Jorge Altamira (especial para ARGENPRESS.info)
La Corte Suprema de Estados Unidos acaba de aplicar el gobierno
kirchnerista su propia medicina. El fallo que lo obliga a pagar la
totalidad de la deuda que reclaman los 'fondos buitres' será aplicado
con la misma metodología usada con los litigios en el Ciadi, con Repsol y
con el Club de París: una suma al contado y una nueva emisión de deuda,
la cual podría llegar a los u$s 30 mil millones. Es el monto que
reclama el conjunto de los acreedores que rechazó la reestructuración de
deuda de 2005 y 2010. Se trata de una acumulación abusiva de intereses
desde 2001. Los fondos que sí aceptaron la reestructuración podrían
reclamar para ellos los mismos beneficios que los 'buitres', esto en
virtud de la cláusula del “acreedor más favorecido” introducida por
Néstor Kirchner en el primer canje de deuda. Este cláusula y el
ofrecimiento de 'cupones de PBI', por u$s 40 mil millones, delata el
carácter usurario del arreglo de deuda pergeñado por el gobierno
'nacional y popular'.
Aceptar este fallo y contraer una nueva deuda externa enorme, llevará a
corto plazo a una mega devaluación del peso. La única forma de pagar
semejante hipoteca es mediante la ruina económica de los trabajadores y
los jubilados.
El fallo norteamericano constituye un atropello de primera magnitud. Por
un lado violenta los mecanismos regulatorios de quiebras bajo el
capitalismo, esto al dar la razón al 7% de los acreedores y forzar a que
se les pague de la misma cuenta bancaria que es utilizada para el pago
al 93% de los acreedores restantes. El fallo contrasta con las
operaciones de rescate de la deuda pública de Grecia y de los bancos de
Chipre, donde la Comisión Europea obligó a los acreedores y accionistas,
respectivamente, a pagar una parte de la factura. Este “bail-in”, en su
expresión en inglés, no privó de beneficios a los acreedores, que
compraron deuda pública a precios de remate. Por otro lado, es un
respaldo a la llamada 'solución de mercado' de las bancarrotas
estatales, a través, precisamente, de la compra de deudas 'en defol' por
fondos especializados en estos menesteres.
Desde el punto de vista político, el fallo pretende reafirmar a la
Justicia de Estados Unidos como tribunal internacional. Expresa la
aspiración de la banca norteamericano a enseñorarse con los bancos
rivales a medida que son afectados por la crisis mundial.
La deuda externa de Argentina es un caso flagrante de anatocismo, una
figura que describe a las deudas que resultan de una acumulación de
intereses, o sea que son usurarias. Argentina acumula una deuda en
divisas de casi u$s 200 mil millones sin haber recibido ningún préstamo
internacional significativo. Cualquier tribunal imparcial la declararía
inválida. Una gran parte de ella representa la estatización de deudas
privadas. Los déficits a repetición del Tesoro nacional son el resultado
del peso de la deuda externa y sus intereses impagables.
Una proporción enorme de esta deuda externa representa a acreedores
argentinos que reingresan como crédito internaccional gran parte de la
fuga de capitales. El llamado “ahorro externo” no es otra cosa que
ahorro nacional que es transformado en financiamiento internacional.
En oposición a las negociaciones que el gobierno ha
iniciado con los fondos buitres, respaldado por toda la oposición
tradicional, planteamos el repudio a la deuda usuraria, acompañado por
una movilización internacional contra el conjunto de la deuda mundial,
que supera los mil BILLONES de dólares. Esta deuda mundial opera como un
factor poderoso de crisis industrial y de los centenares de millones de
desocupados en el mundo entero.
FUENTE: ARGENPRESS
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