Nuestro
Ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela -que gozaba de buen
concepto- manifestó en diciembre pasado que: ”Cumplir con la Cuota
Hilton no es sólo un problema de negocio, para nosotros es un problema
de estrategia comercial de la Argentina”. Vergüenza ajena. En el
atardecer de su “estrategia” se auto- defenestró.
Por: Pedro Álvarez Bustos (*)
Como lo viene
anunciando Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), desde mayo ppdo., el 2014
será "el peor año para la exportación de carne vacuna de los últimos
cincuenta y no se cumplirá por séptimo año consecutivo con la denominada Cuota
Hilton". Se interpreta que se refiere a toneladas de carne.
Porque, desde el
punto de vista de los porcentuales, el 2014 será el más bajo de los últimos
cien años (1914); con la sola excepción del 2001, el año del brote de la fiebre
aftosa.
Estos números
plantean "tristes récords para la ganadería argentina"; en un país
donde la moda es pontificar sobre default y holdouts.
Nuestro Ministro
de Agricultura, Carlos Casamiquela -que gozaba de buen concepto- manifestó en
diciembre pasado que: ”Cumplir con la Cuota Hilton no es sólo un problema de
negocio, para nosotros es un problema de estrategia comercial de la Argentina”.
Vergüenza ajena. En el atardecer de su “estrategia” se auto- defenestró.
En el 2012.
En octubre del
2012, desde esta columna, se hablaba de exportaciones “A LA VIOLETA”. Se
mencionaban y se sabía que no serían tales, ni se iban a dar. Solo sería una
tintura superficial, un engañoso presumir, una mera pose, una afirmación
frívola, falsa y/o de mera conveniencia. Se pretendía hacer entender que se
conocía mucho estudiando y planificando poco. Y por ello se recurrió a un
“color violeta”, cuyo giro literario ya se usaba en el siglo XVIII.
La Cámara de la
Industria y el Comercio de la Carne de la República Argentina expresaba que,
con motivo de la intervención del gobierno, el panorama era el siguiente: Hay
hoy aún 12,5 millones menos de cabezas de ganado que en el 2008; la caída de la
faena fue del 30%; existen 121 plantas frigoríficas que cerraron y se perdieron
12.600 puestos de trabajo; el consumo interno tuvo una pérdida de 68 a 57,5
kilos por habitante año; el aumento del precio de la carne en mostrador fue del
150% y la caída de las exportaciones se ubicó en el 66,6%, llegando a los
niveles más bajos desde el 2001.
Los envíos al
exterior de cortes vacunos, en el primer semestre 2012, decayeron un 27,2%, en
relación a enero-junio 2011.
Va de suyo que
solo durante los últimos seis años las exportaciones se habían reducido de
800.000 toneladas de carne (año 2005) a menos de 170.000 (estimación para el
2012).
En el ranking de
los exportadores, durante los primeros 7 meses de 2012, ya Argentina no
figuraba entre los 10 primeros del mundo, a saber: Australia, Brasil, EEUU,
Nueva Zelanda, Canadá, Holanda, Alemania, Uruguay, Irlanda y Polonia.
Es de añorar
cuando ocupaba el podio y superaba en miles de toneladas a Brasil, por ejemplo.
Ni que decir de Uruguay.
En el
2013.
En septiembre
del 2013 se consignaba, en esta columna, que se sigue exportando “miseria”.
El verso formaba
parte del envío de nuestras carnes al exterior. La realidad era una. La fábula
otra.
Si bien en julio
se había exportado más que en junio y durante ese mes más que en mayo, los
volúmenes daban vergüenza. Reflejaban pobreza e infortunio si se efectuaba
cualquier comparación con los años en que aumentaba el stock, la mesa de los
argentinos estaba bien servida y toneladas de carne pastoril se consumían en el
resto del mundo, estando Argentina en el podio de los exportadores mundiales.
Se publicitaron
ventas a China, pero no se dijo que Uruguay estaba vendiendo a ese país
asiático ocho veces más que el nuestro.
Tampoco se
mencionaba que cálculos serios pronosticaban que solo entre China y Hong Kong
comprarían 600.000 toneladas de carne vacuna en ese 2013.
Mientras
Argentina había logrado el visto bueno para vender carne vacuna a China -junto a
Uruguay, Australia, Nueva Zelanda y Canadá-, no consiguió la aceptación de la
Unión Europea para enviar carne de animales terminados a grano; modalidad
conocida como cuota 481 (o feedlotera “con papeles”) que alcanza 48.000
toneladas. La autorización estaba pendiente -y aún lo está- como consecuencia
de la irregular expropiación de YPF.
Puede que ahora
avance, tras los acuerdos con Repsol y el Club de París. Pero no será este mes
ni el siguiente.
Brasil, EEUU,
Uruguay, Australia y Nueva Zelanda continúan vendiendo a la Unión Europea, cuyo
mercado se ha recuperado sensiblemente; en especial la cuota 481, en mayor
medida que la Hilton, habida cuenta que -como viene puntualizando esta columna-
es más conveniente dado que comprende todos los cortes sin hueso (v.gr. no solo
los 7 de la Hilton: bife angosto, cuadril, lomo, nalga, bola de lomo, cuadrada
y peceto) que puedan obtenerse de un novillo pesado y no paga aranceles de
importación.
Mientras tanto
el criador en general y el pampeano en particular, observa como se ha
defenestrado la rentabilidad. La utilidad no existe. La rentabilidad sigue
siendo menos cero.
De ello
pareciera que poco conviene hablar y menos en paneles o conferencias que
cuentan con auspicios oficiales; haciendo del cuento-relato el medio de
subsistencia de expositores y dirigentes.
En el 2014.
Concluida la
primera quincena de julio 2014 aún no se conocen los datos correspondientes al
30 de junio 2014.
Para CRA no se
cumplirá por séptimo año consecutivo con la denominada Cuota Hilton; mientras
que para CCICRA (Cámara de Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la
República Argentina), por noveno año consecutivo se incumplirá con el cupo
otorgado por la UE (Unión Europea).
Por ello, CRA
consideró que "son escasas" las expectativas que tiene el sector de
que se produzca en breve el comienzo de la recuperación, de la ganadería, como
consecuencia del impacto que tienen sobre esta actividad, "el proceso de
inflación, la elevada presión impositiva y la continuidad de una política necia
basada en una fuerte intervención en la exportación".
Consectario.
Hoy, julio de
2014, Argentina está en el trigésimo (13°) lugar de exportadores de carne.
Conocidos los
datos oficiales de exportaciones al 30 de junio pasado, se volverá -en próxima
columna- para hacer referencia expresa a la Cuota Hilton (01/07/13-30/06/2014)
y a la feedlotera “con papeles” o cuota 481, que quizá llegue.
En los funerales
del cardenal Richelieu, que ejerció el poder en la Francia de Luis XIII,
alguien, que evidentemente lo quería bastante poco, escribió el siguiente
obituario: “Hizo mucho de bueno y mucho de malo. Todo lo bueno lo hizo mal,
pero todo lo malo lo hizo bien”. ¿Se podría decir lo mismo de la política
agropecuaria implementada por Cristina? Respetuosa e indudablemente, SI.
(*) Productor
agropecuario de tercera generación, abogado y escritor.
http://www.pregonagropecuario.com
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