Fragmento final de la exposición de Ernesto Sanz en la sesión de expropiación de la Compañía Sudamericana de Valores.
La estatización de la ex Ciccone.
Más que nunca estamos siendo testigos de cómo bajo el
ropaje de su recuperación, el estado ha sido subsumido, dominado y
pisoteado por el poder de un gobierno que no comprende su misión
transitoria y pretende eternizar su poder a costa de la sociedad toda.
Acciones de esta naturaleza son las que generan que en cuatro
años se hayan fugado de nuestra economía 80 mil millones de dólares.
Estas decisiones son las que sostienen un proceso inflacionario
preocupante y sustentan la legitimidad social de la que goza el dólar
paralelo.
Así es como el gobierno abona la caída de la inversión privada, y
ratifica el rumbo que en los últimos seis meses han llevado a la
pérdida de 2500 empleos por día hábil, según dice el mismo INDEC.
Nada de eso fortalece el estado. la impunidad, el doble estándar
moral y la falta de transparencia en la emisión de la moneda puede
aportar a la acumulación de poder, puede ayudar a mantener la autoridad
política interna, pero conspira contra cualquier visión de futuro de la
argentina como un país en serio más allá de un slogan.
Por estos días comenzó el sonado juicio de las coimas en el
Senado, apareciendo en el banquillo de los acusados importantes
funcionarios del gobierno de la Alianza, entre ellos, el propio
Presidente de la Nación, afiliado y dirigente de la UCR.
No es nada grato para un partido político ver esas fotos. Han
sido 10 años de vigencia de un tema que hoy llega a juicio oral y
público, como la ley manda.
Nadie podrá encontrar en estos 10 años una sola actitud de trabar
u obstaculizar a la justicia por parte de ninguna autoridad de la UCR.
Nadie tampoco podrá encontrar declaraciones públicas atacando a
los jueces, descalificando su función o levantando sospechas sobre su
accionar.
Nadie tampoco podrá escuchar de nuestras bocas una queja que
tranquilamente en la argentina podríamos utilizar acerca de porqué solo
un opositor es sentado en el banquillo siendo que antes de él y después
de él, otros funcionarios han cometido verdaderas tropelías más dignas
de una republiqueta bananera que de un país republicano.
Y no podrán escuchar de nosotros esa queja porque en esta materia
más que ninguna, no se puede igualar para abajo pidiendo que no haya
justicia para nadie. Eso sería consagrar la impunidad.
Hay que igualar para arriba. Hay que pedir que seamos como brasil
que sienta en el banquillo a los funcionarios cuando tiene poder o como
Francia que investiga a un presidente inmediatamente de terminar su
mandato.
Vamos a seguir bregando por esto, a pesar de la respuesta pobre, indigna, cobarde de ciertos sectores de la justicia.
Y vamos a esperar que en el juicio por las coimas salga a la luz
la verdad, porque la verdad, al igual que en materia de derechos humanos
trae aire fresco, trae credibilidad, confianza, respeto, dignifica a la
política.
En este caso, el de Ciccone, la verdad está muy lejos. En los
tribunales y acá en el congreso, las preguntas no tienen respuesta.
Nuestro voto en contra entonces no es contra una expropiación.
Es contra la ausencia de la verdad.
Ernesto Sanz
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