AZORADO.
Es la única
palabra que se me ocurre para describir lo que leo, veo, escucho sobre
vosotros, queridos ARGENTINOS.
Ustedes, sí
USTEDES, orgullosos ARGENTINOS, realizadores de hazañas por naturaleza,
valientes en la guerra y solidarios en la paz. Receptores de brazos abiertos
para todos los que alguna vez fuimos expulsados de nuestras propias tierras.
Bendecidos por el Altísimo con un País extraordinario en belleza, geográfica y
humana, una
Nación cuya palabra nunca pasa desapercibida, guía de Latinoamérica, señera en el “Nuevo Mundo”, altiva e ilustre, envidiada por el “Viejo Mundo”, odiada por las actuales “potencias” a quienes hicieron frente aún en total inferioridad de condiciones, “Dueños de Las Malvinas”, creadores y criadores de Belgrano, San Martín, Saavedra Lamas, Houssay, Favaloro, Milstein.
Nación cuya palabra nunca pasa desapercibida, guía de Latinoamérica, señera en el “Nuevo Mundo”, altiva e ilustre, envidiada por el “Viejo Mundo”, odiada por las actuales “potencias” a quienes hicieron frente aún en total inferioridad de condiciones, “Dueños de Las Malvinas”, creadores y criadores de Belgrano, San Martín, Saavedra Lamas, Houssay, Favaloro, Milstein.
¿Qué os
pasa? ¿Por qué nos priváis al resto de los mortales de tan excelsas virtudes? A
nosotros que esperamos de Ustedes todo, PORQUE TODO LO PUEDEN. ¿Que estáis
esperando? ¿Sois ARGENTINA, sois ARGENTINOS?
Finalizando
mi octava década de vida, lamento no haber sido Argentino, lamento no haber
nacido bajo la “Celeste y Blanca”, lamento, desde mi España natal, no
poder acercarme físicamente a vuestra IMPONENTE Buenos Aires, a vuestras
sofisticadas Córdoba y Rosario, a las INMENSAMENTE BELLAS Salta o San Miguel de
Tucumán, o a cualquiera de vuestras exquisitas Ciudades para hacer sentir la
voz de un ADMIRADOR DEL PUEBLO ARGENTINO, PUEBLO (con mayúsculas) que,
desgraciadamente, hoy está subyugado por la mentira y la traición, atravesados
por la Korrupción que os libera a vuestra propia suerte ante drogas y
asesinatos.
¡LEVANTAOS!
¡Mostradnos el camino! ¡Tenéis la obligación de alardear de vuestra DIGNIDAD!
¡EL MUNDO LA NECESITA!
¡No os
podéis dejar avasallar ni vituperar por la INDECENCIA E INMORALIDAD que no
forma parte de vuestra idiosincrasia! ¡NO PERMITÁIS QUE OS HAGAN CREER QUE SOIS
BUENA GENTE PORQUE NO RECLAMÁIS! Vosotros siempre fuisteis y seguiréis siendo
“BUENA GENTE” porque mostrasteis al mundo vuestros reclamos y exigisteis ser
respetados. Para ello ¡Volved a respetaros!
Escupid la
maldad de vuestros gobernantes, recuperad “los laureles que supisteis
conseguir”, “vivid coronados de gloria”, porque para eso habéis sido creados
por el Santísimo y dadnos la alegría al resto de los mortales, que no tuvimos
la suerte de nacer en esa INCOMPARABLE Nación: “AL GRAN PUEBLO ARGENTINO
SALUD”!!!
Mi tiempo ya
pasó, dentro de poco estaré delante del Creador rindiendo cuentas, pero si me
permitiese un deseo, aunque sea uno solo, le pediría: “DEJADME VER A LOS
ARGENTINOS NUEVAMENTE DE PIE”!!
Miguel
Torres de Velázquez Ciudadano Español y (orgullosamente) Argentino POR ELECCION
No hace falta ser ni psiquiatra, ni
psicoanalista para comprobar su maldad, su irrefrenable e incurable locura en
una mujer.
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