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domingo, 20 de marzo de 2011

Das Neves, el gran simulador de los negocios petroleros

LA RENEGOCIACION DE CONTRATOS CON PAE SOLO LE DEJO A CHUBUT EL 1% DEL TOTAL DE INGRESOS QUE COBRARON LOS DUEÑOS DE LA EMPRESA POR LA VENTA DE LA CONCESION

Cuando en abril de 2007 el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, anunciaba con bombos y platillos la renegociación de contratos petroleros con PAE, lo hacía con la vehemencia de quien cree ser el dueño del futuro y el autor del génesis de las estrategias en materia hidrocarburífera. Los 200 millones de dólares suscriptos en aquel momento a favor de Chubut no constituyen ni por asomo una cifra significante ante la magnitud de los negocios que PAE realizó posteriormente, gracias a tener asegurada la explotación hasta el año 2047 del yacimiento más productivo del sur argentino.

El negocio lo hicieron quienes se aseguraron la explotación del yacimiento de Cerro Dragón y luego vendieron su participación en la empresa.
El gobernador Mario Das Neves creyó que su estrategia era insuperable. Pero hoy, a casi cuatro años de la renegociación de los contratos petroleros con Pan American Energy (PAE), los grandes negocios se hicieron después de aquella firma. Y para Chubut sólo ha quedado un mínimo e irrisorio porcentaje de los miles de millones de pesos que generó aquella renegociación.

La realidad indica que, tres años después de aquel contrato vinieron las ventas millonarias de British Petroleum (BP) y Bridas, ambos accionista de PAE.

Y cuando los dueños de las compañías petroleras venden sus megaempresas –concesiones publicas– productoras de hidrocarburos, la parte esencial del precio de venta está constituida por los derechos de explotación a futuro.

En consecuencia, a mayor plazo de concesión para extraer hidrocarburos, mayor precio de la compañía. Y ese es un negocio que bien conocen los accionistas de PAE (BP y familia Bulgheroni). No así, parece, el gobierno provincial encabezado por Mario Das Neves.
LOS FRIOS NUMEROS

En suma, los 200 millones de dólares que las arcas de Chubut recibirían a plazo en los próximos años, hacen cosquillas a los 10.159 millones de dólares (casi 45.000.000.000 millones de pesos) que los accionistas de PAE (BP y familia Bulgheroni) recibieron de la empresa china CNOOC en el transcurso del año 2010. Se trata del pago por la venta de la mitad de la participación que la familia Bulgheroni poseía en Bridas, que es la dueña del 40% de PAE, algo así como 3.100 millones de dólares y la suma de 7.059 millones de dólares que recibió BP por la venta de sus acciones (60%) en PAE. Esto sí son negocios.

Y otra pequeña diferencia radica que los brillantes vendedores cobraron ese dinero en el mismo acto, a diferencia de Chubut que lo recibirá en un período más extenso.

Hasta el momento, la zona sur de la provincia ha recibido no más de 50 millones de dólares de PAE, por la extensión de los plazos a 40 años de concesión.

Los números cargados de ceros asustan, y lo que parecía un gran negocio para Chubut –o al menos así lo había presentado Das Neves– se ve como un juego de mesa infantil al lado de las millonarias cifras que hacen las compañías.

Cifras que se pueden lograr gracias al futuro asegurado de una concesión garantizada por varias décadas.
LOS UNICOS BENEFICIADOS
En julio de 2010, el gobernador Mario Das Neves hacía gran esfuerzo por disimular su nerviosismo ante los rumores de venta de PAE. “Hay que informarse, no hay que dramatizar”, decía; “no nos olvidemos que somos nosotros, gracias a un extraordinario convenio que se firmó, diseñado por nosotros, de que para que hagan la venta tienen que tener autorización nuestra. Así que no inventen pavadas a donde no las hay”.

La realidad era otra y British Petroleum (BP) ya tenía en venta su 60% participante en PAE, y la compañía china CNOOC ya había puesto interés en quedarse con la petrolera.

Otra realidad indicaba que por aquella época la petrolera inglesa buscaba fondos para pagar los 20.000 millones de dólares por los daños del derrame de petróleo de una de sus perforaciones en el golfo de México.

Y aunque Das Neves hablaba de su autorización para la operación, la decisión de BP de vender el 60% que poseía en PAE ya estaba tomada, bajo el argumento de desprenderse de “activos no estratégicos”.

El 40% restante de PAE está en manos de Bridas International, que desde marzo del 2010 es compartido por la familia Bulgheroni (50%) y la china CNOOC (50%). Para ingresar a Bridas los chinos pusieron 3.100 millones de dólares.

Entre las proyecciones de negocios, con la venta, BP deducía obtener entre 9.000 y 10.000 millones de dólares por su participación en PAE, suma que permitiría valuar el 100% de la empresa en U$S15.000 millones, casi el mismo valor que YPF.

El futuro de PAE también está emparentado a CNOOC, el gigante estatal chino que ronda con hambre por crecer en los mercados emergentes.

Ante tantos números millonarios cabe preguntarse dónde está la gran riqueza que hace apetitosa a PAE. La respuesta está cerca: su principal activo es el yacimiento Cerro Dragón, perteneciente a Chubut, que fue concesionado por 40 años a favor de PAE, en el año 2007, por el gobierno de Das Neves.

En síntesis, lo que Bulgheroni vendió a la empresa estatal China es una parte de ese contrato. Y sin dicho acuerdo, PAE no tendría una cotización de tanta relevancia y tan alta en millones.

Por lo tanto, los accionistas, sin mayor esfuerzo, se capitalizaron en más de 10.000 millones de dólares con la operación, sólo con el papel firmado por Das Neves, en el que consta la prórroga de la concesión para explotar áreas petroleras en Chubut. Eso sí es un negocio.

Habría que indagar si se observa liviandad jurídica en el contrato de la prórroga en la concesión a PAE e investigar con profundidad si ha existido falta de capacidad en la defensa de los intereses del pueblo del Chubut. Debería ser un tema de trabajo para los nuevos gobernantes.

La conclusión a todo esto es que, pasado muy poco tiempo de la decisión político administrativa de extender la concesión de explotación a PAE, Chubut ha sido la menos beneficiada en este contrato. De acuerdo con los valores expuestos anteriormente, queda plenamente demostrado que la participación de la provincia de Chubut es insignificante en las ventajas que han obtenido los privados en el negocio en general. En otras palabras, la prórroga de la concesión a PAE tuvo pocos beneficiarios, y no han sido justamente los chubutenses.

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