“El guanaco, el choique y los funcionarios provinciales: tres especies que matan gente”.

Un diputado volcó en la ruta 3 ante el cruce de un guanaco

08/04 – 14:00 – El diputado Alejandro Victoria (FPVS) tuvo un accidente junto con otras dos personas más, en una camioneta de la Cámara de Diputados, al maniobrar bruscamente para esquivar uno de los 500 mil guanacos que descontroladamente, pueblan Santa Cruz. Precisamente el oficialismo tiene sin reglamentar, desde hace algunos años, la creación del Programa Provincial de Manejo del Guanaco.

A pesar de las advertencias que venimos realizando desde nuestro portal desde hace ya algunos años, sobre la peligrosidad que implica la estadía de los guanacos a la vera de la ruta nacional Nº 3 y de las provinciales, dado que anualmente es muy significativo el alto porcentaje de accidentes automovilísticos que se producen por el cruce de estos animales, las autoridades no han hecho nada para remediar la situación.

Ayer el diputado Alejandro Victoria (FPVS) junto a dos acompañantes, transitaba en un rodado por la ruta nacional Nº 3 en la zona de Lemarchant, a 100 kms de Río Gallegos y debido al cruce imprevisto de un guanaco, la camioneta en que viajaban, una Chevrolet Blazer de la Cámara de Diputados, volcó, quedando virtualmente destruído el vehículo aunque afortunadamente sus ocupantes salieron ilesos, con heridas menores y algunos golpes que no complicó su salud.

Una vez más, el cruce de estos animales en la ruta produce un hecho de características graves, sin que se advierta de parte de los funcionarios de las áreas correspondientes (CAP, Vialidad etc) que tomen las medidas necesarias para minimizar los riesgos de los automovilistas que transitan las rutas de Santa Cruz, siendo que anualmente estos accidentes se llevan la vida de muchísimas personas y familias enteras, por el descontrol que hay con la fauna en los caminos con alto tránsito, como es la ruta 3.

El 18 de mayo de 210 publicamos una nota bajo el título “El guanaco, el choique y los funcionarios provinciales: tres especies que matan gente”. Allí se trataba de desperar conciencia en los funcionarios públicos de que existe una necesidad impostergable de reglamentar la Ley 3.039 referida a la creación del Programa Provincial de Manejo del Guanaco, que sustenta la implementación de procedimientos técnicos productivos del guanaco como recurso económico viable. Nada se ha hecho y los accidentes continúan.

Se calcula (porque ni siquiera existe un censo poblacional de la fauna) que existen más de 500 mil ejemplares en la provincia y casi el doble de choiques. El avance minero en Santa Cruz, fundamentalmente, a través de las explosiones, perforaciones y la alteración del ambiente en que se desarrollan los animales en la zona centro de la provincia, ha hecho migrar a muchos de estos hacia la zona costera. Allí, debido a la prohibición de la caza y la existencia del parque Nacional Monte León (cercano al lugar donde el diputado Victoria tuvo el accidente), donde son especies protegidos, los animales procrean y se desplazan de un lado a otro formando tropillas que pastan a los costados del camino, los cuales algunas veces son visibles y otras, por los accidentes geográficos o debido a las profundas cunetas, no se hacen visibles hasta que aparecen sorpresivamente delante de un auto sobre la ruta, haciendo que, aunque no se impacte con el animal, muchas veces la maniobra evasiva del conductor cause el vuelco y la muerte de muchas personas.

Estamos en una provincia con aproximadamente 300 mil habitantes y el doble de guanacos. No sabemos si, como dijimos en otra oportunidad, vale más la vida de ellos que la nuestra. Como hemos dicho también, las autoridades viajan en avión, quizás por ello no se interesan por los guanacos que cruzan displicentemente las rutas santacruceñas produciendo muertes. Nadie hace nada. Una ley duerme el sueño de los justos y ayer, paradójicamente, un diputado provincial vivió en carne propia esto que a veces cuando se lo plantea resulta antipático; pedir que se eliminen los animales de las rutas para poder llegar vivos a destino. (R.Lasagno/OPI Santa Cruz)