La catarata de hechos que provocó la
muerte del fiscal Nisman, ha sido muy rápida y voluminosa, como para
darle tiempo al gobierno a elucubrar alguna estrategia. Las que aplicó
fueron todas equivocadas. Por otro lado, el denigrante tratamiento a los
jueces no adictos y adictos y la sofocación de la Justicia que hizo en
una década, parece estar cobrándole su factura mas brutal. El viernes 13
de febrero de cada año, sin duda, será un fecha fatídica para la
presidenta en materia política. Ser imputada por otro fiscal que no es
Nisman, por los mismos delitos que describió el difunto, es todo una
muestra de lo que está por venir. (Por Rubén Lasagno)
La rápida respuesta del arco político oficial y de los relatores públicos (Aníbal, legisladores, Carta Abierta y los propagandistas del “modelo”, Victor Hugo, Página 12, 6,7 y 8, Télam y cientos de comunicadores más dispersos por ahí) para descalificar el trabajo de Nisman, dejó en evidencia la voluntad del gobierno por tapar todo, desactivar las expectativas que el Fiscal asesinado había anunciado y poner a la presidenta y a sus aliados, al resguardo de toda sospecha. El argumento entonces fue: “No lo escribió Nisman, se lo escribieron”, “lo escrito por Nisman es una burrada”, “no resiste el menor análisis doctrinal”, “está escrito por Stiuso o alguien que no es abogado” y hasta se llegó a decir “se suicidó porque vio que le habían tirado pistas falsas e iba a quedar muy mal ante la sociedad judicial y el país”.
Paralelamente a estas cortinas de humo que se tiraban, un Fiscal llamado Gerardo Pollicita, alejado de la letanía del ruido detractor, tomó la posta que dejó Nisman y continuó por el mismo camino. Al cabo de un mes, encontró todas esas pruebas que el fallecido agente público dejara y más, determinando que existen méritos suficientes para imputar a CFK, Timerman, Parrilli, Delía y Kalil, por el delito de encubrimiento. El viernes 13 de febrero, fue para Cristina, un día de terror.
Las facturas del poder
Comenzó a suceder lo que algún día me animé a vaticinar en una de mis columnas de hace unos años: en la medida en que el gobierno pierda el poder, aumentará el ataque de jueces y fiscales al corazón de kirchnerismo. El problema que tiene el actual gobierno es que mientras Menem compraba a los jueces, estos los extorsionaron, presionaron y amenazaron. Pero ni siquiera son contemplativos con los suyos; aún siendo “del palo”, hay jueces y fiscales que han vivido y viven, un calvario permanente, de parte de la mano de obra desocupada del régimen K.
La debacle interna del gobierno, acelera irremediablemente los tiempos de su descomposición. Ya hay kirchneristas que no lo son tanto y muchos de los que antes apoyaban incondicionalmente, le sacan el cuerpo a la estrepitosa caída del “modelo” y sus mentores. La marcha del 18F es la rebelión de quienes ya no quieren seguir sojuzgados por el poder de turno. A pesar de las chicanas baratas de quienes pretenden denigrar a la concurrencia y menospreciar su impacto, la marcha será multitudinaria y más allá de Nisman, tendrá, simbólicamente, un fuerte rechazo a las acciones de un poder corrompido y sin límite, en la acción de perpetuarse.
Se acallaron las voces que atacaban a Nisman tratándolo poco menos que de un inútil que sin pruebas y a instancias de Stiuso, había atacado a la presidenta sin fundamentos legales ni éticos. ¿Qué dirán ahora de Pollicitas?. Claro, lo mismo. Y si mañana otro fiscal amplía esa investigación, también dirán de él que es desestabilizador y ataca a la democracia, como lo harán con Rafecas si encuentra indicios para indagar a los imputados. Por eso, para cortar la sangría, el gobierno a través de Gil Garbó puso a tres fiscales obedientes y militantes, en reemplazo de Nisman; sin embargo, el proceso es indetenible y el gobierno lo sabe.
Pero como el agua, que no se puede retener por mucho tiempo entre las manos, se le escurren a CFK las posibilidades de blindarse en todos los flancos abiertos en los últimos 2 años. Bonadío allanó Aerolíneas Argentinas y va de lleno contra Hotesur SA, flechazo directo al corazón de la familia presidencial, toda vez que Máximo está a las puertas de la indagatoria, debido a que es el máximo responsable de la firma; Alicia y Capitanich acusados como responsables de la desnutrición infantil y las 7 muertes que se produjeron en el NOA; piden informes a la ex SIDE sobre las empresas de Stiuso y allí se percibe una nueva causa con frente interno político muy escabroso, mientras Rafecas y Salgados, son dos jueces federales “ex K” que en algún momento fueron útiles y después se los marginó, precisamente, por el espíritu maniqueísta del gobierno que no repara en castigar o premiar, según el bien o el mal que crean le han hecho. Hoy los tiene enfrente, en la peores y más delicadas causas que rozan el poder.
En tanto, la única defensa que ensayan los “estrategas” del gobierno nacional son: las de catalogar de “golpistas” a jueces, fiscales o medios y blandir la supergastada excusa de la desestabilización, algo que a estas alturas no solo es improcedente y poco creíble, sino que demuestra la falta de argumentos verdaderos que tiene el gobierno para defender una postura desde el discurso y en la práctica, ya que no da respuesta a la acusación, sino que contraataca dialécticamente para encubrir sus culpas. Lo más infantil y estúpidamente dramático, ha sido la “invitación” desde el Congreso, a la oposición, para que el día 18 se discuta la Ley de Inteligencia. Si dudábamos de la poca inteligencia y sagacidad de estos “estrategas oficiales”, la propuesta de diputados K para vaciar la marcha del miércoles, es de un infatilismo absurdo, que demuestra por quiénes estamos representados.
El gobierno cree que tentados por una virtual discusión de la ley (lo cual ya está en carpeta para ser aprobado in límine por mayoría propia) la oposición dejará de asistir a la marcha y ésta se caerá. De la misma forma, piensa que si la oposición no va al Congreso, tendrá argumentos para luego echarles en cara que cuando fueron llamados a dar debate, rehusaron. Patético.
Una idiotez tan grande que pone al gobierno en el triste papel de una institución llena de hombres y mujeres desesperados, sin objetivos, sin armas para reparar sus propios dislates, solo movidos por la coyuntura pero donde evitan cuidadosamente discutir lo principal, lo realmente importante: el convenio con Irán, la realización de negociaciones paralelas con el estado terrorista a cambio de su impunidad; su participación por acción u omisión en la muerte de Nisman, las escuchas comprometedoras y todas las otras causas que desbordan a los actores del gobierno incluyendo las graves acusaciones sobre lavado de dinero por la que es investigada la familia presidencial.
Sus dependientes en el pago chico
Para finalizar y en virtud de la solicitada local de apoyo que hacen los empleados dependientes del kirchnerismo en diarios de Río Gallegos, desde los legisladores Pablo González, Ianni, Gómez Bull, Metaza y Lavado; pasando por un desecho político como el Vicegobernador Cotillo, los intendentes K y empleados plenamente subsidiados por el gobierno nacional en Santa Cruz, comenzando con Rocío García, desde el puesto inventado a su imagen y semejanza, para abajo, voy a repetir lo que dije en los medios nacionales de los que me han llamado para opinar sobre quiénes eran y qué representaban en esta provincia: “de todos los que firman, no se puede armar uno solo que tenga criterio propio y valía como funcionario”. Es irrelevante esta solicitada que solo muestra cómo se conforma en Santa Cruz el minumundo kirchnerista. Son kelpers de la política, abrumados obedientes de un sistema que los tiene como exoesqueleto para sostener “el modelo” y entre ellos están, legisladores que seguramente el pueblo no volverá a restituirles sus bancas, intendentes que si no firman pierden las prebendas mensuales y los dineros negros y militancia que es empleada con sueldos importantes y partidas que ninguno conoce, a cambio de la obediencia debida.
Es decir, todos ellos, tienen sobrados motivos para sostener a Cristina, porque de ella depende el bienestar del que gozan actualmente. Lamentablemente, también este, es un grito desesperado que sueltan quienes ven al mes de diciembre, como el final de muchos años de echar mano al Estado para enriquecerse y elevar su nivel de vida, como jamás lo soñaron. Ninguno pugna por la verdad, solo porque no se les termine el curro. (Agencia OPI Santa Cruz)
FUENTE: http://opisantacruz.com.ar
Notas relacionadas:
Stiuso, la cortina de humo y la falta de voluntad del gobierno por conocer la verdad
CFK cambia el collar, deja el mismo perro, se victimiza y ni se acordó de Nisman
No hay comentarios:
Publicar un comentario