RESPUESTA A UN AMIGO RADICAL

REFLEXIONES SOBRE LA CRISIS EN LA UCR Y SU PRESISTENTE PASION POR NO CAMBIAR NADA.

 

de Dr. Sergio R. Palacios,mayo de 2012 a la(s) 21:21·

 Leí atentamente el documento. Estoy 100 % de acuerdo con lo que dice. En mi caso –no creo ser el único- la angustia se origina en este viaje de nunca acabar. Vivir optando entre dos propuestas que simulan ser distintas mientras que la verdad descarada es que buscan el mismo botín -Sello UCR- para negociar con los oficialismos Peronistas y repartir los dudosos beneficios de esa mezquina estrategia. Pero, proyectar política, buscar nuevas definiciones como partido democrático moderno con vocación de gobernar, nada.

El tema YPF fue demoledor.

Un Partido sumergido en la sorpresa de los hechos, sin estrategia. Un proyecto del gobierno que termina siendo votado, avalando un acto ilegitimo, inconsulto y en contra de la legalidad que la continuidad de los actos del Estado tiene. YPF fue vendida por un gobierno Democrático del mismo partido que ahora hace lo contrario y que hasta el acto de desapoderamiento autorizó el vaciamiento del que ahora se agravia. Dejo de lado para el análisis las graves consecuencias jurídicas y políticas internacionales.

Luego de escuchar los discursos de la bancada de la UCR, cualquiera podía imaginar que el voto sería contrario al proyecto K. Pero no, luego de vociferar contra el gobierno y decir todo lo malo y los errores que involucran a la política energética, terminan levantando la mano para votar el proyecto del propio gobierno. El único fundamento para votar es una muy cuestionable interpretación de la historia del Radicalismo y sus posturas económicas.

En efecto, la UCR siempre sostuvo la soberanía sobre las Islas Malvinas, pero esto, no avalaba que ese reclamo se materializara por cualquier medio. Así, Raúl Alfonsín, en medio de la locura "patriótica" de 1982 se opuso expresamente a la "gesta" emprendida por la via militar. La cuestión en debate era clara: no se trataba de Malvinas sino de la utilización malversada de una bandera con el único fin de "perpetuar una Dictadura" en descomposición. Bien, esta visión estuvo ausente al votarse YPF. Todos se subieron al discurso fácil y populista de la compra de unos papelitos (acciones de una sociedad anónima) cuando estaban a la vista las razones de este súbito cambio ideológico del gobierno K: la imposibilidad de sostener su política económica, la energética, la caída de la inversión que sufre el país desde hace más de un año y el déficit fiscal creciente. Todas razones que lo llevaron a apoderarse de los fondos del ANSES y de las reservas del BCRP con la reforma de su carta orgánica.  

El Estado Argentino es un Estado democrático y como tal responsable de los actos jurídicos adoptados por sus instituciones. Si existen actos ilegales o que ameritan su objeción, existen mecanismos institucionales (recurrir a la Justicia o planteos parlamentarios). Eso, sí es un elemento estructural en la ideología de la UCR, ahora burlado por quienes carecen de la capacidad intelectual y fortaleza espiritual para sostener un Partido Político cuya historia merece un mejor presente y futuro.   

Durante el gobierno de Raúl Alfonsín YPF era estatal, pero se instrumentó el Plan Houston que preveía la asociación con riesgo de capitales privados. Esto porque la energética es una política no una bandera o principio. ¿Cómo juega la “soberanía energética” frente a la Eólica, o la energía solar? ¿El viento y el sol caen bajo la órbita de la soberanía Argentina?  No se puede debatir sobre la política petrolera con la misma perspectiva de hace 50 u 80 años. Se está analizando la política energética del futuro en base a un recurso que es del pasado. La UCR debería liderar las propuestas de desarrollo de la energía del futuro, como lo hizo hace noventa años cuando el petróleo se constituía en el recurso energético del desarrollo industrial.

Una cosa es una EMPRESA y otra es la idea política o los principios que impulsan su creación. Seguramente la UCR no hubiese privatizado YPF si hubiera gobernado en los 90, pero luego de vendida por un acto de gobierno conformado por el Congreso de la Nación y Legislaturas provinciales; seguro es, que la postura ideológica del Radicalismo debía ser respetar el orden jurídico porque además sabe que las consecuencias las paga el pueblo. Desde ALEM, los Radicales sabemos –esto si es un principio irreductible- que los hombres deben “hacer lo que se debe y no lo que conviene”. Se trata de un dilema ético esencial en la UCR, que hoy está olvidado.

La verdad es que la UCR se vio "apretada" y atrapada por falta de claridad ideológica y de estrategia política y esto se logró con la facilidad de quien roba un caramelo a un nene. Pero el contexto del voto de la UCR es más grave. Se votó un proyecto del gobierno en un tema (la estatización o ruptura de las concesiones a Repsol) en el que nada hicimos ni dijimos en 1999 (gobernamos 2 años), 2003, 2007 y 2011.

¿Cuál es la lógica o el fundamento principista para votar algo que no propusimos en las últimas 4 campañas presidenciales? Si se trata de un tema vinculado a una bandera histórica, ¿qué motivó la amnesia sufrida por todos los  candidatos y estamentos partidarios que no propusieron estatizar YPF o revocar concesiones de Repsol desde que Menem la privatizó hasta que Cristina Kirchner presentara el proyecto?  

Consustanciados con esta inconsistencia, en la provincia de Buenos Aires (centro neurálgico de la crisis de la UCR) las personas que impusieron a los Radicales votar  en 2011 una formula CIEN POR CIENTO PERONISTA "DE NARVAEZ - LOPEZ", ahora pretenden continuar conduciendo los destinos del Partido.

Este grado "coherente de inconsistencia" se revela -como el voto al gobierno en tema YPF- en lo difícil que resulta entender “por qué y para qué” Alfonsín-Bazze quieren conducir el Partido si hace menos de un año lo TERCERIZARON en manos del PERONISMO. Aquel hecho inaceptable llevó en la ciudad de La Plata entre otras tantas a tener candidatos a Gobernador, Vice e Intendente del PERONISMO.

El Radicalismo afronta su etapa más crítica no electoralmente, sino en su propia consistencia como ideología y Partido democrático.

Un Partido Político que sufre una crisis semejante y que le cuesta reconocerse a si mismo debe replantear todo.

¿Qué es el Radicalismo hoy como fuerza política?

 ¿Qué nueva propuesta tiene para la sociedad?

 ¿Qué idea de progreso ofrece frente al fuerte cambio de la estructura social y económica de los últimos 20 años?

Estas son apenas algunas preguntas generales. Otras más particulares:

 ¿Qué reforma política plantea para desmantelar el sistema de Satrapías que sustituyó el Federalismo (Nación 80 % y Provincias 20 % de los recursos)?

 ¿Qué idea de Democracia "participativa" superadora tiene y cuales son sus proyectos para materializarla y así desterrar la plutocracia creada en el cono urbano Bonaerense?

 ¿Con qué reforma política proponemos descentralizar el casi total Poder del Ejecutivo Nacional y marchar a la democratización institucional mediante un sistema Parlamentario o Semi Parlamentario?

Sin responder estos interrogantes "matrices" no podemos definir políticas particulares, en economía, seguridad, educación, salud, etc.  

Existen una serie te temas acuciantes para la sociedad argentina que no son interpretados por la UCR, que por estar los dirigentes ocupados en trabajar para la “agenda del gobierno” no advierten el vacío político. Temas que en otros tiempos nadie hubiese dudado en convertirlos en propuestas o banderas políticas para representar el interés de la sociedad (como muy bien lo interpreto Alfonsín en 1983):

1) La inseguridad, no ya en su consabido vinculo con el aumento de la pobreza extrema y su indudable relación con la problemática social, sino en aquello que se relaciona con la corrupción: los vínculos de la Política con el delito, la droga, los grupos violentos como Barra Bravas, la relación con los Jueces y Policía. Estas temáticas son trascendentes ya que constituyen una de las mayores preocupaciones de millones de argentinos en el cono urbano. La ausencia de propuestas DECIDIDAS DE SOLUCIONES van haciendo que la gente se aleje más y más de considerar que la “democracia” es un sistema que se ocupa de las “condiciones de vida del hombre ordinario”. La gente humilde y trabajadora es prisionera de esta “Argentina Paralela”, que es la que gobierna en los barrios y muchos municipios, no el Estado y su política.

2) El incremento altamente peligroso de los niveles de violencia en distintos ámbitos de la sociedad: las escuelas, las calles, los espacios públicos, los barrios. Con ello, el abandono del respeto por la Ley y la autoridad moral de referentes como Maestros, Médicos en los hospitales, Profesores, la Justicia. La impunidad frente a delitos económicos de poderosos y en los casos de delitos comunes (cada vez más violentos), provocan el descreimiento y la desilusión del hombre común en las Instituciones. Esto retroalimenta ese irrespeto y los niveles de violencia como reacción.

Estos son dos de los problemas centrales que se relacionan con la vida de la gente y afecta por igual al que tiene trabajo y al que no, al rico y al pobre. Sin una propuesta política VALIENTE Y DECIDIDA para atacar esas problemáticas, no habrá política económica que evite caer a la Argentina en lo que algún momento llamamos la LIBANIZACION, pero en este caso será social, no político. Estas dos problemáticas se han agudizado pese al crecimiento económico registrado entre 2003 y 2010, aún con índices económicos favorables en consumo en los mismos lugares donde ese consumo aumentó, estos problemas son mayores. Por ello, trascienden la situación económica. Ya han tomado entidad propia y autónoma de otras variables. Constituyen un problema por si, independientemente de la variable económica. 

Pero, entiendo que un cambio RADICAL no puede hacerse con quienes guardan otros objetivos. El alcanzar posiciones de control partidario para luego negociar  con el oficialismo de turno (Peronismo, Kirchnerismo, etc)  algunas prebendas a favor de sus aparatos, como cargos en organismos estatales, solo aumentará la aguda agonía de nuestro viejo Partido y lo alejará más de su principal objetivo: dar respuestas a las demandas de la sociedad democrática.

La UCR no puede competir en la política populista corporativa. No fue su espacio y esos métodos son intolerables para su conciencia histórica. Cuando ganó elecciones fue por suma de voluntades democráticas por fuera de las estructuras corporativas y por convicción de la sociedad. Desde hace años quienes hoy disputan el Comité Provincia, copiaron el modelo Peronista. La política es DINERO Y COMPRAVENTA DE VOLUNTADES. Por eso se alimentan los acuerdos bajo la mesa con dirigentes territoriales del Peronismo para alquilar fuerzas que vuelquen decisiones a favor del dirigente Radical que convenga al propio PJ. Esto es conocido o por lo menos percibido por las bases del Partido y por el electorado independiente que es el que define históricamente elecciones. De alli la permanente fuga de voluntades –dirigentes y afiliados- hacia otros espacios políticos. Así la UCR se fue convirtiendo en un club cerrado controlado con pequeños aparatos, vaciados de política.  En síntesis, la UCR dejó de ser Radical y hace la política que históricamente hizo el Peronismo. Pero ese accionar que la sociedad siempre toleró al PJ, cuando lo hace el Radicalismo tiene como resultado el castigo en las urnas.

A la crisis de la UCR y su desenvolvimiento interno, se suma un error de base en la estrategia de los Partidos Políticos de oposición que desde ya se repite en el nuestro. Todos entienden que sus posibilidades de triunfo electoral o de ser considerados por la sociedad dependen solo del desgaste del gobierno y del abandono que este sufra del favor popular. En esa idea se descansó a lo largo de todo el proceso Kirchnerista. Pero está visto que la sociedad prefiere votar lo que considera “seguro” pese a reconocer sus deficiencias, antes que apoyar la aventura de quién no logra estructurar una propuesta política alternativa que resulte “convincente”.  Por lo tanto, no basta oponerse y cruzarse de brazos a la espera la descomposición del oficialismo, sino que hay que construir “política alternativa y superadora” a un grado tal que el pueblo sienta que efectivamente hay una opción capaz de gobernar. Este no es el camino que la UCR transita desde ya hace muchos años.   

Por esto el Radicalismo necesita mirarse a fondo y no engañarse. Resolver cambios profundos y audaces. Mentirnos a nosotros mismos es traicionar al pueblo, a los más de 100 años de historia y a miles de hombre y mujeres que hasta en el último pueblo de nuestras fronteras con orgullo clavaron en la tierra la bandera del parque y luego la roja y blanca.

Estas ideas que aquí expongo entiendo que no son representadas por el accionar de los dos sectores que disputan hoy (y desde hace años todos entre mezclados) la conducción del Comité Provincia de Bs. As. de  la UCR. Por ello, se hace necesario dialogar y construir ideas alternativas junto a aquellos que estén dispuestos a encarar un proceso de transformación profundo, innovador, abandonando los discursos y políticas de maquillaje. Un Radicalismo que sienta el orgullo de hacer política por el “bronce” y no la vergüenza de estar representada por dirigentes que son capaces de todo por lograr el “oro”.

Un abrazo

Sergio R. Palacios

 Afiliado UCR. La Plata. 

Sergio R. Palacios. Abogado. Prof. de Economía Política. UNLP.