MINEROS CONFIRMAN CORRUPCIÓN KK

En el Día del Minero, los trabajadores de YCRT emitieron un documento donde confirman y reafirman las falencias y corruptelas de la empresa

04/12 – 16:15 - Ahora son los propios trabajadores de YCRT, quienes a través de uno de los principales sindicatos que los agrupa (ATE), sacan a la luz todas las irregularidades que se cometen dentro del yacimiento y remarcan especialmente los motivos por los cuales hoy, 4 de diciembre, no se llegó a la inauguración de la usina Térmica de Río Turbio, tal como se había anunciado en el mes de febrero de este año. El documento apunta a la responsabilidad de la Intervención y no niega la llegada de inversiones, pero deja en claro que no fueron destinadas a los objetivos propuestos.(Por: Ruben Lasagno)
Ya sabemos, por nuestra nota de esta mañana, que hoy 4 de diciembre no se produjo la inauguración de la Usina Termo Eléctrica de Río Turbio, a pesar de los anuncios oficiales. Pero todo lo que venimos informando, sobre bases ciertas y datos confirmados, tanto por declaraciones como por documentación a la que accedimos, no es nada comparado con la confesión de partes; y aquí tenemos una de esas confesiones.
En representación de ATE Río Turbio, los dirigentes Mario Castillo, Secretario General; Juan Pablo Neto, Secretario Adjunto y Hugo Chiguay, Secretario Adminsitrativo, realizaron un documento donde se le hace saber a la empresa, los motivos que han llevado al gremio a realizar la medida de fuerza que desde hace varios días mantiene al yacimiento inactivo, debido a que un grupo de trabajadores se apostó en el acceso a Mina 5, impidiendo que el complejo minero funcione normalmente.
Las revelaciones que hacen allí los trabajadores, están muy lejos del panorama kantiano que pintan las autoridades de YCRT, el Intendente Matías Mazú y el Ministerio de Planificación a cargo de Julio de Vido. Nuestros lectores saben que permanentemente hemos venido apuntando las fallas, falta de inversiones y corrupción, existente en YCRT y en la construcción de la mega usina; pero esta vez son los propios trabajadores, que tienen un conocimiento acabado de las operaciones, las inversiones y los procedimientos, quienes lo reafirman, en un documento absolutamente destitutivo para cualquier Interventor y/o funcionario que estuviera en su puesto para gestionar honestamente, una empresa de este tipo.
En el documento al que accedimos, la dirigencia reconoce las inversiones realizadas desde el gobierno nacional para la “reactivación de YCRT” y tras aclarar que desde siempre la preocupación del sindicato fue la consolidación de la empresa, hacen la salvedad que “la falta de planificación, previsibilidad y gestión, nos encuentra con demoras injustificadas, que nos colocan en una situación de incertidumbre, agravado por la inminencia de la finalización del mandato presidencial”. Es decir, lo que allí se manifiesta en otros términos es que lo que no se hizo hasta ahora, con todos los fondos que recayeron en YCRT desde el 2003 al 2014, no se hará una vez que el kirchnerismo deje el gobierno, algo que siempre hemos sostenido.
“A pesar de los anuncios – agregan los firmantes – la no presencia de la Presidenta de la Nación el 4 de diciembre (hoy) es la demostración más contundente de la desidia, la incapacidad e irresponsabilidad de funcionarios, que lejos de cumplir con las tareas encomendadas, no estuvieron ni están a la altura de las circunstancias”.
En un tramo del texto resaltan someramente, todas las fallas de procedimeintos y desinversión que hemos venido apuntando y señalan “No está terminada la Central Térmica de Río Turbio, ni en condiciones la mina para producir la demanda de carbón, tampoco la ampliación de la Planta Depuradora, ni la adecuación del complejo ferroportuario de Punta Loyola, hay falta de máquinas y equipamientos, en distintos sectores de trabajo” y aclara que enumerar esas falencias “no es negar el financiamiento estatal con creces, es reconocer una situación real e incontrastable”.
Le exigen a la empresa, la normalización institucional, el ordenamiento de los recursos humanos a través de la reingeniería de procesos, escalafón y escala salarial única, le piden conformar un nuevo organigrama y estructura empresaria eficiente. Le reclaman condiciones de seguridad y estabilidad en el trabajo, a través de un nuevo CCT y que la propia empresa transparente la representación de las organizaciones sindicales, ya que se superponen y generan problemas internos muy fuertes. Le agregan además, el cumplimiento de las normas vigentes y democracia en la gestión.
En el documento, los integrantes de la dirigencia de ATE, señalan que “ésta presentación no es un arrebato, una extorsión ni una coacción, sino que se produce por el agotamiento de los tiempos y decisión política, después de haber esperado pacientemente desde el 2003, que las cosas fueran realizadas por el cauce normal, alejado de cualquier conflicto”.
Nunca mejor aplicado el dicho “a confesión de parte, relevo de pruebas”, ya que estas implicaciones generadas desde el mismo corazón de la empresa, por gente que conoce y manipula todos los días, equipos, máquinas y procedimientos; que administra y ejecuta políticas dentro de YCRT, que conoce al personal, las carencias, debilidades y fortalezas, tiene un valor muy importante, porque nos exime de cualquier otra prueba. No hay algo más testimonial e institucional que una acusación de este calibre, hecha por un sindicato.
Quien realmente quiera hacer periodismo debiera preguntarle al Interventor Atanasio Pérez Ozuna o al “asesor” Jaime Álvarez, que critican nuestras publicaciones tratando de desvalorizar los datos y los informes publicados, como operaciones políticas o de prensa, qué tienen para decir de las afirmaciones de ATE. En todo caso, como es de manual, saldrán a decir que es parte de la interna sindical o de una campaña para sacar al Interventor, pero no serán capaces de dar respuesta puntual a todos y cada una de las denuncias que se hacen, porque no tienen respuesta o tendrían que confirmarlas, con lo cual, deberían autoinculparse, meterse presos solos o al menos, tener dignidad e irse de la gestión. (Agencia OPI Santa Cruz)