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sábado, 18 de febrero de 2012

 POR:  Horacio Machado Aráoz  DNI 21.325.78

AMIGOS:
Desde que empezó el bloqueo selectivo a los camiones de Alumbrera en "nuestra" provincia, el "modelo minero" transnacional se "cargó" tres (nuevos) muertos en América latina: Bernardo Méndez, en San José del Progreso (Oaxaca, México), Jerónimo Rodríguez Tugri y Francisco Miranda, del pueblo originario Ngöbe- Bugle (Panamá). En distintas circunstancias, fueron víctimas de los mismos intereses y factores de poder: Bernardo, asesinado por un grupo paramilitar comandado por el Presidente Municipal por intentar impedir la concesión de agua a la minera canadiense Fortuna Silver Mines Inc.; los hermanos del pueblo Ngöbe-Bugle, asesinados durante una represión ordenada por el presidente Martinelli a un bloqueo de la carretera Intercontinental en oposición a un proyecto minero en territorio de sus comunidades. A ellos, hay que sumar un largo centenar de heridos, y encima, judicializados. Si también tuviéramos en cuenta la cantidad de personas que fueron reprimidas en Cajamarca (Perú) por oposición al proyecto Conga (de la empresa Yanacocha, controlada por la norteamericana Newmont), las víctimas se contarían por millares. Allí, en el norte del Perú -como Beder en La Rioja- Ollanta Humala hizo campaña diciendo proteger las cuatro lagunas altoandinas amenazadas por el proyecto minero y prometiendo decretar su inviabilidad. Ahora, siendo presidente, cambió su postura: "Conga se hace sí o sí", dijo, y lanzó una fuerte escalada represiva que incluyó la militarización, el dictado del estado de sitio y la excepción y la militarización de la región.
No sólo acá, en 'nuestro pueblito chico', sino a lo largo de toda América Latina, la minería transnacional a gran escala genera resistencias populares, por los devastadores 'impactos' de su voraz metodología extractiva que implica la voladura de cerros enteros, la destrucción de acuíferos y ecosistemas, y el consumo descomunal de agua y energía. En toda América Latina, vemos también el mismo paisaje político: gobiernos e instituciones estatales, funcionando como "capataces" de las transnacionales, usando la fuerza pública para reprimir las resistencias. Ganando elecciones con clientelismo o falsas promesas; luego, más allá de toda ideología, gobernando para las empresas. Lo hacen, dicen, para "combatir la pobreza"; para "fomentar el progreso". "Es que es la única vía que tenemos para desarrollarnos", afirman.
Desde que fue descubierta nuestra América nació 'subdesarrollada'; se nos conquistó para 'civilizarnos', pues éramos una tierra de 'bárbaros y salvajes'; desde que nos 'independizamos', las clases dirigentes y 'patricias' han gobernado 'persiguiendo' el "desarrollo"; han construido y destruido en nombre del desarrollo; han prosperado (ellos) y han empobrecido (a las mayorías); han dictado leyes y han matado en nombre del "desarrollo"... Cuantos más esfuerzos y recursos se invierten en pos de él, tanto más 'subdesarrollados' nos hacemos...
"No voy a permitir el saqueo”, prometió Ud., Sra. Gobernadora. ¿Qué significa eso? ¿En nombre de quién/es habla la solicitada reciente del Partido Justicialista? ¿A quiénes está defendiendo y representando? Del saadismo al castillismo, del brizuelismo al novel Frente para la Victoria, en Catamarca, "la minería es política de Estado". Eso no quiere decir que la minería sea expresión de un consenso democrático amplio y transparente, sino que, tristemente, la minería transnacional ha colonizado al Estado; que acá se puede discutir cualquier cosa, menos 'eso'... Que la minería (transnacional a gran escala, de exportación) se hace 'sí o sí'... ¿Qué tipo de diálogo podemos tener bajo esa premisa, si lo que queremos debatir es un modelo diferente de 'aprovechamiento de nuestros recursos'?
Se nos acusa de 'fundamentalistas' y de no tener 'voluntad de diálogo'. ¿De qué estamos hablando? ¿Cómo hacemos para dialogar, cuando se nos descalifica de entrada, bajo inaceptables prejuicios racistas y clasistas ('hippies vagos'; 'foráneos'; 'ignorantes', etc... )? ¿Cómo exponer nuestros argumentos, si no tenemos dinero suficiente para pagar solicitadas? Cuando la apelación 'oficial' al diálogo queda en un plano de abstracción discursiva sin abrir instancias concretas, institucionales que lo canalicen, sólo expresa una retórica cínica que bajo lo políticamente correcto, impone el autoritarismo de facto...
Dijeron que no iban a reprimir, pero es lo que finalmente hicieron. La represión parece ser un acto reflejo, más cuando de defender los intereses de las 'grandes empresas' se trata. Es que, en contextos (neo) coloniales de depredación, la represión no es un exceso; es una "necesidad" La violencia represiva del Estado es el recurso último al que apela la oficialidad del poder. Dosis diversificadas y variables de asistencialismo, de resignación y de represión configuran la "ecuación de gobernabilidad" del coloniaje administrado por "colonos”. Parece que Bentham tenía razón: esto es más eficaz y más barato que el colonialismo 'a secas'... Lo que no calculó bien el filósofo londinense es el 'costo' de las rebeliones internas...
Afortunadamente -lo digo como deseo y por convicción-, tenemos alternativas... No tenemos por qué resignarnos a ser el 'open pit' y los 'diques de colas' para la industrialización de China, India y los países del Norte... Podemos crear vías alternativas de desarrollo -otro desarrollo”… El "destino minero" es un destino colonial. Pero lo que se pretende imponer como tal, no es una fatalidad. Podemos cambiarlo. Estamos trabajando en eso. Ojalá podamos dialogar.

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