Los 58 tratados vigentes fueron firmados entre 1992 y 1995, lo que significa que la mayoría venció entre 2003 y 2006, y que a esas fechas el Gobierno argentino nada hizo para terminar con la vigencia contractual.
Por: Juan Carlos Vega (*)
Las palabras de la presidenta Cristina Fernández sobre nuestras desventuras causadas por el neoliberalismo merecen precisiones y exactitudes.
Tiene razón cuando afirma que en la Argentina existen 58 tratados de promoción y protección de las inversiones extranjeras, con cláusulas de renuncia a la jurisdicción argentina y otras de ultraactividad, que quiere decir prórroga automática de vigencia al fin del período.
Tiene razón también nuestra Presidenta cuando nos dice que se trata de tratados firmados en la época del menemismo, con la ingenua intención de abrir nuestros mercados a las inversiones extranjeras.
Argentina se convirtió en el campeón mundial de estos tratados matrizados en el Banco Mundial y que, por cierto, ningún aumento de inversiones generaron para el país.
Pero la Presidenta se equivoca de manera grave cuando declara que la vigencia actual de estos vergonzosos tratados es responsabilidad del menemismo, que los firmó en la década de 1990.
Señora Presidenta, lea bien los textos de los que habla o haga que sus asesores trabajen y verá usted que la vigencia actual de estos tratados neoliberales, por los cuales la Argentina renuncia a la jurisdicción de sus jueces y se somete a la de los tribunales arbitrales del Centro Internacional de Arreglos de Diferencia relativas a Inversiones (Ciadi), es responsabilidad exclusiva suya y de su marido, el expresidente Néstor Kirchner.
Ello por la sencilla razón de que estos tratados vencieron durante los gestión K y fueron automáticamente prorrogados a causa de que su gobierno no usó el derecho que por el mismo tratado tenía el Estado argentino de dar fin a la vigencia contractual.
Al no usar este derecho, el Estado argentino operó la cláusula de tácita reconducción y automáticamente los tratados fueron prorrogados por 10 años más.
Debe saber la Presidenta que los 58 tratados vigentes fueron firmados entre 1992 y 1995, lo que significa que la mayoría venció entre 2003 y 2006, y que a esas fechas el Gobierno argentino nada hizo para terminar con la vigencia contractual.
Y a todo esto lo sé porque, como diputado nacional por Córdoba, soy el autor de un proyecto de ley de 2009, por el cual se denuncia la inconstitucionalidad y la gravedad institucional de estos humillantes tratados y se ordena al Poder Ejecutivo su inmediata renegociación, con plazos fijos de vigencia y cláusulas de exclusión de todos los sectores estratégicos de la economía argentina.
El diputado Juan Manuel Pais, del Frente para la Victoria, y el diputado Fernando “Pino” Solanas me acompañaron con solidez en este proyecto de ley.
La Presidenta debe saber que este proyecto de ley nunca fue aprobado por el Parlamento argentino, por la sencilla razón de que era un proyecto de la oposición y no era considerado prioritario por la Casa Rosada.
*Expresidente de la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados de la Nación y presidente del Servicio Argentino de Derechos Humanos
Fuente: LA VOZ DEL INTERIOR
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