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sábado, 9 de abril de 2011

LA CORPORACIÓN

El Gobernador pampeano indultó a un ex Intendente condenado por hechos de corrupción


08/04 – 09:30 – Lo que corre en contrapelo de la realidad, a veces (como en este caso), es la realidad misma. El Gobernador Oscar Jorge (PJ) indultó al ex Intendente de General Acha Omar Ávila (PJ), condenado por corrupción a tres años de prisión en suspenso e inhabilitación perpetua para ocupar cargos políticos. El compañero gobernador lo libró de culpa y cargo y ahora puede volver a presentarse en las próximas elecciones.
Si algo faltaba ver de grotesco y aborrecible en la política de nuestro país, desde La Pampa, el oficialismo, contribuyó para que no nos priváramos de bajar un escalón más hacia el subsuelo de la denigrada clase política nacional.
Es que el actual Gobernador Oscar Jorge (PJ) indultó al ex intendente de General Acha, Omar Ávila, que en el 2005 fue condenado por la justicia por actos de corrupción. Este funcionario corrupto fue condenado a 3 años de prisión en suspenso y una multa de 30 mil pesos e inhabilitación absoluta y perpetua para ocupar cargos públicos, una medida a todas luces ejemplificadora que debiera extenderse a todos los rincones del país, allí donde un delincuente con traje político o funcionario, se apropie de la cosa pública. Claro, que si uno tiene como amigo al Gobernador, la cosa cambia.
Tal como lo refiere El Diario de La Pampa el Gobernador Jorge, haciendo uso del atributo que le confiere la Constitución provincial señaló en conferencia de prensa “He tomado la decisión de indultar o restituirle el uso y goce de derechos y capacidades que fue privado por aquella sentencia”, dijo el mandatario como si la orden judicial hubiera venido a mancillar el buen nombre y honor de Ávila.
Con esta “mano” que le dio al amigo corrupto, Jorge lo habilitó para que el ex intendente que fue echado de la administración pública por ladrón, vuelva a presentarse en las urnas.
Jorge explicó que para tomar la decisión tuvo en cuenta la opinión del procurador general, Mario Bongianino, y del Superior Tribunal de Justicia. “El procurador general y el STJ han informado satisfactoriamente que puede hacerse lugar al indulto”, dijo sin decir absolutamente nada de porqué le otorgó el beneficio.
En los considerandos del Decreto 343 que indulta a Ávila, los ministros del STJ opinaron que “no se advierte de los presentes autos la probabilidad de existencia de peligro social, como factor emergente, ni surgen del informe requerido al Registro Nacional de Reincidencias condenas o procesos pendientes, no existen impedimentos legales que obstaculicen acceder a la gracia peticionada”. Claro que los fundamentos de los jueces del STJ son tan relativos como las subjetivas consideraciones nunca expresadas del gobernador Jorge, porque si uno se remite a la experiencia previa existe el peligro social de que Ávila acceda a un nuevo cargo y vuelva a robar.
Corrupto
El indultado corrupto, Oscar Omar Ávila, fue tres veces intendente de General Acha. El primer mandato, entre 1995 y 1999, lo cumplió pero no pudo terminar el segundo porque el 9 de julio de 2001, a raíz del desvío de subsidios, fue sustituido por la viceintendenta Cristina Maisonnave.
En marzo de 2005, la Cámara en lo Criminal 1 lo halló culpable del delito de peculado, o sustracción de caudales públicos, porque entre 1996 y 1997 recibió en trece ocasiones subsidios legislativos de – la entonces diputada provincial del justicialismo- Maisonnave y no ingresó esos fondos a las arcas municipales.
José Luis Garro, Concejal, fue uno de los denunciantes contra la gestión de Avila en el periodo 1995-99. Siendo concejal oficialista, formó parte del 85 por ciento de los integrantes del cuerpo legislativo que llevó a la Justicia trece causas, con supuestas irregularidades. Recordó que los tribunales se corroboraron doce de esas denuncias, pero la causa prescribió.
A pesar de esto, Ávila volvió a presentarse como candidato a intendente en el año 2007. Como candidato de Convergencia Peronista ganó la interna y la general. A los pocos días de asumir fue destituido porque la Corte Suprema de Justicia le dejó firme la condena del año 2005. Fue reemplazado por la actual intendenta, María Elena García. Ahora, está en condiciones de ser el candidato a intendente por la Línea Plural, la misma del gobernador
Lo obvio y lo deseable
Podríamos plantear una especie de cuasi silogismo: si sos amigo de un corrupto, pero si además de ser amigo lo salvás de su condena por corrupción, sos tan corrupto como él. La desvergüenza política, evidentemente tiene su mejor exponente en el gobernador pampeano; sin embargo, existe un factor importante que no hay que olvidar: la gente.
Uno podría preguntarse ¿Por qué siendo reincidente en hechos de corrupción flagrantes, Ávila fue elegido una y otra vez?. y no es fácil de responder porque es casi un fenómeno sociológico el que hay que abordar para encontrar una explicación coherente y, lamentablemente, no es nuestro campo de acción profesional. Pero siguiendo el sano juicio y un razonable criterio, debiéramos decir que esto sucede por una responsabilidad colectiva que nadie reconoce ni asume, por lo tanto, esa gente (que lo ha votado), se merece lo que les ha ocurrido y mucho más. Esto demuestra una vez más lo errado del apotegma “El pueblo nunca se equivoca”.
Si nuestra sociedad (o en este caso puntual la pampeana) fuera coherente y tuviera realmente convicciones, debería, no solo castigar a Ávila en cualquier intento de candidatearse a cualquier cosa en los próximos 100 años, sino castigar al gobernador en las urnas, por lo que representa a partir de su decisión: un cómplice y encubridor de la corrupción política reiterada. (R. Lasagno/OPI Santa Cruz)

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