
En lugar de poner el acento en el porcentaje de suba salarial, los gremios con salarios rezagados -tienen hoy básicos de $ 3.000 o menos- fijaron el criterio común de reclamar $ 4.000 de sueldo básico inicial para la categoría más baja . Y lo hicieron porque de esa manera — dicen— la demanda salarial se presenta más comprensible y aceptable teniendo en cuenta que hoy hay consenso que el costo de una canasta familiar se acerca a los $ 5.000 mensuale s, de acuerdo a los cálculos de institutos universitarios.
Así el reclamo implica una suba del 30 al 35% según los casos, cifras que se extenderían al resto — a fin de mantener las diferencias porcentuales entre las categorías aunque en los pedidos salariales no aparecen esos porcentajes.
El porcentaje contradice el acuerdo cerrado entre el Gobierno y Hugo Moyano para el gremio de Camioneros, que sumó un 24% de ajuste y que es presentado como “testigo” para los otros sindicatos.
El abogado sindical Lucio Garzón Maceda le recordó a Clarín que el reclamo de $ 4.000 de básico inicial fue “un acuerdo intergremial , que se discutió a comienzos de año en el camping que el sindicato fideero tiene en City Bell, y abarca a gremios como el de la alimentación, bebidas, hoteles, restaurantes, servicios y tabaco, entre otros ”. Y agregó: “un 24 o 27% puede conformar a gremios de sueldos medios o altos. En los de básicos bajos, queremos que el piso sea $ 4.000 y si eso da 30 o 35% dependerá de la escala actual de cada gremio”.
También Carlos West Ocampo, de la Sanidad, le anticipó a Clarín que van a reclamar $ 4.000 de básico inicial para las enfermeras , la categoría más representativa del gremio.
El último informe de la consultora ACM admite que “en estos días se esperan definiciones con respecto a algunas paritarias importantes, debido al numero de trabajadores afiliados, como los de gastronómicos (desde el gremio apuntan al 30%), alimentos (se pide un 33% más, recordemos el impacto que tuvo el aumento de 35% en pedidos de renegociación de paritarias firmadas en 2010), bancarios (con “acuerdos puente previos que implican un piso de 22%), y metalúrgicos (30% parcial, firmado con Peugeot)”.
El convenio de la Federación de empleados de comercio engloba a más de un millón de trabajadores. CASIA comprende a actividades que engloban a 1.250.000 trabajadores. Sanidad ronda los 100.000.
El año pasado, CASIA acordó reclamar un básico de $ 3.000, planteó que implicó un incremento, punta a punta, de hasta el 35%. Con una apuesta actualizada, este año quieren repetir la jugada.
Algo similar hizo el sindicato de aceiteros, que tenía un básico inicial de $ 3.000, y logró que pasara a $ 4.000. Ahora desde enero cuenta con un básico de 5.000 pesos.
En todos los casos, los gremios reclaman el pase de las sumas no remunerativas ya otorgadas a remunerativas , sin disminución del ingreso de bolsillo (absorbiendo las patronales las mayores cargas sociales) y que se eleven las escalas y el tope salarial bruto de $ 4.800 mensuales que da derecho al cobro de las asignaciones familiares porque con los aumentos salariales, muchos trabajadores cobran menos de salario por hijo o pierden directamente ese beneficio. Y también la suba monto del beneficio (de hasta $ 220 por chico) deteriorado por la inflación.
En la CGT insisten en que la inflación que ellos toman como parámetro es “la del changuito” , dejando de lado las cifras del INDEC. Es más: varios acuerdos paritarios ya incluyen cláusulas de ajuste referidas a la inflación calculada por institutos privados.
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