La compra de tierras por el empresario Eduardo Costa a muy bajo precio, disparó críticas hacia Mariana Zuvic, su esposa
10/05 – 17:00 – Al conocerse la adjudicación de tierras por parte de la municipalidad de Caleta Olivia, a la empresa Hipertehuelche SACICI, propiedad del diputado nacional (UCR) Eduardo Costa, arreciaron los comentarios y críticas tanto contra él, como legislador, como contra a su esposa, Mariana Zuvic, titular del ARI y única referente política de Santa Cruz que ha denunciado formalmente tanto a Lázaro Báez como al gobernador Daniel Peralta. Éste último, precisamente, le dedicó algunos párrafos en sus últimas declaraciones. (Por Rubén Lasagno)
“Si algo sabemos en esta provincia, extensa en tierras y cercana en relaciones humanas, es que cada uno de nosotros tenemos plena conciencia de quien es quien” nos dijo hace un tiempo un viejo militante peronista que ya no está entre nosotros y fue casi un oráculo en cuestiones política, a quien recurríamos para desasnarnos. El hombre se refería, entonces, a la historia que cada uno arrastra en la vida y en esta sociedad de bordes tan limitados, que son visibles a simple vista. Todos saben qué somos y qué hacemos (o de dónde venimos) y nosotros sabemos del otro, exactamente lo mismo.
En este marco, cuando una persona ingresa en la política, vidriera brutal donde no solo se enjuagan vanidades y se cosechan jugosos beneficios, sino que se exponen virtudes y miserias, es muy difícil escaparle a la historia (propia y ajena) y en algún momento, sabiendo que la política es exposición y juego sucio, nos expondremos por defecto o nos expondrán por malicia.
Cuando nos exponen por malicia, podemos defendernos hasta un cierto punto, coqueteando con la disculpa, haciendo malabares con explicaciones a veces poco creativas o contraatacando a destajo (dicen: no hay mejor defensa que un buen ataque) y así logramos zafar y patear para adelante la coyuntura, hasta, finalmente, pasar el mal trago. Pero cuando nos exponemos por defecto, la cosa cambia, porque los argumentos se vuelven flácidos, las explicaciones suenan vanas y muchas veces el silencio suele ser más saludable que la manía de explicar la explicación de lo inexplicable; o al menos lo evidentemente explicable que tiene la realidad (que se explica por sí misma).
Una exposición por defecto, por ejemplo, fue la del partido gobernante. Hasta hoy el gobernador Peralta no sabe cómo explicar que antes defendía a las mineras y hoy no, que antes del 2011 apoyaba incondicionalmente el modelo K y hoy no, que firmó la armonización de la Caja de Previsión y hoy dice que no lo haría, entre otras volteretas con las que le toca lidiar al mandatario que se expuso por sus propios errores. Él trata de explicar, pero pocos o nadie le cree.
En el caso que nos ocupa, el diputado nacional por la UCR Eduardo Costa, estuvo haciendo negocios en Caleta Olivia y le fue asignado un terreno fiscal en una suma irrisoria, operación impulsada por el Intendente José Córdoba que se salteó Ordenanzas, Concejo Deliberante, licitaciones y subastas, procediendo a una adjudicación directa, mecanismo absolutamente prohibido por la ley 55 de Municipalidades. Pero el tema no termina ahí. Costa también fue adjudicatario de tierras para su empresa Hipertehuelche SACIC en El Calafate por 7,50 el m2, en Pico Truncado con serias denuncias de irregularidades, en 28 de Noviembre también con las mismas acusaciones, como así también estuvo implicado en la denuncia de los aborígenes de Laguna Sirven (Las Heras) por sus prospecciones en yacimientos de Uranio a través de la empresa Mercest SA, momento en que se conoció su vinculación con la Dra Susy Bello knoll, una abogada que figura en el directorio de sus empresas y tiene fuertes relaciones con Julio De Vido.
Estas cuestiones históricas, sumadas a un nuevo escándalo producido en Caleta Olivia por la cesión de tierras a la empresa Tehuelche, de su propiedad, han disparado una serie de críticas que esta vez no solo vienen del frente externo ni de la oposición política de la UCR, sino de adentro del propio Radicalismo, que cuestionan a Costa por su excesivo personalismo a la hora de arrogarse toda la representatividad del Partido y pretender ser el único candidato en todas las instancias (Legislativas y a gobernador).
Sin embargo en esta oportunidad los ataques sobrevienen con más impulso debido al momento político que vive Santa Cruz y la vinculación familiar que tiene Eduardo Costa con Mariana Zuvic, su esposa y única denunciante política de la corrupción en la provincia, quien ha presentado formales querellas contra Lázaro Báez y el propio Peralta.
Desde hace unos años, Zuvic viene desarrollando una fuerte embestida en contra del krichnerismo y sus socios financieros, recorriendo canales y radios a nivel nacional, generando, entre los denunciados por ella, una suerte de revanchismo exacerbado, logrando, en muchos casos, que sus blancos se hayan manifestado en más de una oportunidad con la vieja frase del vengador paciente: “estaré sentado en el umbral de mi puerta, cuando vea pasar tu cadáver”.
Cuando uno escucha y lee a los críticos de Zuvic, viven señalando el pasado de la familia Costa, a quien la vinculan estrechamente con los negocios cerrados con el propio Néstor Krichner en la década del 90 y algunos detalles familiares de la propia titular del ARI, que no vienen al caso pero son parte del enfurecimiento de quienes creen que el matrimonio se empeña en ver los vasos medio vacíos y no medio llenos; es decir, les imputan ejercer la crítica hacia lo sectores políticos no afines y no hacer autocrítica.
“Ya que la señora de Costa es la que habla y denuncia lo que pasa en Santa Cruz, sería bueno que hable sobre esta venta directa que su marido recibió del intendente de Caleta Olivia”, disparó al cuello el gobernador Daniel Peralta, invitando a Zuvic a que haga lo mismo que hace con él y su familia a quien ha denunciado por malversación de fondos y enriquecimiento ilícito.
La pelota ahora se encuentra en la cancha de Eduardo Costa, el principal perjudicado en su imagen pública (y política), siendo que es el candidato que se autopropone para renovar su mandato como diputado nacional por Santa Cruz y tiene la mira puesta en la gobernación en el año 2015. El silencio del partido y de su esposa, sobre sospechosos actos de corrupción con la cosa pública, tal como sucede en Caleta Olivia, tiñe negativamente los albores de una campaña que comienza en poco tiempo más y que guarda más interrogantes que respuestas en el plano político, tanto del oficialismo como de la oposición, pero que puede desgastar más rápidamente al candidato Radical, precisamente porque es víctima de una exposición por defecto, es decir, por sus propias acciones y no por un ataque externo o una “campaña en su contra”, como suele esgrimirse en estos casos. (Agencia OPI Santa Cruz)
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