¿Empezamos a darnos cuenta que hemos perdido todo?
Es razonable que la explotación minera
se lleve adelante en un país con un subsuelo rico y con necesidades
insatisfechas, pero lo lógico es que esas explotaciones se hagan bajo
dos parámetros fundamentales: rentabilidad para el país (y la provincia) y cuidado medioambiental. En Santa Cruz ninguna de estas dos cosas se cumplen. En la semana de la minería, hay datos que demuestran que Santa
Cruz sigue regalando el oro y la plata a precio de liquidación, es
convidada de piedra en los negocios mineros, las mineras no cumplen con
la ley de empleo y el enorme pasivo ambiental que dejan, nadie lo
controla y mucho menos, lo sancionan.
Hace muchos años desde OPI venimos hablando de minería, de las
consecuencias del descuido ambiental, de la forma en que se llevan el
oro y la plata, pagando precios de saldos y el enorme pasivo ambiental
que producen. Tal como sucede con las petroleras, el Estado se encuentra
ausente de este debate, excepto (como en el caso de YPF) que necesite
los argumentos puntuales para desatar una ofensiva en contra de las
empresas, que como la petrolera española, haya dejado de ser amiga del
poder y necesiten justificaciones populistas para producir brutales
cambios, pisando acuerdos, leyes y las propias normas de inviolabilidad
que este mismo gobierno generó del 2003 en adelante.
Ayer se conmemoró “el día de la minería” y nos tomamos el
trabajo de rescatar algunos datos difundidos por el diario La Opinión
Austral, cifras que nos hemos cansado de señalar a lo largo de este
tiempo, pero que toman mayor importancia al ser “reconocidas”
prácticamente en forma oficial, a través de las páginas de un medio que
nunca incursiona en el campo de la crítica abierta en estos temas, ni
produce investigaciones reveladoras, que comprometan su relación con el
gobierno y las empresas.
Es decir, que si estos datos se están dando a la opinión pública, es porque trasciende un hecho irrefutable: nunca estuvimos equivocados,
a pesar de la negativa de empresas mineras, gobierno, gremio del
sector, diputados e Intendentes de Santa Cruz que han hecho causa común
para defender el negocio minero, que es negocio solo para las empresas
multinacionales y (obviamente) para muchas personas que pertenecen a
estamentos gubernamentales, gremiales o empresariales, que se enriquecen
en la coyuntura, en detrimento de los intereses de todos los pobladores
de Santa Cruz.
Lo que dejan y lo que se llevan
Las mineras en Santa Cruz aportarán por regalías (proyectadas) durante el 2012 la suma de 56 millones de pesos. Si se tiene en cuenta que el presupuesto provincial es de 10.560 millones de pesos, se desprende que lo que percibiremos de manos de todas las mineras que explotan en territorio provincial corresponderá al 0,5% del presupuesto. Sin embargo esto es a futuro.
Hasta el ejercicio 2011 el total por regalías mineras fue de poco más
de 38 millones de pesos al año por todo concepto, sustancialmente menor a
lo que todos los hospitales de Santa Cruz recaudan, por año, de
arancelamiento; una vergüenza.
Por datos obtenidos de la Secretaría de Minería de la Nación las
mineras exportaron por 16.310 millones de pesos en el 2011 y se espera
que para el 2015 las exportaciones superen los 28 mil millones de la
misma moneda. En todo el país emplea poco más de 510 mil trabajadores y si bien destaca que 5
mil corresponden a la provincia de Santa Cruz, la verdadera situación
es que menos del 10% de quienes laborean en los yacimientos son
santacruceños. Las mineras en esta provincia traen gente del
NOA, Chile y Perú. Cada vez que dijimos, esto desde nuestro portal y
merced al conocimiento exacto que tenemos por referencias de nuestras
fuentes, fuimos atacados y catalogados de “antimineros”, avanzada que
obviamente trataba de ocultar la verdad: que la minería no le aporta
absolutamente nada a Santa Cruz, ni en regalías ni en mano de obra.
Para “asegurar” que las empresas cumplieran con dar mano de obra a
los pueblos que impactan, el diputado Rubén Contreras impulsó el
proyecto de ley 70/30 (70% de mano de obra local y 30% foránea). Hace más de un año está en vigencia la ley 3.141 y junto con la ley medioambiental, ninguna se ha cumplido.
Claro, los legisladores, en el apuro por generar un marco que quitara
la discusión minera del ojo de la tormenta, en relación con el empleo
local, olvidaron aprobar un capítulo que sancione el
incumplimiento reiterado de este compromiso (70/30) por parte de las
mineras, por lo tanto, las empresas siguen vulnerando la ley y el Estado
no tiene potestad para actuar, solo lo puede hacer como ente
controlador. Si no puede sancionar, la pregunta es ¿Para qué se
legisló sobre algo en lo que el Estado queda como mero observador? ¿Fue
negligencia legislativa? (grave, demostraría la incapacidad de los
diputados para cumplir sus funciones) ¿Fue un olvido ex profeso, para
simular que se hace algo y dejar todo como está, típico del gatopardismo
político al que nos tienen acostumbrados?.
Tres de las cinco mineras en producción, Cerro Vanguardia,
Minera Santa Cruz y Triton, figuraron el año pasado entre las 20
principales exportadoras del país. En el 2012, en su discurso,
el gobernador inició el año haciendo referencia a dos proyectos de
envergadura que tiene Santa Cruz: Cerro Negro en la zona de Perito
Moreno y Cerro Moro en la zona de Puerto Deseado. Santa Cruz es
la tercera provincia a nivel nacional en tanto a nivel extractivo y
producción y son casi 300 los proyectos que se prevén para los próximos
10 años.
La mayor muestra de que los recursos son de la provincia y los
negocios lo hacen otros, es que Cerro Negro, es un proyecto concesionado
por la Secretaría de Minería a Oroplata SA, que fue vendido por
Oroplata al grupo minero canadiense Goldcorp en 3.400 millones de
dólares sin que se haya extraído hasta el momento ni una sola onza de
oro y sin que a Santa Cruz le haya correspondido un solo peso de esos
3.400 millones de dólares en que se enajenó la riqueza de su subsuelo.
La pregunta es ¿Por qué este negocio en vez de hacerlo empresas
extranjeras, no lo hizo la provincia?. En un país posible, un Juez o un
Fiscal actuarían de oficio para averiguarlo, aquí no.
Situación social
Mientras todo esto pasa silenciosamente por debajo de la preocupación
social que existe en Santa Cruz por saber cómo el empleado público
llegará a fin de mes, cómo hará el comerciante para ajustar sus costos
sin tener que despedir empleados, mientras hay cortes de rutas para
pedir subsidios, se corta la luz, no hay combustibles y el gobierno
provincial no sabe de dónde obtener fondos para cumplir mes a mes con
los sueldos que cada vez se atrasan más, las empresas mineras hacen su
juego millonario, sin topes ni condicionamientos.
En Santa Cruz las multinacionales pagan el 1% de regalías, es decir: nada. En términos financieros y así lo refirió hace mucho tiempo un geólogo a esta Agencia, Santa Cruz paga para que se lleven el oro y la plata.
Recién hace unos meses el estado decidió aumentar al 3% esos fondos,
pero obviamente quedan afuera las empresas que son las que actualmente y
desde hace 10 años están llevándose todo del subsuelo. Por lo tanto el 3%, al no ser aplicable hoy, es irrelevante; solo se trata de explotaciones a futuro. La iniciativa del gobernador de elevar las regalías a 12%, es (hoy) utópico y solo sirve para abrir expectativas. Lo
cierto es que en el Congreso nacional no existe voluntad de parte del
oficialismo de mover mínimamente el aporte que hacen las mineras por
llevarse las riquezas del país.
Las localidades que impactan las mineras (Perito Moreno, Los
Antiguos, Puerto Deseado, Las Heras, Gobernador Gregores, San Julián)
viven “al día” y con carencias sociales y de infraestructura que hace
incomprensible cómo puede una sociedad pequeña ( entre 10 mil y 20 mil
habitantes) estar pasando tantas necesidades, siendo que se encuentran asentadas sobre oro, plata y petróleo.
Lo cierto es que todas ellas, sufren el efecto contaminante de la
actividad extractiva y deben prepararse para un futuro aún más negro, a
partir de la carta blanca que tiene en Santa Cruz la megaminería
(minería a cielo abierto).
Sin embargo San Julián, ayer, se dio el lujo de festejar el día del oro y la plata,
eligió a la reina y festejó de la mano de Cerro Vanguardia, la
bendición de “tener trabajo”, simplificación a la que el Intendente
Nelson Gleadel (y todos los demás que conforman el anillo adulador de la
política) ha logrado reducir la salud y el bienestar de los habitantes
de la histórica localidad provincial. (Agencia OPI Santa Cruz)
Para informarse sobre la mineria en santa cruz: http://mineriasantacruz.fwd.com.ar/
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