"En
aquella guerra a vida o muerte se endurecieron y debieron olvidarse de
códigos, gentilezas y rituales. No hubo tiempo, espacio ni posibilidades
para esas exquisiteces de la nostalgia, sólo para capear la crisis".
Leonardo Padura
Mi
asombro es cada vez mayor, pero lo que lo incrementa no es la conducta
de la viuda de Kirchner; en cambio, el profundo desinterés de la
sociedad frente un régimen que utiliza permanentemente una maza para
destruir todas las formas de convivencia civilizada no deja de
sorprenderme. Como no pudo concretar la "democratización" de la
Justicia, la está colonizando con jueces, fiscales y funcionarios, a los
que designa sin respeto a las normas constitucionales, para garantizar
no solamente la tranquilidad de su complicado horizonte penal
-demostrando así su culpabilidad más allá de cualquier duda- sino para
conservar un poder que, al desgranársele el que disponía en el Ejecutivo
y en el Legislativo, le permita condicionar a su sucesor.
El
martes 7, a las 19:00 horas, nos manifestaremos frente al Palacio de
Justicia, en la Capital, y en todas las plazas del país para repudiar el
golpe de estado que el Ejecutivo ha decidido ejecutar contra el Poder
Judicial, con la ya innegable colaboración de la propia Corte Suprema;
espero que la concurrencia sea infinitamente mayor que en las ocasiones
anteriores, porque significará que la ciudadanía ha tomado conciencia,
aunque sea penosamente tarde, de los graves daños que el Ejecutivo está
ocasionando a la República.
El
máximo Tribunal, por motivos válidamente formales, rechazó un recurso
interpuesto contra la remoción del Dr. Cabral como Juez de Casación y su
reemplazo por un abogado militante, todo por la necesidad del Gobierno
de evitar la confirmación de la inconstitucionalidad del memorandum
firmado con Irán y poner barreras al progreso de la causa Hotesur, que
tanto complica a Cristina, su hijo y sus testaferros, Lázaro Báez y
Cristóbal López. Al actuar así, más allá de las versiones de pactos con
el Ejecutivo por el peligro de "carpetazos" contra alguno de sus
miembros, la Corte olvidó que, cuando el kirchnerismo sale a jugar,
cambia el árbitro y las reglas sin pudor alguno.
No
se combate a los caníbales comiéndoselos, pero la razón de la
existencia de la Justicia es ser la última barrera contra los abusos del
poder sobre los ciudadanos y si, sea por cobardía o por interés, no
cumple con esa obligación, su existencia misma debe ser cuestionada.
Quien debe encabezar la resistencia al golpe de estado es la propia
Corte, a quien muchos jueces ya se lo han exigido; si no lo hace, ¿qué
recurso le queda a la sociedad? Será cosa de releer el artículo 21 de la
Constitución, que dice: "Todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la patria y de esta Constitución ...".
Entre
los muchos problemas, todos ellos gravísimos, que deberá enfrentar la
próxima administración estará la colonización que Cristina está
concretando en todos los organismos del Estado, incluyendo a la
Justicia, la Procuración General, el Banco Central, Aerolíneas, la
Cancillería, el INDEC y hasta el INTA. Quien asuma el 10 de diciembre
deberá expulsar sin miramientos a estos miles de jóvenes que no han
acreditado mérito ni conocimiento alguno para ser designados (con
excepción de su ciega militancia oficialista), para lo cual bastará con
tomarles examen y verificar sus antecedentes. No podrán, así, invocar la
cuestionable estabilidad en el empleo que gozan los empleados públicos,
y la sociedad no lo toleraría porque estará sumida en una crisis de
magnitudes superiores a la del 2001: cuando el denostado y ahora
exaltado Carlos Menem entregó el poder a Fernando de la Rúa, la
infraestructura del país, en multitud de campos, era modernísima; para
comprobarlo basta recordar que sobraba energía o que los teléfonos
funcionaban perfectamente.
Cristina
dio otro ejemplo de cómo se la debe interpretar: simplemente, en
sentido contrario. Las palmas de su discurso del miércoles se las llevó
el vergonzoso autoelogio por el levantamiento de la veda a la carne
fresca argentina en los Estados Unidos, que calificó como política de
apoyo al sector agropecuario, que hoy vive una crisis comparable al 2008
precisamente por la intervención estatal y la sobrevaluación del peso;
que se haya atribuido virtudes en esta materia suena a brutal desprecio y
a falta de respeto a la ciudadanía en general, y al campo en
particular. Y el jueves, en una villa porteña, cometió un acto fallido
impagable, al recomendar a los chicos que leyeran "El Mercader de
Venecia", cuyo personaje principal, Shylock, constituye un premonitorio
retrato de don Néstor (q.e.p.d.).
Hoy
(son las 00:10), en la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, La Rioja, La
Pampa y Corrientes, comenzará a despejarse el panorama político. No
estoy en condiciones de dar pronósticos con relación a cada resultado,
pero puedo exponer qué creo que sucederá cuando se trate de las
elecciones nacionales.
Estoy
convencido que ganará Mauricio Macri, y explicaré por qué. La Provincia
de Buenos Aires representa aproximadamente el 40% del padrón argentino,
y 17 puntos porcentuales están en el interior, cada vez más golpeado
por la crisis del campo que repercute inmediatamente en la actividad
económica de las ciudades y pueblos que, en 2011, cuando gozaban de una
gran prosperidad, votaron masivamente por Cristina; hoy no es así, y
llegará desde allí un castigo profundo. Respecto al Conurbano, debemos
recordar que su primer cordón vota como lo hace la hoy Ciudad Autónoma,
porque sus habitantes trabajan, estudian, se curan y se educan aquí.
Finalmente, los "barones", que dependen para conservar sus cargos de
intendentes de sus respectivos consejos deliberantes, detestan a Zannini
y harán lo que ya hicieron en 2009 y 2013, es decir, jurar amor eterno a
los K y mandar a sus tropas a votar en contra de los candidatos
camporistas y, casi seguramente, en favor de la fórmula que encabeza
Felipe Solá como candidato a gobernador.
En
todos los relevamientos, aparece todavía un gran número de indecisos;
entre quienes están dispuestos a votar por las fórmulas K no los hay, y
las dudas sólo se refieren a cuál de las formas de oposición elegir;
así, los votantes originales de Massa -que es quien ha proclamado más
fuertemente sus diferencias con el cristinismo- o De la Sota y de
Stolbizer se inclinarán por Macri. También creo que Mauricio alcanzará
un mayor caudal de votos que sus propios candidatos locales en todo el
país y, como todas las economías regionales están destruidas, Scioli
estaría obligado a obtener un porcentaje de adhesiones imposible lograr
de parte de una sociedad que, en un 60% según todas las opiniones, no
quiere saber nada con la continuidad y la profundización del modelo que
propone.
Si
este análisis es correcto, el triunfador, que para entonces ya habrá
demostrado lo exitosa que resultó su conducta PRO-pura, debería anunciar
después de la primera vuelta electoral, quiénes integrarán su gabinete,
incorporando a la lista a personalidades destacadas de sus partidos
socios, la UCR y la Coalición Cívica -incluyendo a Ernesto Sáenz, Lilita Carrió,
y Martín Lousteau- y hasta del Frente Renovador. Actuar de ese modo le
permitirá ampliar enormemente la base legislativa indispensable para
capear esa crisis con las menores consecuencias posibles y evitar que el
bloque que formará el ¿Frente para la Qué? en ambas cámaras, con su
falta de escrúpulos habitual, haga lo necesario para profundizarla.
¿Que
requiere grandeza de espíritu? Obvio, pero la gobernabilidad y el
futuro de la Argentina deberían primar sobre cualquier otra
consideración, a riesgo de un fracaso que el país no está en condiciones
de soportar más. Roguemos para que todos lo entiendan.
Bs.As., 5 Jul 15
Enrique Guillermo Avogadro
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