando un
minoritario 17,9 %. El resto, más del 80 %, que es la clásica parte del león,
ya sea a través de la participación accionara en YPF, o la participación
directa en Vaca Muerta, quedará sustancialmente en manos de grandes inversores
internacionales, o de mega petroleras, esencialmente norteamericanas.
Donde figuran nombres como Américas Petrogas, Energy
Operations (EOG), EXXON, CHEVRON, TOTAL, Petrobras, Pan American, Tecpetrol,
Wintershall, etc. Mayor información al respecto se puede encontrar en el
escrito confeccionado con la coautoria de Mario Cafiero“Los verdaderos dueños
de Vaca Muerta - Las megapetroleras multinacionales encabezadas por la EXXON
Standar”.
YPF el mascarón de proa de las transnacionales en
Vaca Muerta
En consecuencia la política petrolera adoptada por
el gobierno desde fines del año 2012, de reconocer el precio del crudo
internacional a la extracción del petróleo no convencional, y reconocer un
precio de u$s 7,5 el millón de BTU a la extracción del gas natural no
convencional, triplicando el precio que se paga actualmente en Estados Unidos,
se trata de una política en directo beneficio de esas transnacionales
petroleras, especialmente norteamericanas.
Y también de la TOTAL francesa, que pese no tratarse
las principales áreas que opera de gas natural no convencional, también se le
reconoció ese sideral precio. Siendo esta disposición, un contrasentido con lo
que la Presidenta misma expresó en su reciente discurso ante el Congreso, al
referirse a las notables ventajas competitivas y autonomía que Estados Unidos
habría conseguido, con la rebaja del precio del gas natural a u$s 2,5 el millón
de BTU.
“Fíjense ustedes lo que va a ser esta revolución
energética. Hoy, Estados Unidos tiene el millón de BTU a dos dólares y medio;
tiene, inclusive, equipos de perforación de shale, tanto de gas como de petróleo,
ociosos, porque ha bajado terriblemente… Ahora es también potencia energética
y, por lo tanto, se produce una revolución energética. Y Obama, en el último
discurso ante la Unión, habla de que van a volver a producirse en su país y de
que se van a volver a exportar productos, bienes y servicios "made in
USA". ¿Por qué? Porque seguramente van a tratar de volcar esa energía
barata de dos dólares y medio el millón de BTU a la industria pesada, primero,
y a la industria liviana, después, para tener un mayor grado o un total grado
de autonomía, que es lo que requiere siempre cualquier país que quiera ser
potencia. Y los que no queremos ser potencia también, porque no nos gusta que
nadie nos mande.”
A ello se suma el hecho de que con los precios
internacionales reconocidos a las transnacionales, y el sideral aumento que
estos han tenido en la última década, el financiamiento sustancial de las
inversiones responde al esquema de la autogeneración de fondos. Por lo que las
inversiones genuinas serán mínimas, solo las necesarias para “cebar la bomba”,
y después las inversiones necesarias para continuar y expandir la extracción
saldrán enteramente del bolsillo de los consumidores argentinos. Tal como surge
de la ecuación económica financiera del contrato que YPF firmó con Chevrón, que
se encuentra analizado en el escrito elaborado en coautoría con Mario Cafiero
“La ecuación económica -financiera del convenio entre YPF y Chevron y sus
descomunales alcances”.
Atento a que YPF detentaba solo el 35 % de la
extracción del petróleo, y el 26 % del gas natural, pese a tener el 57 % de la
venta de combustibles, esta medida consistente en trasladar la renta petrolera
a la extracción de los hidrocarburos (upstream) representa a una nueva
reprivatización y desnacionalización petrolera. Directamente a favor de las
transnacionales que operan en Argentina en ese sector, convirtiéndose así YPF
con la mitad de su refinación y ventas de derivados (downstream) solo en un
vaso comunicante de las ganancias de ellas.
Se repite así nuevamente el esquema de Vaca Muerta,
al detentar YPF en TEP (Toneladas Equivalentes de Petróleo) solo el 31 % de la
extracción, por lo que la participación estatal en ella nuevamente se ve
reducida a solo un 16 %. Quedando la parte del león de la renta petrolera, en
manos de las compañías privadas dominadas por las trasnacionales petroleras.
YPF la proa acorazada para abrir paso al denostado
fracking en Vaca Muerta
Además, al aparecer YPF liderando la explotación de
Vaca Muerta, la empresa semiestatal operará como una proa acorazada, para
tratar de romper el duro hielo con que los movimientos ambientalistas se oponen
a la brutal técnica del fracking, que tiene altísimos riesgos de ser
contaminante. Los que han logrado en la provincia de Chubut sendos amparos
judiciales, que impidieron la puesta en explotación por parte de YPF, de pozos
para la extracción de petróleo no convencional mediante el fracking.
La foto adjunta, donde se ve al presidente de YPF
Miguel Galluccio dando sus dos manos a los hermanos a Carlos y Alejandro
Bulgheroni, mientras que estos las conservan cerca de sus bolsillos, resulta
ser todo un icono del rol en que ha quedado atrapado YPF. Como mascaron de proa
y proa acorazada de los trasnacionales petroleras, a cambio de una mínima
participación en el negocio petrolero por parte del estado.
Los Bulgheroni, que recientemente se hicieron de la
ESSO (EXXON) Argentina, y son socios de la ex Standar Oil of Indiana, hoy Pan
American AMOCO - BP, son desde hace décadas los subrepticios representantes de
los intereses petroleros del grupo Rockefeller en Argentina. Y ese
desprendimiento por parte de la EXXON, de sus refinerías y comercialización de
combustibles (downstrean) en Argentina, para dedicarse a perforar pozos en Vaca
Muerta, a la inversa de YPF en donde el downstream casi duplica al upstream,
habla a las claras donde está la renta petrolera.
Antes de la estatización de YPF y la llegada de
Gallucio, los Bulgueroni hicieron públicos intentos para tratar de copar YPF,
seguramente para que esta llevara a cabo la misma misión que hoy encara con
Gallucio a la cabeza. Consistente hablando llanamente, en usar de “forro” a la
YPF semi estatal, para la maximización de las rentas de las compañías privadas.
Por tal razón ese icono podría llamarse “Nicomos”, o sea Mosconi al revés.
Quien a la inversa de Gallucio, se enfrentó rudamente con el trust de la ESSO -
EXXON y SHELL, con el objeto de garantizar la autonomía energética, que
entonces era casi toda importada, y abaratar el precio interno de los
combustibles.
Llegando incluso a tratar de importar petróleo desde
la Unión Soviética, pese al embargo tácito impuesto a esta por las mega
petroleras anglonorteamericanas, disconformes por que no las había indemnizado
por la estatización de sus yacimientos en el Cáucaso. Pretensión que a partir
de allí se constituyo en una premisa básica para los barones del petróleo, que
exigieron lo mismo a favor de REPSOL. Por ello Hipólito Irigoyen junto con
Mosconi pagaron un durísimo precio por sus audacias, con el derrocamiento del
primero en 1930. Y el exilio del segundo, tras ser desplazado de la dirección
de YPF inmediatamente después de ese golpe.
YPF copada por Schlumberger, la líder del fracking
Schlumberger es una megaempresa de servicios
petroleros líder en la técnica del fracking, que viene perfeccionando su
desarrollo desde hace diez años, cuando el sustancial aumento en el precio del
petróleo, hizo posible su utilización. Pero últimamente ha perdido preeminencia
en el mercado norteamericano, por la aparición de competidores de menor tamaño.
Sus principales accionistas son también los principales accionistas de Chevron,
EXXON, EOG, DOW, que hoy detentan áreas en Vaca Muerta y/o son socios de YPF.
A su vez Schlumberger se ha convertido la principal
subcontratistas de YPF en la especialidad del fracking. Cuyos contratos no han
trascendido al público, pero que seguramente harán que buena parte de la renta
petrolera de YPF quede en sus bolsillos, compensado así las mermas de lucro en
el mercado norteamericano.
El presidente de YPF Miguel Gallució es un ex
ejecutivo de Schlumberger, en donde según PERFIL, percibía una retribución
anual del orden del millón de dólares, lo que le permitió concretar una pequeña
fortuna personal, evaluada en 10 millones de dólares. Compuesta por grandes
extensiones de tierras en Entre Ríos, y el control junto a su padre y hermano
de las sociedades agrícolas Palo Santo, El Sembrador y Espinillo, así como
valiosas propiedades y firmas en Inglaterra ligadas al petróleo, como Fan Court
Residents Association Limitated, y el fondo Fenkle Streer BPRY Property Found.
A su vez el director de Explotaciones de YPF, bajo
cuya férula se encuentra Vaca Muerta, es Juan Martín Gandolfo, otro ex alto
ejecutivo de Schlumberger igual que Gallucio. Lo mismo que su CEO tecnológico,
el alemán Bernard Gremillet, que fue nada menos que vicepresidente de
Schlumberger. Y que Juan Garoby, ex gerente de operaciones de Schlumberger, que
hoy es gerente de Recursos No Convencionales de YPF. Todos ellos pasaron de
Schlumberger a YPF en el 2012, tras la estatización parcial de esta. Y un
mínimo código de ética les impediría tener transacciones con Schlumberger, la
cual no obstante a partir de allí se convirtió en una de las principales
contratistas de YPF. En la que esta ha tercerizado las operaciones de fracking,
principalmente en Vaca Muerta.
Se completa así el esquema de parasitación o
vampirisación de YPF por parte de los mega inversores internacionales liderados
por el grupo Rockefeller. Que se proponen succionar la sideral renta petrolera
que esta por aparecer en Argentina, con la puesta en explotación de Vaca Muerta
y otros yacimientos no convencionales, mediante un ingenioso y elaborado
escalonamiento. Ya sea como mega contratistas de YPF, como detentores de buena
parte de las acciones de YPF, como socios con YPF en la explotación de las
áreas detentadas por esta, y como mega explotadores de las áreas que YPF no
detenta en ella.
Obteniendo así ganancias fabulosas, que irán a parar
íntegramente al exterior, como sucedió con el legendario cerro Rico de Potosí,
repleto de plata, del cual los españoles solo dejaron un montaña con su
interior vacio, y solo pobreza a su alrededor. La que era cuidada por el
"Tío", representación del demonio o deidad horrenda poseedora del
cerro, a quien se hacían ofrendas para sacar el metal de sus entrañas. Que
ahora en Vaca Muerta será sustituido por el “Tio Rockefeller”.
La opaca maraña empresaria que teje YPF
Además de los opacos contratos de asociación que ha
firmado YPF con distintas trasnacionales para explotar Vaca Muerta, del que muy
pocos conocen sus contenidos, el portal web Eliminando Variables - Periodismo,
investigación e información, dio recientemente cuenta de una serie de
sociedades que YPF ha creado en el Delaware, estado de Estados Unidos que es lo
más parecido a un paraíso fiscal. Con escasa imaginación ellas se denominaron
YPF Shale Oil Investment LLC, I, II, III y IV, siendo su denominador común la
explotación del petróleo no convencional.
El registro de ellas fue realizado por el estudio de
abogados Corporation Services Company, que es también la entidad registrante de
Chevron Corporation, en cuya oficina en Delaware quedaron fijados los la domicilios
legales de las firmas satélites creadas por YPF. Las dos primeras de ellas se
crearon el 1/7/13. Y una semana después, el 8/7/13, dos altos empleados de YPF,
Germán Laría y Juan Garoby, fundaron en Buenos Aires la Compañía de
Hidrocarburos No Convencional SRL (CHNC SRL), con domicilio en Macacha Güemes
515, el mismo de YPF.
Como ya se dijo, Juan Garoby es un ex Schlumberger.
Y por su parte Germán Laria detenta el cargo de director de YPF, y casualmente
tiene un homónimo que a su vez se desempeña como Gerente de Planificación de
Chevron. Al respecto el 10/12/13, YPF comunicó o la Bolsa de Comercio de Buenos
Aires, que junto con Chevron, habían suscripto los contratos necesarios para
instrumentar la cesión a favor de CHNC SRL, del 50 % de la concesión para
explotar Loma Campana en Vaca Muerta. En el comunicado se aclaraba que YPF era
propietaria de un modo no informado, de CHNC SRL, creada por Laría y Garoby.
Al respecto la Ley de Sociedades Comerciales
establece que las sociedades por acciones como YPF, sólo pueden participar en
otras sociedades por acciones, algo que no se cumplió en el caso de
“adquisición” por parte de YPF de la SRL CHNC. Desconociéndose qué beneficios
económicos obtuvieron Laría y Garoby al transferir su SRL a YPF. Ni cuando se efectuó
esa transferencia. Y si vendieron el 100 % de su emprendimiento, o se quedaron
con algún porcentaje de él.
Si la SRL resultase ser una empresa “conjunta” entre
YPF y Chevron, aparece la duda de quién sería el responsable de resarcir a los
damnificados por un eventual daño ecológico. El que quizás tenga que viajar a
Delawere para iniciar allí un litigio. En el comunicado herméticamente también
se dice que YPF cedió “a favor de Chevron una prenda sobre las acciones de una
afiliada de YPF que indirectamente resulta titular de la participación de YPF
en CHNC” (sic). Y si YPF no cumple, afirman los autores de la investigación,
Chevron podría liquidar garantías en obligaciones negociables de YPF en la
Bolsa de New York, por u$s 300 millones.
El papel de Laría en la participación en sociedades
no concluyó ahí. El 7 de marzo del 2014, fue designado gerente de otra SRL, la
Compañía de Desarrollo No Convencional, creada en Buenos Aires el 7/3/14. Los
socios de esta SRL son dos de las compañías satélites de YPF formadas en
Delaware en julio del 2013, YPF Shale Oil Investment LLC I y II. El otro
gerente de la compañía es Carlos Colo. Ingeniero de profesión, Colo es 1 de los
9 directores suplentes de YPF y también se desempeña como Gerente Ejecutivo de
Exploración de la petrolera. Ambos fijaron domicilio también en Macacha Güemes
515 en CABA, la dirección legal de YPF.
Ante el secretismo reinante en YPF, pese ser una
empresa con mayoría estatal, existen conjeturas de que las empresas satélites
YPF Shale Oil Investment LLC I, y II, y CHNC SRL estarían relacionadas con los
negocios y acuerdos secretos con Chevron. Y la creación a fines de febrero del
2014 de otras dos empresas denominadas YPF Shale Oil Investment LLC III y IV, y
CDNC SRL, estarían vinculadas con la asociación con la petrolera asiática
Petronas, que recientemente firmó un acuerdo con YPF también por Vaca Muerta.
Toda esta maraña empresaria que va desarrollando
YPF, hace recordar a los vehículos para fines determinados, o “sociedades de
propósito especial” (SPE), denominadas Raptors I, II, III, IV, etc, creadas con
números sucesivos por Enron. A las que Enron transfería activos y compromisos,
y con las que tenía cuentas a cobrar que le permitían disimular en sus balances
el vaciamiento y estado ruinoso del grupo. Tras su quiebra en el año 2001,
Enron se convirtió mundialmente en sinónimo de fraude planificado.
No es casual que algunas partes de Enron, como EOG,
o socios de Enron, como AMOCO - BP Pan American, sean destacados operadores en
Vaca Muerta. Las sociedades que cotizan públicamente en bolsas de valores,
requieren de una gran transparencia para proteger los intereses de sus
accionistas, sobre todo los minoritarios. Pero en la curiosa sociedad mixta
semiestatal YPF, el cuento de la cotización pública de sus acciones en las
bolsas de Nueva York y Buenos Aires, ha servido para hacer absolutamente opaco
el manejo del petróleo argentino, propiedad de todos los argentinos.
Las travesuras de Gallucio con la compra de APACHE
Esta trama oscura de negocios, también tienen su
reciente expresión en la compra contra natura de la petrolera norteamericana
APACHE por parte de YPF. La que de esa manera adquirió áreas en plena
explotación, configurando una desinversión neta para el país, en lugar de
destinar esos capitales al desarrollo de nuevas áreas, para recuperar
urgentemente el autoabastecimiento petrolero.
Simultáneamente con el anuncio por parte del
gobierno del acuerdo con REPSOL, como si una cosa viniera ligada con la otra,
YPF anunció la compra de todos los activos petroleros de APACHE en Argentina,
por u$s 800 millones. Por su parte la Presidenta en su discurso ante el
Congreso, dijo que ello había costado u$s 500 millones. No obstante ninguna de
esas cifras es la correcta.
Además de los u$s 800 millones declarados por YPF,
esta también se hizo cargo de las deudas que tenía APACHE en Argentina, por u$s
52 millones. Y por el otro lado, la simultánea venta a Pluspetrol, firma
vinculada a REPSOL, de parte de lo comprado a APACHE en Vaca Muerta, solo le reportó
a YPF u$s 217 milllones, pese a tratarse de una superficie de 1.240 Km. Por lo
que el monto neto de la operación fue de u$s 637 millones, alejados de los u$s
500 millones apuntados por la Presidenta.
En tal sentido llama la atención el precio de venta
por hectárea a favor de Pluspetrol, de u$s 1.750 la hectárea. Como si se
tratara de un predio agropecuario del secano, frente a un supuesto valor
recuperable promedio en Vaca Muerta que trepa a u$s 3,3 millones por hectárea.
De tal manera Pluspetrol habría invertido en esa compra solo el 0,05 % de lo
que podría recuperar, por lo que se puede decir que le espera una formidable
cosecha.
De esa manera YPF sumo una superficie en Vaca Muerta
de 8,2 %, y a su vez cedió una superficie del 3,4 %, quedando un neto del 4,80
%. Pero el caso es que se trata de una Vaca Muerta, y por ende sus distintos
trozos tienen muy distinto valor, según se trata de lomo cuadril, bofe, o
pezuñas. Pero nada de eso está aclarado en estas opacas de transacciones de
YPF, por lo que no se sabe si YPF cambio peceto por costillar, o cuartos
delanteros por traseros, o si se le perdió el lomo en algún lado. Pero no
obstante las dudas no acaban allí, sino que recién comienzan, ya que YPF:
- Compró a APACHE concesiones que estaban por vencer
desde el 2015 en adelante. En algunas de las cuales la provincia de Rio Negro
había rechazado las prorrogas de plazo solicitadas por APACHE.
- YPF dijo que tras una auditoría realizada ex
profeso a mediados del 2013, compró reservas probadas por 135 millones de
barriles equivalente de petróleo (MBoe) cuando en su declaración de reservas
del año 2012 hasta el final de las concesiones, APACHE declaró tener en los
campos que opera solo 60 Mboe, o sea menos de la mitad.
- Esto concuerda con el reporte anual de Apache ante
la SEC norteamericana, donde declaró reservas probadas desarrolladas por 82
millones, y a desarrollar por 20 millones. A las que según aclara el mismo
APACHE ante la SEC, la consultora Ryder Scott castigó reduciéndolas al 64 %. No
obstante hay una nota engañosa en su declaración, por la que en esas reservas
no se distinguirían la que en realidad serían propiedad de otros consorcistas.
Y si corresponden hasta el final de la concesión, o de la vida útil de los
yacimientos.
- O sea que no se sabe cuántas son las reservas
pertenecientes realmente a APACHE, teniendo en cuenta las participaciones de
otros consorcistas en las áreas que cedió a YPF, y el fin de sus concesiones.
- Con los precios básicos que se pagan actualmente
por el petróleo y gas, YPF habría pagado el 60 % del valor de las reservas que
APACHE declaró tener en el 2012. Lo que resulta una enormidad en el negocio
petrolero, que acostumbra a pagar solo un sexto de ellas.
APACHE es una petrolera vinculada con la EXXON, del
grupo Rockefeller, con la que tiene múltiples intercambios y explotaciones en
común. Y en estos momentos está realizando una agresiva recompra de acciones
propias, y por eso está muy necesitada de efectivo. Por su parte Pluspetrol
tiene vinculaciones con REPSOL, especialmente en Perú. Por lo cual estas dos
inusuales transacciones, simultáneas a su vez con el arreglo con REPSOL, no
parecen estar desconectadas. Sino que formarían parte de un complejo menú, de
cuyo conocimiento el gobierno y YPF ha mantenido alejada a la opinión pública
argentina. A quien le han sido confiados activos estratégicos de cifras
siderales, que no tienen ninguna proporción con el control público que recae
sobre esa compañía semiestatal.
La entrega de Vaca Muerta para enfrentar a los
fondos buitres
Revelada esta trama de altísimos y opacos intereses
extranjeros puestos en juego en torno de Vaca Muerta e YPF, resulta posible
explicar el otro para qué subrepticio del inaudito arreglo que concreto el
gobierno con REPSOL, a los efectos de viabilizar la entrega de Vaca Muerta a
norteamericanos y franceses. Que no es otro que el de obtener el apoyo de
estos, para enfrentar a los fondos buitres en las demandas que actualmente
están radicadas en Corte Suprema de Estados Unidos.
Con la sanción en el año 2012 de la ley de
estatización parcial de YPF (26.741) y su decreto reglamentario (1.277/12) se
fijaron razonables objetivos de política petrolera. Previéndose en los incisos
e) y f) de este último, que uno de los objetivos de esa política era: “asegurar
el abastecimiento de combustibles a precios razonables, compatibles con el
sostenimiento de la competitividad de la economía local, la rentabilidad de
todas las ramas de la producción y los derechos de usuarios y consumidores… (y)
asegurar y promover una leal competencia en el sector”.
Esta formulación causó una enorme inquietud en los
barones que integran el opaco y exclusivo Club del Petróleo, cuyo liderazgo lo
detentan las mega petroleras internacionales. No obstante esa sana política fue
súbitamente abandonada totalmente, tras conocerse a fines del 2012 el fallo
adverso del juez estadounidense Griesa, en la demanda de los fondos buitres
referida al pari passu o igualdad de los acreedores. Que obliga absurdamente a
Argentina a pagarle a estos íntegramente sus acreencias, mas costas y
punitorios, con prioridad sobre los acreedores que ingresaron en el canje.
El abandono de ella se produjo tras una entrevista
que mantuvo en diciembre de ese año la Presidenta Fernández de Kirchner, con
los principales petroleros de Argentina, los hermanos Bulgheroni,
representantes de los intereses petroleros del grupo Rockefeller en Argentina.
La que dio lugar a una sarcástica y clarividente nota de Carlos Pagni, “Pactos
de Año Nuevo que saben a derrota” publicada en La Nación, con foto incluida, en
la que se anunciaba la apertura de una nueva política petrolera. Que nada tenía
que ver con la enunciada en legislación dictada ese año.
En ella se pormenorizaba la enorme influencia que
los Bulgueroni han ejercido sobre la política argentina desde hace casi medio
siglo, cualquiera sea el color del gobierno de turno. Su reciente afán de
obtener el dominio de YPF. Y la “extasiada” sonrisa que la Presidenta dedico a
sus interlocutores, como quien en medio de un naufragio, cree encontrar una
tabla de salvación:
“Dominar YPF. Bulgheroni dio, además, otro paso
hacia aquel objetivo que, en un inusual arrebato de sinceridad, confesó en
marzo de 2010: dominar YPF. La inversión en Vaca Muerta es una operación
familiar, de la que no participan los británicos, y en la que no se sabe si
entrarán los chinos. Tampoco se conoce qué parte de los 1500 millones de
dólares prometidos corresponde a Bridas y qué parte a YPF.”
“Quienes suponen que Carlos Bulgheroni fue uno de
los impulsores de la estatización de YPF, sobre todo desde aquella entrevista
con Cristina Kirchner, siempre negada, que se realizó días antes de la salida
de Repsol, tienen ahora más argumentos a favor de su sospecha. Los Bulgheroni
vuelven, a su manera, a YPF, la empresa de la que obtuvieron el primer envión
para su incalculable fortuna, como tantos otros industriales.”
“Nada que deba sorprender. Este pacto de Año Nuevo
es otra instancia de una trayectoria de tratativas con gobiernos y fascinación
por el poder que en Bulgheroni lleva, desde su juvenil amistad con Raúl
Lastiri, más de 40 años. Gracias a la foto en la que miran al titular de Bridas
con una sonrisa extasiada, Cristina Kirchner y Julio De Vido ingresaron a un
álbum infinito.”
“En esa colección hay, para escándalo de la
sensibilidad media del Gobierno, infinidad de militares, algunos incorporados a
la empresa en el retiro; aparecen ascendentes jóvenes de la Coordinadora
radical; está Carlos Menem, de quien Bulgheroni se sintió ministro durante una
tarde, cuando hubo que reemplazar a Miguel Roig, muerto en circunstancias nunca
ventiladas; están varios ministros de Menem, que prestan servicios ahora como
abogados o asesores en la petrolera; figura, fugaz, Graciela Fernández Meijide,
acompañada en 1998 a un foro de Davos, y pasa el último De la Rúa, a quien el
empresario quiso rescatar, trasladando a Buenos Aires a Felipe González para
una mediación con el peronismo que evitara la caída. En el álbum de Bulgheroni
aparece también Néstor Kirchner, quien apenas llegó al poder suspendió los
acuerdos extrajudiciales que Menem había autorizado para zanjar los innumerables
conflictos entre Bridas y el Estado.”
Petróleo nacional no convencional sin política
nacional
El quiebre de la política petrolera en curso tras la
reunión con los Bulgheroni, se manifestó de inmediato, con el traslado de la
renta petrolera a la extracción o downstream, mediante la elevación del precio
del gas natural a u$s 7,5 el millón de BTU, y del petróleo de u$s 42 a u$s 70
el barril, tal como apunta Pagni. Que luego en el acuerdo con Chevrón, pasó a
ser el preció internacional pleno. Lo cual originó su vez un incesante aumento
en el precio de los combustibles internos. Y se ve ahora reflejada también en
la rebaja de los subsidios en los servicios públicos, buena parte de los cuales
iban a parar a las mega petroleras.
El ministro Kicillof olvidó así de repente, su
reiterada explicación de que las retenciones sirven para mejorar los precios
internos frente los internacionales. Al aceptar sacarle enteramente las
retenciones a recursos no renovables, de propiedad pública. A la par que
mantiene retenciones del 50 % sobre productos renovables de propiedad privada,
como son la soja y otros granos.
El quid pro quo de ese cambio de 180 grados en la
política petrolera, se hizo evidente de inmediato, al presentarse como amicus
curiae apoyando a Argentina ante la Corte Suprema de Estados Unidos, el mismo
Estados Unidos, Francia, la terrible Anne Krueger, ex directora del FMI, el
megafondo BlakcRock, principal accionista de Exxon, Chevron, Schlumberger, Dow,
etc. Y también Alfonso Prat Gay, ex ejecutivo del JP Morgan - Chase, también
propiedad de los Rockefeller, etc.
Transacción que en forma zoológica se podría
sintetizar como Vaca Muerta por fondos buitres. Que para Estados Unidos y sus
poderosas mega petroleras significa afianzar estratégicamente el dominio sobre
los hidrocarburos no convencionales, que les permitiría trasladar bastantes
años hacia el futuro, el famoso pico o campana de Hubbert. Que sostenía que a
partir del 2000 la demanda de petróleo superaría a la oferta de petróleo
convencional. Y a la par le permitiría a Estados Unidos lograr el
autoabastecimiento energético, para dejar de depender del explosivo Medio
Oriente, y abaratar sustancialmente el costo de su energía, para así poder
relanzar su industria.
Tal como lo destacó la Presidenta en su discurso
ante el Congreso, pero olvidando enteramente de aplicar la misma receta en
nuestros país. En pos de ese objetivo simultáneamente Estados Unidos parece
haber logrado que en México volviera el PRI al gobierno. Y emprendiera con su
nuevo presidente Enrique Peña Nieto, ahijado del cuestionado ex presidente
Carlos Salinas, gran amigo de Domingo Cavallo, una privatización y
desnacionalización petrolera que parecía imposible.
Pero que le permitirá a las mega petroleras
multinacionales extender la explotación de la formación de gas y petróleo no
convencional de Eagle Ford, en Texas, que es el reservorio no convencional mas
explotado en Estados Unidos, hacia su vecino México. Donde se extiende el mismo
con una superficie muy superior a los 5.000 km2 explotados en Texas.
Por su parte la francesa TOTAL, también obtuvo como
inmediata retribución el aumento a u$s 7,5 el millón de BTU, por el gas natural
convencional que extrae en Tierra del Fuego. A cambio de una supuesta inversión
de mil millones de dólares, que gracias a ese cambio de precios, será en la
realidad solo una reinversión de las utilidades extraídas a los argentinos. A
la que sumo sus proyectos de inversión en Vaca Muerta, donde detenta casi un 5
% de su extensión, y fue el motivo de la entrevista de la Presidenta con el
presidente de dicha compañía, Christophe de Margerie, en su reciente viaje a
Francia.
En la cual también se entrevisto con el presidente
francés Francois Hollande, al que agradeció su apoyo en las negociaciones con
el Club de Paris y los fondos buitres, a los que acusó de “intentar tumbar el
acuerdo de la Argentina con el 93 % de los acreedores”. Por su parte Margerie
precisó que el encuentro con la Presidenta permitió “hablar de los temas del
futuro, de cómo vamos a desarrollar las enormes reservas de gas y de petróleo
de Neuquén, en lo que se denomina como no convencional”. Para lo cual afirmó
que será necesario “desarrollar antes el dispositivo indispensable para
lanzarse a esa nueva aventura”.
Este “dispositivo indispensable”, es el que también
insinúan los conspicuos barones integrantes del Club del Petróleo, y sus muy
bien rentados lobistas, tanto técnicos como comunicacionales. Que consiste
sintéticamente, en dotar de “seguridad jurídica absoluta” a esos nuevos
desarrollos petroleros. Lo cual en términos crudos, significa que el trato
enormemente asimétrico de cambiar oro por espejos de colores, propio de los
tiempos de la conquista, se asegure a lo largo del tiempo por venir.
En tiempos antiguos, ese intercambio o tracto era instantáneo,
pero en los tiempos modernos, máxime si se trata de recursos naturales, el
tracto se convierte en sucesivo. Y para que esa sucesión realmente suceda y no
se altere, a los efectos que el predador pueda llevarse la parte del león,
dejando muy poco a cambio, es que se busca la tan mentada “seguridad jurídica”.
Que sería innecesaria, si el trato fuera transparente y equitativo para las
partes, y por ello ambas estarían interesadas en su continuación.
El reclamo concreto es en este caso, que el Congreso
sancione una ley mega petrolera, similar a la de las mega mineras. Que les
garantice absoluta estabilidad impositiva, y la percepción intangible de los
precios internacionales, tanto internamente como externamente. Y que Argentina
se mantenga bajo el paragua de los Tratados Bilaterales de Inversiones,
firmados por el menemcavallismo.
Por eso la exigencia de Estados Unidos, de que se
paguen las sentencias de los tribunales del CIADI y UNCITRAL previstos en
ellos, como reconocimiento de hecho de la plena validez, continuidad, y
voluntad de cumplimiento de los mismos. Pese incurrir en una cesión de
soberanía mediante un fraude de derecho, al no existir en la práctica la
“bilateralidad” que en ellos se declama.
El dilema de Argentina, ser Nigeria o Noruega
El kirchnerismo se encuentra, así 20 años después
del desbarre en que incurrió con su complicidad en la privatización y
desnacionalización de YPF, en una situación parecida, pero enormemente
magnificada. Porque en lugar de rifar a YPF para solucionar una módica deuda
provincial, ahora ha encarado la rifa de Vaca Muerta, para solucionar los
coletazos de una deuda externa mal arreglada en el año 2005. Representada por
las demandas de los holdsout y fondos buitres. Sin memoria, ni verdad, ni
justicia. Y para disimular esto, inventó una quita de deuda que no fue tal. Y
se volvió como un bumerán con el pago acelerado de los cupones ligados al PBI.
El importe del atolladero ante el que se encuentra
el gobierno, representa con sus recargos, un importe del orden de los u$s 20
mil millones, equivalente a la valorización que hacía REPSOL de YPF. Que
equivale solo al 0,16 % del valor atribuido a Vaca Muerta, cifra que ni
alcanzaría a cubrir la tasa para el sellado de sus contratos.
Ricardo Arriazu, ex director de FMI y asesor de la
presidencia del Banco Central durante la última dictadura, escribió recientemente
diversas notas relativas a las siderales riquezas hidrocarburíferas existentes
en Vaca Muerta. Que según él llevarían a Argentina a ser alternativamente, o
Noruega, que con su empresa estatal Statoil logró preservar una parte
sustancial de la renta petrolera a favor de su país, y constituir uno de los
fondos soberanos más importantes del mundo, para que parte de esa renta la
disfruten generaciones futuras. Consagrándose como el país líder en igualdad,
seguridad, calidad de vida, bienestar de sus habitantes, y democracia. O
Nigeria, minada por la corrupción, luchas intestinas, matanzas, contaminación,
y descontentos populares. Aventuras en las estarían implicadas la EXXON,
Chevron, Shell, etc, que han sido acusadas de explotar esas calamidades en
función de sus intereses.
Arriazu incluso va más allá, y dice que en cuatro o
cinco años Argentina, puede sufrir la enfermedad denominada “holandesa”, al
haberla soportado Holanda desde que puso en marcha sus yacimientos petrolíferos
en el Mar del Norte. Consistente en que esos enormes ingresos petroleros
revalorizaron su moneda, al punto tal de hacer inviables otras actividades
económicas. Afirmando Arriazu que incluso la competitiva producción
agropecuaria argentina, que es el actual motor de nuestra economía y principal
fuente de divisas, podría verse afectada en un futuro por ello.
Este curso de acción, del que la Presidenta
Fernández de Kirchner solo dio la patada inicial, obligada por el mal arreglo
de la deuda que hizo, la paralela fuga de divisas que permitió, y la des
administración petrolera que efectuó, es lo que hoy está sucediendo. Y definirá
el futuro del país, si vamos hacia Noruega, o vamos hacia Nigeria. Pero no
obstante no está en el tapete de la discusión pública, ni en la discusión política,
ni en los cenáculos de esta, que parece estar en Babia al respecto. Y no
resulta casual que por contrario, paralelamente se haya embarcado
furibundamente en una discusión entre garantistas y manos duras, sobre un nuevo
código penal que es solo un anteproyecto.
Por un lado la presidenta tiró el tema en su
discurso ante el Congreso, y por el otro lado la fuerza ex kirchnerista
encabezada por Sergio Massa, lo agarró en el aire y generó un escándalo,
explotando la preocupación de la gente por la inseguridad. Creando una cortina
de humo, amplificada por los diarios CLARIN y LA NACION, los organ house del
Club del Petróleo, para disimular el curso de la entrega de este. Que se ve
viabilizado con el acuerdo arribado con REPSOL, que no obstante su trascendencia,
no suscitó ni una mínima discusión pública al respecto, y tuvo una mínima
cobertura de prensa.
Estando ambas partes kirchneristas y ex
kirchneristas, y buena parte de la oposición, lejos de percibir que el problema
de la inseguridad no se soluciona con nuevos códigos penales, o con más
fiscales, jueces, o policías. Sino haciendo que el país en vez de seguir
marchando hacia Nigeria, marche hacia Noruega, y felizmente cuenta con enormes
recursos para esto.
La distracción de la opinión pública es una vieja
táctica petrolera, ya que algo parecido sucedió en tiempos del presidente
Arturo Frondizi. Donde el tumultuoso conflicto referido a la educación laica o
libre, que llegó a agitar muchedumbres, permitió disimular la firma de los
contratos petroleros a favor de las compañías norteamericanas, siendo hoy
algunas de ellas, las mismas de entonces. A los que luego rescindió el
presidente Arturo Illía, siendo esta otra de las razones por la que hoy exigen
“seguridad jurídica” absoluta.
Los PPPP, Políticos Presidenciables Pro Petroleros
Frondizi escribió un libro titulado “Política y
Petróleo”, y luego como presidente de la Nación hizo todo lo contrario de lo
que en él afirmaba, cometiendo así un grave engaño a la opinión pública. La
Presidenta hoy parece emularlo, al declamar una evanescente política petrolera,
que nada tiene que ver con el verdadero curso de los acontecimientos. Que su
gobierno se ha visto obligado a recorrer, porque por los gravísimos errores
económicos que cometió su gobierno, pese las circunstancias excepcionalmente
favorables que gozaba, hoy nuevamente la economía prima sobre la política, no
obstante lo que declama la Presidenta.
El políticamente ambiguo e insustancial Peña Nieto,
ahijado del presidente Carlos Salinas, que ha acometido actualmente en México
la faena de la desnacionalización del petróleo, parece tener en Argentina su
émulo en Sergio Massa. Que fue ahijado de los Kirchners, y a quien el poderoso
Club del Petróleo parece haber elegido anticipadamente como próximo presidente de
los argentinos. O en su reemplazo a Mauricio Macri, y Daniel Scioli, que
comparten con Massa su perfil descafeinado de políticos apolíticos. Convertidos
así en gerentes, para según ellos “solucionarle los problemas a la gente”,
viviendo en el día a día.
Deberían leer a Carlos Pellegrini, que en un escrito
remembrando la trágica guerra del Paraguay (“Treinta años después”) dijo que la
historia “nos enseña que nuestro esfuerzo actual solo prepara la historia del
día siguiente, pues la de hoy ya fue hecha por actos pasados”. Lindando esa
apreciación con las teorías conspirativas que se pueden achacar a las mega
petroleras, dice previamente:
“Hay fuerzas superiores que combinan los sucesos,
que mueven a los hombres y las cosas, según su varia índole, en el inmenso
tablero de la vida, y preparan para una hora dada las soluciones definitivas; y
los hombres que se hallan en la escena en ese momento, son lo que generalmente
asumen la responsabilidad o la gloria de acontecimientos, a cuyas causas
superiores y anteriores fueron ajenos”.
La prensa que se autodenomina “independiente”, pese
aparecer como lobista de las mega petroleras, ha instalado la opinión de que de
esa terna de políticos apolíticos descafeinados, saldrá el próximo presidente
de la Nación. Los cuales para servir a las mega petroleras, reúnen muy buenos
antecedentes. Por lo pronto los tres se distinguen por repetir como loros, el
mismo concepto que sostenía Pellegrini hace un siglo y medio, cuando en
Argentina estaba todo por hacerse: “Careciendo de capitales propios, el país
debe proceder con firmeza en su organización económica para inspirar confianza
en los mercados que los proporcionan. La confianza reduce la exigencia de
garantías”.
Ese concepto podía resultar plausible en el siglo
XIX, pero hoy es tan estólido como si en Paraguay un gobernante propusiera
importar naranjas, siendo un notable exportador de ellas. Dado que lamentablemente,
Argentina desde hace medio siglo se ha convertido en un notable exportador de
capitales. Que actualmente montan según distintas fuentes, desde el INDEC a Tax
Justice Network (Red de Justicia Fiscal) entre u$s 215 mil millones y 400 mil
millones.
Siendo esto en realidad el verdadero problema de
Argentina, que no obstante ningún político menciona, como si estuviera pringado
de esa enfermedad. Consistente en que Argentina no tiene una “burguesía
nacional”, sino una “burguesía dolarizada”, que desde su clase media baja hasta
su clase más alta, pasando por la clase media, cultiva una enfermiza pasión por
atesorar moneda extranjera. Para supuestamente afrontar los repetidos
naufragios que ha experimentado su economía, con lo que no hace otra cosa que
precipitarlos.
Los PPP, Programas de Propiedad Participada, fueron
la engañifa con que se viabilizaron las privatizaciones y desnacionalizaciones
en la década de los ’90, impuesta por la mega banca internacional para cobrarse
sus acreencias. Ahora la dinámica de los hechos y la aparición de Vaca Muerta,
y las ambiciones de las mega petroleas internacionales, han hecho germinar a
los PPPP, Políticos Presidenciables Pro Petroleros.
Semblanza de los PPPP
Massa según Wikipedia, pertenecía al ala derecha del
partido liberal conservador Unión del Centro Democrático (UCEDE) liderado por
Alvaro Alsogaray, ministro de Economía de Frondizi, que también estuvo en el
enjuague de los contratos petroleros. Fue presidente de la Juventud Liberal en
la provincia de Buenos Aires entre 1994 y 1996, y un entusiasta del gobierno de
Carlos Menem. Por ello militó activamente por la fusión del partido en el
menemismo, a mediados de los ’90, y ocurrido esto paso a militar en San Martín
con el dirigente sindical Luis Barrionuevo.
Con el patrocinio de este ocupó una subsecretaría en
el Ministerio del Interior, y luego fue asesor de “Palito” Ortega en el
Ministerio de Desarrollo Social. Posteriormente fue electo diputado provincial
por Buenos Aires por el PJ. Y durante la presidencia interina de Eduardo
Duhalde, tras el estallido de la crisis del 2001, gracias a las gestiones de su
suegro Fernando «Pato» Galmarini que era asesor de Duhalde, Massa fue puesto al
frente de la ANSES
Como jefe de ella durante el kirchnerismo, con la
colaboración del hoy opacado vice presidente Amado Boudou, Massa fue el autor
de la dispendiosa y demagógica jubilaciones de “amas de casa” o “moratoria”.
Con la que desparramó lo que en la realidad eran pensiones graciables, en
quienes la necesitaban imperiosamente y la merecían. Y quienes no la
necesitaban para nada, por su aceptable nivel de vida. Menoscabando de esta
manera los ingresos jubilatorios de quienes efectivamente habían hecho aportes
a lo largo de los años. Y que ahora adicionalmente, al detentar esas
jubilaciones mínimas inmerecidas, se verán beneficiados por la no quita de los
subsidios a los servicios públicos.
Luego como jefe de Gabinete su principal
preocupación fue cumplir con los banqueros, y la recompra de deuda pactada en
el canje de deuda del 2005. Para lo cual con la inspiración y ayuda de Boudou,
se estatizaron los fondos de las AFJP. A los efectos de convertir a la ANSES en
una cueva financiera, que permitiera simular esa recompra, y asistir al Tesoro
para el pago de deuda a banqueros e inversores, en desmedro de los jubilados.
Que por ello han atiborrado de demandas a los tribunales. Y ahora ampliando en
grado notable la faena, perece preparado para transformar a YPF en una “cueva
petrolera” al servicio de las mega petroleras, en desmedro de los argentinos.
Los mega petroleros parecen contar como garantía
adicional para ello de que Massa, conforme los cables de Wikileaks y lindante
con la alta traición, era el confidente de la embajada de Estados Unidos, al
mismo tiempo que se desempeñaba como jefe de Gabinete de los Kirchners. Y que a
su vez ha reaparecido con un entorno de ex menemcavallistas notables, que
parecen decididos a repetir la historia de entrega petrolera que
protagonizaron, tema sobre el que elocuentemente, ni ellos ni Massa se explayan
gran cosa.
También cuenta para esa faena con el notable apoyo
de la prensa “independiente” de CLARIN y LA NACION, que son los organ house del
Club del Petróleo, y pese al vacio de sus discursos, han logrado disfrazar a un
intendente de estadista. Habiendo reflotado para ello CLARIN en su versión
impresa, las técnicas subliminales que empleó a mansalva durante el
menemcavallismo. Consistente en adornar las notas e imágenes de Massa con
propagandas de excelencia, que generan una intertextualidad inconsciente a
favor del mismo.
Pese la debilidad que parece tener con la cocaína,
con su estilo hiperkinético, ojos vidriosos, su aparición siempre con algún
abrigo, y la fulminante expresión que tuvo, como curándose en salud, cuando
dijo "si encuentro a mis hijos fumando un porro los cago a
trompadas". Enfermedad bastante extendida en los políticos, que hundidos
en la vorágine del oficio e impulsados solo por sus ambiciones personales,
necesitan un soporte psicoquímico que reemplace las carencias de espíritu.
Mal pueden entonces luchar contra el narcotráfico,
si dependen de la provista de este. Y quizás por esa necesidad fue que Massa
declaró recientemente en Estados Unidos que “más importante que los perros, son
los contadores y abogados para seguir el dinero que las organizaciones
criminales mueven”. Y estas vulnerabilidades no son precisamente mal vistas,
por quienes esperan obtener réditos de candidatos que cuentan con esas
falencias.
En ese viaje a Estados Unidos, como si se tratara ya
de una autoridad nacional electa, fue recibido por Roberta Jacobson, la
subsecretaria para Latinoamérica del Departamento de Estado. Y fue visitado en
su hotel por Enrique Zúñiga, el asesor especial de Obama para América latina. A
quién declaro que “queremos construir un vínculo importante con Estados Unidos,
pero los argentinos no queremos entrar en esa lógica vulgar que se llamó
relaciones carnales”. Las que ahora podrían denominarse “relaciones petroleras
no convencionales”.
Por parte de Mauricio Macri, solo basta decir que es
un ex empresario petrolero, ya que SOCMA (Sociedad Macri) participó en las
privatizaciones periféricas de Martínez de Hoz, con la que este traspaso las
áreas que explotaba la YPF estatal a los privados. Como si fueran contratos de
explotación, que por los montos percibidos por estos, eran en realidad
concesiones subrepticias, que luego Menem y Cavallo sinceraron.
Razón por la cual es toda una garantía PRO
Petrolera. Sumándose a esos brillantes antecedentes la causa por contrabando a
la que estuvo sometido, por hacer una calesita con la exportación e importación
de automóviles, para cumplir con el régimen de compensación automotriz que
existía en los ’90. De la que gracias a los buenos oficios de la Corte Suprema
menemista, logró salir indemne, para lanzarse seguidamente a incursionar en
política en el 2002. Contando para ello con el pleno apoyo del diario La
Nación, que lo hizo su candidato del “core”; y del establishment empresario
argentino, que no se distingue precisamente por su moral y entereza.
Por su parte Scioli contaminó su dudosa carrera
deportiva con petróleo, ya que en los ’90 tenía como sponsor a la YPF
privatizada. También se dice que la pérdida de uno de sus brazos con el vuelco
de su lancha en el Paraná, la provoco las olas de un petrolero que pasaba. En
base a esa falencia física, y dudosas carreras que organizo, compitió, y gano
después, que no calificaban para ninguna categoría mundial, pero que no
obstante la grandilocuente prensa “independiente” argentina lo presentaba como
“campeón del mundo”, edificó su imagen de hombre autosuperado.
Esos dudosos éxitos deportivos, que sus críticos
reprochan de “truchos”, mas el pleno apoyo de Menem, le permitió lanzarse a la
política. De esa manera llego a diputado en 1997 integrando la lista del PJ, y
luego renovó su banca en el desastroso año 2001, integrando la lista del
partido de Cavallo, “Acción por la República”. Seguidamente gracias a su
amistad con Duhalde, pasó a desempeñarse con secretario de Deportes y Turismo,
hasta que en el 2003 Kirchner, meritando quizás su aura petrolera, lo eligió
para acompañarlo en su fórmula, con la que ganó las elecciones de ese año.
No obstante sus opacos antecedentes comerciales,
manchados con la quiebra de la empresa familiar “Casa Scioli de
Electrodomésticos”, a la que se acoplaron dos procesos por contrabando. De las
que Scioli zafó echando las culpas a su padre muerto. Y otro tanto sucedió con
la quiebra de la empresa de ropa interior de su esposa Karina Rebollini, que
dejó un pasivo incobrable en el Banco de la Provincia, que se encuentra bajo la
férula de Scioli.
Por lo que se ve en sus currículum, estos tres
“estadistas” PPPP, patética imagen de la degradación de las elites argentinas,
cuentan con adecuados antecedentes para desempeñarse como carniceros, y
descuartizar Vaca Muerta para que se la lleven puesta las codiciosas mega
petroleras internacionales.
La necesidad de que la oposición complete la entrega
kirchnerista
De esa manera, la política petrolera fijada desde el
exterior, es la que prima hoy en Argentina. Y como requiere de continuidad y
perfeccionamiento ante el acotado horizonte político y temporal que tiene el
kirchnerismo, también vemos a otros políticos con altas aspiraciones además de
Massa, tales como Elisa Carrio, Margarita Stolbizer, Ernesto Sanz, Gabriela
Micheti, Juan Manuel Uturbey, etc, y otras 70 diputados según Clarín (25/03/14)
viajar al gran país del Norte, para presentarse en la Universidad de Columbia, Américas
Society, Council o Foreign
Relations, JP Morgan - Chase, etc. Todos entes
pertenecientes al riñón del Club del Petróleo y las finanzas liderado por el
grupo Rockefeller.
Actividad viajera que llevó a la corresponsal de
CLARIN en Washington Paula Lugones, a titular su nota “La campaña presidencial
se trasladó a los Estados Unidos - La carrera de los que buscan suceder a
Cristina - Los aspirantes que se anotan para 2015 se muestran en Whashington y
Nueva York” (16/3/2014). Donde elocuentemente decía: “Hay mucho interés por la
Argentina. Argentina hoy es hot”, dijo un banquero que escuchó a Scioli… el
Consejo de las Américas, cuya elegante sede de alfombras rojas y marcos dorados
de Park Avenue tiene últimamente aires de comité y unidad básica”.
Desde donde nuestros líderes nos dicen que van a ser
“los profetas del cambio” de Wall Street, como hizo Macri. Sin “relaciones
carnales” pero casi casi, como dio a entender Massa. O que será la “continuidad
en el cambio”, como dijo Scioli, diciendo mucho sin decir nada, tranquilizando
a sus interlocutores y llamándolos a invertir. O que va haber “Republica por
cien o mil años”, parafraseando a la convertibilidad de Cavallo o al Tercer
Reich, como dijo Carrió.
Y donde dicen a sus interesados anfitriones que no
se preocupen, que si ellos llegan al poder, van a seguir los pasos de la
Presidenta Fernández de Kirchner. Y se van a encargar de una u otra manera que
Argentina sea Nigeria, como le conviene a las megas petroleras y a Estados
Unidos, y no Noruega.
Ultima modificacion el Domingo, 13 de Abril de 2014
21:42
FUENTE: Argenpress
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