Por: Juan Pablo Suárez
Con un GPS secuestrado a un detenido por narcotráfico, pudo saberse que en nuestra provincia hay cientos de pistas clandestinas. ¿Pudo saberse o lo sabían? Pero como si esto fuera poco encontraron además mapas, en la región se había montado un gigantesco sistema además de seguro para ser el primer punto, la primera posta que acortaba distancias entre Bolivia y el conurbano bonaerense. Pero es más que evidente que uno realiza las operaciones delictivas en aquellos lugares que ofrecen cierto tipo de garantías al accionar.
Vistas así las cosas, el territorio de nuestra provincia todo y según la información detallada por diversos medios, Santiago del Estero sería un paraíso que los traficantes encuentran propicio para operar de manera libre y sin ningún tipo de riesgos ni apremios. La pregunta es: ¿Cómo pueden aviones aterrizar a plena luz del día cerca de poblaciones cuyos habitantes saben perfectamente lo que sucede tierras adentro, simples lugareños que nunca han recibido instrucción de tipo investigativo o inteligencia criminal pero sin embargo, pueden explicar perfectamente que trasladan y como operan esas bandas?.
Por otra parte, no parece ser casualidad que luego de haber sido rozado muy de cerca el poder político santiagueño, las publicaciones con novedades sobre ese tema en particular se hayan vuelto prácticamente diarias, con titulares estridentes y destacados en las portadas de los medios de mayor tirada. La preocupación parece haber llegado a las más altas esferas que salieron con todas las armas a defenderse y despegarse, hoy no pueden equivocarse ya que su máximo referente se encuentra en la línea presidencial, podría ser el siguiente y por más que intenten tapar el sol con la mano los grandes medios nacionales ya cuentan con información suficiente sobre Santiago y sus actores políticos.
La información pone el acento en el hecho que las sustancias irían dirigidas al primer cordón del gran Buenos Aires, intentando restar importancia al detalle de que cruzan la frontera para aterrizar en nuestro suelo y luego por vía terrestre atraviesan toda la geografía santiagueña sin ser detectados por ningún control policial, ¿o es que acaso existe una cadena de connivencia y zona liberada?, ¿de que otra manera se entiende que los mismos realicen todo su periplo tan sueltos de cuerpo y sea esta tierra la elegida para estas maniobras? Y el último cuestionamiento que resta por hacer ¿cuánto de ese material queda para la comercialización local?
FUENTE: http://ultimahoradiario.com.ar/
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